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Así fue el misterioso rescate de los podencos de La Palma: el ‘Equipo A’ aprovechó la luz de la Luna llena

Dácil Jiménez

21 de octubre de 2021 22:05 h

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Como otras sonadas operaciones de rescate en el pasado, la situación de los seis podencos atrapados en un pedazo de tierra yerma cercada por muros de lava del volcán en Cumbre Vieja ha mantenido en vilo a miles de personas. Día tras día cada novedad en el caso ha atraído la atención no solo de los palmeros que sufren los estragos de la erupción desde hace más de un mes, sino también del resto del archipiélago canario e incluso más allá de las fronteras españolas. Sin embargo, nadie podía prever un final tan inesperado como sorprendente para esta historia después de que los seis perros simplemente se esfumaran cuando iba a comenzar la operación de rescate con drones.

Fue hace apenas 15 días cuando la organización animalista Leales.org alertó de que, gracias a unas imágenes captadas por un dron, se había localizado lo que parecía ser un gato atrapado en un estanque que estaba rodeado por coladas de lava, cerca de la localidad de Todoque, hoy día, desaparecida. Comenzó entonces una campaña en redes sociales para intentar alertar a las autoridades locales y equipos de rescate de la presencia de este gato y otros animales cercados por la lava en esa zona.

Unos días después, y con más imágenes disponibles, ya se había corroborado que en vez de un gato se trataba de varios perros “de raza pequeña”, y que no estaban atrapados en un estanque, sino en dos.

El caso comenzó a tener repercusión en los medios locales y regionales, para después dar el salto a los nacionales. Las televisiones difundieron el vídeo distribuido por Leales.org en el que se veía a varios animales moverse por el fondo seco y cubierto de cenizas del estanque.

Dos empresas, Ticom Soluciones y Volcanic Life, se ofrecieron al Cabildo palmero a llevar con drones agua y comida a los perros, a los que se veía muy delgados y “exhaustos”. El Pevolca informó de que, tras realizar los estudios de seguridad pertinentes, autorizaba dicha operación.

Unos recipientes con agua y otros con comida fueron transportados por drones hasta el lugar, más allá de las coladas de lava a altas temperaturas, y dejados junto a los animales, que se acercaban a ellos famélicos. Uno de los perros, uno blanco y canelo que estaba enroscado sobre la ceniza caliente, alzó la cabeza justo cuando la máquina se situaba sobre él y cruzó su mirada con la cámara. Sus ojos, entre cansados y tristes, dieron un nuevo impulso a la petición de ayuda hecha por la asociación animalista y por cientos de usuarios en redes sociales: el rescate de los podencos atrapados por la lava ya era viral.

Mientras tanto, las coladas de lava había crecido y se encontraban a pocos metros de uno de los estanques. En redes sociales crecía la impotencia y las voces que pedían una solución inmediata. También hubo quien acusó a quien fuera dueño o dueña de los animales de haberlos abandonado a su suerte.

Una empresa gallega, al rescate

Cada vez más delgados, a altas temperaturas y bajo una lluvia constante de cenizas, la situación de los perros empeoraba. En cualquier otra circunstancia, la operación habría sido muy sencilla. Bastaba un vuelo de pocos minutos en helicóptero y ya estarían libres del peligro de ser engullidos por la lava o de morir de hambre y sed. Sin embargo, las autoridades y expertos en pilotaje eliminaron esa posibilidad: la lluvia de piroclastos (trozos de roca expulsados por el volcán) hacía inviable cualquier vuelo en la zona. Además, las altas temperaturas ponían en peligro tanto a la aeronave como a las personas que en ella viajasen.

Entonces, una empresa gallega especialista en drones se ofreció a intentar una operación de rescate usando sus equipos. La propuesta fue acogida con entusiasmo, ya que era, hasta ese momento, la única planteada para sacar a los perros de allí.

Fue el pasado domingo cuando Aerocámaras desplazó a Canarias un equipo humano y técnico (este, valorado en unos 60.000 euros, según Leales.org) y anunció que el lunes comenzarían las pruebas para comprobar que la operativa era viable. Además, no facturaría el trabajo realizado, para el que ya se habían recaudado más de 12.000 euros a través de la plataforma GoFoundMe.com.

