El “pacto” Cristina-Milei: cuáles son los puentes del peronismo con los libertarios
La hipótesis de que existe un “pacto” entre Cristina Fernández de Kirchner y Javier Milei quedó en el centro de las discusiones políticas. Lo que hasta ahora parecía una jugada de mero pragmatismo electoral para polarizar entre ellos y excluir a otros actores, en los últimos días tomó forma de acuerdos visibles que alimentaron las suspicacias.
El naufragio de la ley de Ficha Limpia que impulsaba el PRO y la posibilidad de que el peronismo vote a favor del pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema desataron la furia de Mauricio Macri, acaso el mayor perjudicado en este escenario. ¿Hablan Cristina y Milei? ¿Quiénes negocian por ellos? Son las preguntas que se hacen los opositores que miran atónitos la confluencia de algunos intereses.
El naufragio de la ley de Ficha Limpia que impulsaba el PRO y la posibilidad de que el peronismo vote a favor del pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema desataron la furia de Mauricio Macri, acaso el mayor perjudicado en este escenario
Muchos peronistas hablan con Guillermo Francos, pero no es una novedad que —pese a su cargo— el jefe de Gabinete no representa la mirada del Presidente. Por eso, el verdadero ruido lo generó la versión de que el camporista Eduardo “Wado” de Pedro sería quien negocia con Santiago Caputo, el asesor estrella de Milei.
Hay un puente rastreable entre ambos mundos: el consultor Guillermo “Guillo” Garat, exsocio de Caputo y actualmente encargado de la comunicación de YPF, que colaboró con De Pedro en la construcción de su precandidatura presidencial en 2023. El exministro del Interior buscaba mejorar su imagen por fuera del kirchnerismo, por eso en ese entonces su equipo de comunicación le acercó a Garat, quien quedó a cargo de la realización de focus groups y se sumó a una mesa ampliada en la que se definía la estrategia de campaña.
La participación de Garat duró poco tiempo, porque Cristina bajó la precandidatura de Wado para ungir a Sergio Massa. “Lo de Garat y ese equipo fue solamente un trabajo de instalación. Wado aportó todo ese esquema y el trabajo realizado a la campaña de Massa. Nuestros consultores, analistas y encuestadores se mudaron al búnker de UP”, afirmaron a elDiarioAR desde el entorno del exministro y desmintieron que De Pedro tenga hoy un diálogo frecuente con Caputo.
“Wado no tendría problema en ser el interlocutor y sería lógico que su nombre esté entre los negociadores; el hecho es que en este caso no lo es y a algunos les interesa instalar que sí”, aseguró un dirigente de diálogo frecuente con el senador, que no escondió su malestar con Massa, a quien acusan de “operar” las versiones que señalan a Wado como negociador. Hace unos meses, el propio De Pedro hizo visible su enojo con un tuit lapidario en el que acusó al excandidato de UO de haber dejado a sus militantes en el gobierno de Milei.
El enojo se arrastra desde principio de año. Las primeras versiones que le molestaron a De Pedro lo acusaban de haberle jugado mal a Axel Kicillof al no hacer lo suficiente para que la planta de GNL de Petronas se instalara en Bahía Blanca. Unos meses más tarde, persistieron los rumores de su diálogo con Caputo, en este caso para nombrar a los jueces de la Corte.
Algunos dirigentes del peronismo comparten la teoría de que fue Massa el que le hizo creer al Gobierno que el peronismo apoyaría el pliego de Lijo, aun sin haberlo charlado con De Pedro o Cristina. “Sergio vendió algo que no tenía. Lo de Lijo es un acuerdo en el que él participó: le aseguró al Gobierno que el peronismo finalmente iba a apoyar a Lijo y rechazar a García-Mansilla. Hoy no puede garantizar que eso pase”, dijo a este medio un dirigente peronista que no se encolumna detrás de Wado ni Massa en la interna.
En el massismo, como contracara, plantean una versión opuesta: dicen que el exministro de Economía no tiene diálogo alguno con Milei o las segundas líneas del Gobierno y que fueron dirigentes cercanos a Cristina los que le hicieron creer que podrían avanzar en una negociación general con el oficialismo, que incluyera el tema de la ampliación de la Corte y la discusión por los nombres de los jueces vacantes.
En medio de los zigzagueos y las opiniones cruzadas, resuena el nombre del operador todoterreno Juan Manuel Olmos. El peronista, con llegada a Massa, De Pedro y Cristina, construyó durante la campaña presidencial un vínculo visible con Karina Milei. Los apoderados de ambas listas se conocieron durante los ensayos para los debates presidenciales, donde debieron acordar algunas condiciones, y tuvieron un trato amable en las distintas oportunidades en las que se cruzaron a partir de ese momento.
La figura de Olmos emerge como un puente con la Rosada que excede las conversaciones del Congreso, donde se dio el acuerdo más evidente: LLA colaboró con el faltazo de 9 diputados para que no hubiera quórum el día que el PRO buscaba darle media sanción al proyecto de Ficha Limpia. Enfurecido, el macrismo debate cómo condicionar a la Rosada, mientras el peronismo podría mostrar un vuelto amable este mismo miércoles, en caso de que el bloque aporte sus votos para revalidar a Martín Menem como presidente de la Cámara baja. El futuro del pliego de Ariel Lijo, de avanzar, desataría lecturas de un pacto más amplio.
LA/JJD
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