Las familias de alumnado con necesidades especiales protestan frente a Educación: “Seguimos presas de la falta de recursos”

Concentración de familias de alumnado NEAE ante la sede de la Consejería de Educación en Gran Canaria. (ALEJANDRO RAMOS)

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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Las familias de alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE) se han concentrado este jueves frente a las sedes de la Consejería de Educación en seis islas (Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma y La Gomera) en protesta por las carencias en la atención a la diversidad y para reclamar la “plena inclusión” de sus hijos e hijas en las aulas. “Seguimos siendo presas de la falta de recursos y del maltrato sistemático que estamos viviendo en los colegios, en los centros educativos”, explica Carolina Buriticá, una de las promotoras de estas movilizaciones que han sido respaldadas por las federaciones de asociaciones de madres y padres de alumnado NEAE. 

Con lemas como “no es caridad, es igualdad” o “no son privilegios, son sus derechos”, las familias han recordado que, a pesar de los avances hacia la inclusión, “todavía existen barreras importantes que impiden el acceso a una educación inclusiva y equitativa para todos los niños y niñas de Canarias”. Entre ellas mencionan la falta de auxiliares educativas y de enfermería para atender al alumnado, tanto en las aulas enclave como en las ordinarias, la “falta de formación” del profesorado, o infraestructuras que, lejos de favorecer la inclusión que promueve la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, “segregan aún más”.

“Las familias queremos que no se siga justificando la violación de derechos con la falta de recursos. A cada cosa que reclamamos nos contestan que no hay recursos. No los hay para auxiliares, para enfermeras, para centros. Los recursos no están en el aula ordinaria, tampoco están en el aula enclave ni en los centros específicos y el alumnado que requiere más recursos es el que más se va segregando. Es el mensaje que nos está llegando a las familias”, sostiene Buriticá.

Educación mantiene externalizado en la empresa Aeromédica el servicio de apoyo al alumnado NEAE pese a que el contrato lleva cuatro años vencidos. La administración sostiene desde hace meses que, al encontrarse en situación de nulidad, no puede acogerse a una subvención europea que permitiría financiarlo en un 80% y, además, que tampoco puede penalizar a la empresa en caso de incumplimiento.

Este mismo jueves, la Consejería ha insistido en que está “ultimando la redacción de los pliegos” de un nuevo contrato que, según dice, ofrecerá “mejores coberturas”, permitirá “establecer penalizaciones”, “actualizar los precios” y “mejorar las condiciones laborales del personal o el aumento del número de horas de prestación del servicio”, alguna de las reivindicaciones tanto de las familias como del personal que trabaja en este servicio.

A finales de noviembre, por ejemplo, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) Flor de Inca alzaban la voz para denunciar las carencias en el Centro de Educación Especial (CEE) Adeje, en el sur de Tenerife. Entre otras cuestiones, alertaban de que se habían producido varias urgencias médicas sin que hubiese ninguna enfermera en las instalaciones o que parte del alumnado estaba “enjaulado” dentro del patio de un colegio ordinario (el CEIP Los Cristianos) a la espera de que se produzca su traslado a otra infraestructura, la antigua escuela infantil del casco viejo de Adeje.

En Gran Canaria, Carolina Buriticá pone el ejemplo del CEE Petra Lorenzo, en Telde. “Es un colegio que funcionaba bien, las familias estaban muy contentas, pero casi en el último día de clases a las familias se les informó de que sus hijos empezaban en septiembre en otros colegios específicos que ni siquiera reúnen las condiciones para llamarse colegio específico, como es el del Pedrazo, en San Bartolomé de Tirajana. Y lo mismo ocurre en Santa Lucía”, señala.

Buriticá, que es madre de una niña con necesidades específicas de apoyo educativo, lamenta que las aulas enclave (unidades de escolarización para alumnado NEAE dentro de un centro ordinario) se hayan convertido en una especie de “gueto”. “Son sinónimo de segregación”, explica, “porque las familias viven todo el año luchando para que sus hijos e hijas puedan socializar con el resto de sus compañeros y, a excepción de alguna aula que a lo mejor funciona un poco mejor, se les deniega sistemáticamente”.

Las familias reclaman que se cumpla la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. “No se están haciendo adaptaciones curriculares para el alumnado NEAE en las aulas ordinarias. Simplemente los meten en las aulas enclave, los ponen a hacer tres áreas, que es todo lo que se les deja ver, se les quita el resto de asignaturas y, por tanto, se les quita el derecho a aprender a leer y escribir”, afirma Buriticá, que recuerda que son niños y niñas “que tienen capacidad de aprendizaje, aunque no al mismo ritmo”.

“Estamos discapacitando a personas que, en un futuro, cuando lleguen a los 21 años, ya no pueden acceder a una formación profesional. Estamos quitando perfiles que podrían aportar muchísimo a la sociedad. Y estamos viendo a familias que no saben qué hacer cuando sus hijos cumplen 21 años”, lamenta.

“Todo niño en Canarias merece una educación sin discriminación y basada en la igualdad de oportunidades, independientemente de cualquier necesidad especial que pueden tener”, reza el manifiesto elaborado por los organizadores de estas concentraciones, que exigen a la Consejería de Educación que adopte “medidas inmediatas para garantizar la plena inclusión” de este alumnado. “Las familias y nuestros hijos no deben sufrir más el estigma y la discriminación y se necesita un cambio urgente en las políticas educativas”, concluye.

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