Un dron de carga y una red

La operación, inédita, consistiría en enviar un dron de carga, más otro de apoyo, y, con una red y un cebo, intentar que los perros fueran siendo atrapados y sacados del lugar por aire. La compañía explicó que fueron tres los ingenieros, junto al director técnico e investigación de I+D de la empresa, los que dieron forma al innovador sistema que permitiría atrapar a los canes y ponerlos a salvo.

Faltaba solo la autorización, que debía ser concedida por la dirección técnica del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) tras valorar las condiciones del volcán y las meteorológicas. Por fin, el martes se dio luz verde a los vuelos de prueba. El miércoles por la mañana los drones realizaron un rescate simulado, volando unos 1.500 metros con un peso de unos 15 kilos para comprobar la resistencia del equipo.

Todo había salido bien, así que había llegado el momento de empezar el rescate de verdad. Pero al realizar la inspección con las cámaras, llegó la sorpresa: los perros no estaban. Solo se dio con dos conejos escondidos bajo un arbusto. “Pueden estar en cualquier parte”, afirmó ante los numerosos medios de comunicación el director de Aerocámaras, Jaime Pereira. Con cierta resignación, anunció que pedirían permiso para seguir haciendo vuelos de reconocimiento los días que hicieran falta hasta dar con los animales.

Los perros, rescatados por el 'Equipo A'

Este jueves, la historia de los podencos atrapados dio un giro inesperado, increíble, surrealista. Un vídeo que comenzó a circular en redes sociales mostraba uno de los estanques en los que habían sido grabados los perros con una pancarta sujetada con piedras colgado en uno de sus muros. En ella, escrito en letras rojas, podía leerse: “Fuerza La Palma. Los perros están bien. A Team”. Al final del vídeo, que incluía la música de la mítica serie de televisión El Equipo A, se mostraban unas imágenes de varios perros, en apariencia, los que habían sido rescatados.

Minutos después, Aerocámaras confirmó que el vídeo era real y que la pancarta había sido grabada este miércoles en el estanque por uno de sus drones, pero que se encontraba dada la vuelta (seguramente por el viento) y no se leía el mensaje. Además, se habían localizado huellas que parecían ser de humanos en la ceniza dentro de la zona rodeada por la lava. La conclusión es evidente: alguien entró y colocó la pancarta. Cómo lo hizo y dónde están los perros es algo que no ha podido verificarse oficialmente. Las autoridades consultadas por este periódico se muestran estupefactas.

Un rescate bajo la luz de la luna

Sin embargo, este periódico ha podido saber que los animales fueron sacados del lugar por sus propios dueños, “junto a amigos”, días atrás, por tierra y aprovechando la luz de la Luna. Cuatro de ellos están en sus hogares, y otros dos, en una protectora.

Las fuentes consultadas, que prefieren mantener el anonimato, han explicado que el día que entró en erupción el volcán (el pasado 19 de septiembre) los canes y sus dueños se encontraban en la zona. Al oír la explosión, algunos de los perros huyeron despavoridos. Sus dueños no conocían su paradero, pero al pasar los días, pudieron localizarlos. Se dieron cuentan entonces de que se podía acceder al lugar “sin ningún” peligro. Además, añaden que se “estaba montando una película con el dron”, por lo que decidieron, una noche de luna (el pasado lunes), sin llamar la atención, salir al rescate de sus seis perros.

La empresa Aerocámaras ha explicado que hay zonas en las coladas en las que la temperatura ronda los 40 o 60 grados, lo que podría permitir que se transitara por ellas. Sin embargo, las autoridades siempre habían descartado esta opción por extremadamente peligrosa, y hablaban de temperaturas muy superiores, de entre 600 y hasta 1.200 grados en las zonas más candentes.

Mientras, Leales.org ha indicado que, tras recibir un correo electrónico anónimo que contenía el vídeo, ha iniciado el estudio del mismo para intentar dar con quien lo envió y, al menos, confirmar que los animales se encuentran bien.

Los héroes anónimos del rescate, a quienes podría acusarse de haberse saltado una zona de exclusión impuesta por las autoridades, no quieren ser identificados, pero su hazaña, ya no tan misteriosa, pasará a la historia como una de las más extrañas de las vinculadas al volcán, aún sin nombre, en Cumbre Vieja. Eso sí, se aseguraron de que se difundiera ampliamente, no sin cierta sorna, dejando claro que, a veces, la mejor solución es la más sencilla.