Rafael Medina: “Toda hermandad que da la espalda a la juventud está condenada a decaer”

Tiene 21 años. A pesar de su corta edad tiene una dilatada trayectoria como cofrade. De hecho, comenzó su recorrido incluso antes de tener conocimiento de causa. Era un bebé cuando su familia lo integró en la hermandad de San Rafael Arcángel de su pueblo, Villaharta. Asegura que su mayor devoción es la Divina Pastora de Capuchinos, aunque es la Sentencia la corporación a la que más años lleva ligado en la capital. Resulta lógico con su bagaje que pronuncie el Pregón de Juventud de la Semana Santa de Córdoba.

Será el sábado en la iglesia de La Merced a partir de las 13:00 cuando anuncie, desde su perspectiva juvenil, los Días de Pasión de 2025. Capacidad tiene para hacerlo, pues estudia Comunicación en la Universidad Loyola. La intención es emocionar a quienes le escuchen, y no sólo con la palabra. Es lo poco que desvela de su obra. Días antes de conversa con Cordópolis. Y, entre otras cuestiones, aprovecha para hacer hincapié en una idea: “Como miembros de la Iglesia que somos, debemos dar ejemplo de ello”.

PREGUNTA. Pregonero de Juventud, tres palabras importantes. ¿Cómo acogiste tu designación?

RESPUESTA. Lo recibí con muchísima ilusión. Desde la primera llamada de la vocal de Juventud hasta cuando, posteriormente, Manuel Murillo, presidente de la Agrupación, me confirmó que había sido ratificado fue una alegría. Enseguida se lo comuniqué a mis personas más cercanas y sentí su fuerza y apoyo, y esa voluntad que desde primera hora hay que tener para afrontar el reto de pregonar, en este caso desde la juventud, la Semana Santa de Córdoba.

P. Supongo que es un honor dar voz a los jóvenes cofrades. ¿Es más ese sentimiento u otro de responsabilidad?

R. Creo que tiene aspectos de ambas. Pronunciar cualquier tipo de pregón o exaltación es un honor y un privilegio. Al fin y al cabo, en mi caso, la Agrupación de Cofradías te da la oportunidad de poner voz a tantos jóvenes cofrades que actualmente estamos en las hermandades y expresar nuestra perspectiva, nuestras experiencias y devociones. A la vez, también es una responsabilidad. La Agrupación confió en mí y deseo estar a la altura. Lo he preparado con muchísimo rigor y con la mirada puesta en dar un pregón de la calidad que Córdoba merece.

P. A tus 21 años tienes ya una gran trayectoria cofrade. ¿Qué significado tiene para ti y en tu vida este aspecto?

R. Diría que las cofradías tienen un gran peso en mi vida. Actualmente estoy vinculado a varias hermandades. Desde muy pequeño me vinculé a la primera, por lo que no es una cosa reciente. Mi afecto hacia las cofradías y a los titulares que venero y la fe que profeso es una cosa que he ido cultivando.

P. Estás vinculado a varias hermandades y otras agrupaciones. ¿Por qué elegiste tu relación con cada una de ellas?

R. La que puedo considerar mi hermandad de nacimiento es la de San Rafael Arcángel de Villaharta. La mayoría de mi familia materna reside allí y está muy ligada al pueblo, del que San Rafael es una gran devoción. Al poco tiempo de nacer adquirí mi condición de hermano. Posteriormente, tras entrar en el Colegio Divina Pastora hice amigos, esos de la infancia que tanto marcan, y uno era hermano de la Sentencia. A los cuatro años convencí a mis padres para que me hicieran hermano. Hada el día de hoy. En 2021 decidí hacerme hermano de la Divina Pastora de Capuchinos, que puedo decir que es mi gran devoción. Y desde hace tres años ostento el cargo de vocal de Juventud. También, posteriormente, me hice hermano del Cristo de la Confianza, que es una imagen a la que desde pequeño le guardo muchísimo afecto, pues gran parte de mi familia es de Ciudad Jardín. En 2022 se fraguó una fraternidad y un proyecto de futura hermandad y mi madre y yo decidimos entrar. Y, finalmente, soy hermano de la Divina Pastora de Cantillana, a la que llegué gracias a unos amigos y cuya imagen me cautivó desde el primer momento.

P. Como dices, formas parte de la Fraternidad de la Confianza. ¿Qué te parece la irrupción de pro-hermandades y nuevas cofradías?

