La lluvia provoca daños en el campo: parcelas inundadas y hongos en algunos cultivos

Las recientes e intensas lluvias que han azotado Andalucía han generado una valoración dual por parte de las organizaciones agrarias Asaja y COAG. Si bien ambas entidades celebran la significativa mejora en el almacenamiento de los embalses, que se acercan ya al 50% de su capacidad, un hecho que era “muy necesario” tras más de un lustro de “déficit hídrico” y que beneficia a la mayoría de agricultores y ganaderos, también han alertado sobre los daños considerables que se están produciendo en diversos cultivos y las complicaciones que esto conlleva.
En términos generales, COAG ha señalado que las lluvias están siendo “muy beneficiosas” para el campo, mejorando la situación de pastos y cultivos leñosos, así como la de acuíferos, ríos y embalses. Asaja también ha reconocido el “efecto positivo” de las lluvias continuadas desde principios de marzo en las reservas hídricas. Sin embargo, esta situación no está exenta de problemas, especialmente en lo que respecta a ciertos cultivos y la infraestructura rural.
En Córdoba, se han encontrado “parcelas inundadas” de olivar y naranjos. Los cereales y las hortícolas presentan problemas de hongos, y la imposibilidad de acceder a los campos inundados impide realizar los tratamientos necesarios.
En la provincia de Almería, las “persistentes lluvias” de marzo ya están causando daños en brócoli, pepino, pimiento, sandía y melón, tanto al aire libre como en invernadero. El alto nivel de humedad favorece la proliferación de plagas y enfermedades como la botrytis o el mildio, provocando síntomas de pudrición en las plantas. Es especialmente preocupante la situación de la sandía y el melón en plena fase de polinización, que se ven afectados por los cambios bruscos de humedad y calor.
En Cádiz, se reportan encharcamientos en las parcelas, especialmente en zonas bajas cercanas a ríos, desagües y arroyos. Los terrenos están saturados, por lo que cualquier nueva precipitación puede causar inundaciones, y se advierte del riesgo de que los pantanos comiencen a desembalsar, lo que podría complicar aún más la situación.
En Granada, en general, la lluvia está siendo bien recibida y sin daños por el momento. El cultivo de invernadero de otoño/invierno ya ha finalizado, por lo que el pepino no sufre por la humedad, y la siembra de primavera (sandía y melón) está comenzando, siendo el agua beneficiosa tanto en la costa como en zonas de montaña. No obstante, se mantiene la cautela ante la posible aparición de problemas de pudrición o plagas debido a la alta humedad.
En Huelva, la “gran cantidad” de agua caída está afectando especialmente al cultivo de frutos rojos, principalmente las fresas, donde la Botrytis causada por el “exceso de humedad” está provocando pérdidas que la subida de precios no compensa. Además, las lluvias han hecho intransitables los caminos rurales, han inundado parcelas y han generado escorrentías de agua.
En Jaén, principalmente con cultivos leñosos, aún es pronto para evaluar daños significativos más allá de la anegación de caminos rurales y algunas carreteras comarcales.
En Málaga, las lluvias han sido generalmente positivas para los cultivos y el campo, aunque las precipitaciones del 17 y 18 de marzo causaron inundaciones en zonas de cítricos cercanas al río Guadalhorce, afectando a un porcentaje no muy alto de cultivos. El cultivo del espárrago en Antequera, en plena producción, no se ha visto afectado significativamente a pesar de una reciente granizada.
En Sevilla, COAG alerta de pérdidas tanto en las campiñas como en otras comarcas. Cultivos de secano como el girasol o el garbanzo “aún no se han podido sembrar”, y cultivos de invierno como los cereales “están sufriendo enfermedades fúngicas y asfixia radicular por el exceso de agua”. En el Bajo Guadalquivir, muchos cultivos se han perdido o se van a perder, como los guisantes, afectados por enfermedades radiculares.
El exceso de lluvias también afecta a las brásicas, cuya recolección se ha complicado por la imposibilidad de acceder a los campos. Las siembras de girasol, garbanzo o maíz dulce se están pudriendo bajo tierra, las habas baby se han perdido en muchos casos, y las alcachofas se están poniendo negras.
Además, aún no se ha podido plantar el tomate y el pimiento de industria, lo que generará problemas en la recolección al coincidir todas las siembras. Se han reportado complicaciones en la recolección de cítricos como la naranja y retrasos en la siembra de garbanzos. Los almendros podrían tener “problemas de polinización” debido a las condiciones meteorológicas. A pesar de ser beneficiosas para el cereal, se advierte del peligro de hongos debido a la humedad, lo que requiere poder entrar a los campos para realizar los tratamientos necesarios.
De forma generalizada en toda la comunidad, las lluvias están ocasionando daños en los caminos rurales, dificultando el acceso a las explotaciones. Asaja ha lamentado que las administraciones “no hayan hecho los deberes en periodos de sequía prolongada” para aumentar la capacidad de almacenamiento de agua, lo que habría permitido aprovechar mejor estas importantes precipitaciones. En resumen, si bien las lluvias han supuesto un alivio importante para las reservas de agua en Andalucía, la persistencia y la intensidad de las precipitaciones están generando problemas significativos en diversos cultivos y labores agrícolas a lo largo de la región, con consecuencias económicas para los agricultores.
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