R. Lo veo con una visión positiva. Creo que todo lo que venga a enriquecer nuestra Semana Santa debe ser siempre bienvenido. Ahora bien, opino que no todo vale. Creo que muchas veces en las cofradías, y en la vida en general, pecamos de poca paciencia. En resumen, creo que suman valor a nuestra Semana Santa, pero siempre que su objetivo sea hacer una cofradía desde los cimientos de la manera más adecuada.

P. En relación con el Pregón, hasta donde pueda saberse… ¿Qué mostrarás el sábado?

R. No soy de adelantar nada del Pregón, ya que creo que uno de los alicientes más importantes es el factor sorpresa. Sí puedo decir que he estado trabajando para que sea un texto emotivo, que llegue a los asistentes y estos se vean reflejados en mis palabras. También puedo decir que en mi exaltación no estaré solo. He incluido otro tipo de artes, que, seguro, dotarán de mayor esplendor al acto.

P. Las nuevas generaciones son fundamentales para las hermandades, ¿no? ¿Qué percepción tienes de la juventud cofrade?

R. En mi opinión, toda hermandad que da la espalda a la juventud está condenada a decaer. Las hermandades deben tener muy en cuenta y cuidar a su juventud, porque somos portadores de nuevas ideas que las enriquecen. Esto conlleva la responsabilidad y el deber de dejarnos enseñar, de respetar a las personas con más experiencia y de no estar ansiosos de poder. Lo que debemos hacer es servir y ayudar, mirar por la cofradía. Creo que la juventud tiene un gran peso y que la gran mayoría de las hermandades, desde hace tiempo, se ha dado cuenta de que es algo que debe cuidar.

P. Sobre la Semana Santa de Córdoba, ¿cómo ves su evolución en los últimos años?

R. Desde mi punto de vista, ha crecido. Pienso que hay una tendencia de dar de lado a la mediocridad, el conformismo, y que muchas cofradías aumentan su patrimonio con la mayor calidad posible, También se está velando mucho por el culto tanto externo como interno de cada una de las parroquias. Y luego un aspecto es crucial, la obra social. Las hermandades se ven con la fortaleza y la capacidad de cada vez más afrontar mayores iniciativas solidarias. Mi balance de los últimos años es muy positivo, tanto en lo patrimonial como en lo humano.

P. En los últimos meses parece que decayó el debate sobre la Madrugada. ¿Crees que la ciudad la requiere?

R. Como ya he dicho, todo lo que sea engrandecer nuestra Semana Santa, sea siempre bienvenido. Pero eso no se puede hacer de cualquier forma. Vaya por delante que creo que no hay que hablar de si Córdoba debe tener Madrugada, sino de si debe agrandarla. Porque ya tiene Madrugada, tenemos una gran cofradía como es la Buena Muerte. El debate que surgió en los últimos años a la larga puede ser un proyecto que enriquezca mucho nuestra Semana Santa, por lo que lo veo con buenos ojos. Pero también pienso que no se puede hacer de un año para otro. La Córdoba cofrade actual creo que no está acostumbrada a ver cofradías a altas horas de la noche. Ahora mismo, si se hace de una manera rápida, creo que no sería viable. En un futuro puede llegar a cuajar y puede ser un gran atractivo.

P. Por terminar: ¿Qué hace especial a la Semana Santa de Córdoba y qué crees que debería cambiar o mejorar?

R. Diría que una de las cosas que la hacen más especial es Córdoba. Creo que tenemos la suerte de vivir en una ciudad con unos rincones únicos, con unas calles que no dejan indiferente a nadie. Y creo que el transcurrir de las cofradías por nuestra ciudad es lo que la hace única. A esto se suma que en la nómina de hermandades de nuestra Semana Santa hay algunas únicas, que han sobrevivido a años y conservan mucha idiosincrasia de épocas antiguas y aspectos muy personales. Qué debe mejorar, aparte de que en el patrimonio material siempre hay cosas que restaurar y hay que velar por su conservación, creo que lo primordial es el factor humano. Me duele mucho cuando en las cofradías hay personas que anteponen sus intereses al de la hermandad, o situaciones personales a lo que la hermandad requiere. Es uno de los puntos que debemos tener en cuenta. Como miembros de la Iglesia que somos, debemos dar ejemplo de ello.