La ‘luz del Rey’ anuncia la primavera en la Necrópolis de Arteara

Un total de 75 personas participarán hasta este sábado en la comprensión del contexto patrimonial del fenómeno lumínico de la salida del sol en el equinoccio de primavera desde la Necrópolis de Arteara, en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), gracias a La luz del Rey, una de las citas del programa Yacimientos Estrella que organiza el servicio de Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo insular, adscrito a la Consejería de Presidencia que coordina Teodoro Sosa. El cupo de plazas está completo, indica el Cabildo.
Desde la Necrópolis de Arteara, y rodeados de los restos humanos de la sociedad aborigen que pobló este barranco, la llegada de la primavera convocó un año más a la ciudadanía para compartir la ancestral observación de su equinoccio. Al frente, los filos del sur de Amurga, desde donde el marcador lanza un haz de luz que, dice la gente del lugar, señala a la tumba del Rey.
En ese instante, los primeros rayos solares del día bañan al gran túmulo y anuncian el comienzo de la nueva estación, creando una relación especial con este impresionante paisaje y preparando para conectar emocional e intelectualmente con el sitio patrimonial. Además de la observación celeste, la actividad organizada por el Cabildo revela las claves de la ecología cultural que permite la conservación de estos ecosistemas.

Arteara se presenta como ejemplo de esta alianza entre comunidad y entorno, dominado por un palmeral a cuya sombra crecieron cultivos de siembra. Una muestra de convivencia ecológica y sostenible, maneras amables de querer y entender la Isla. La actividad es gratuita e incluye traslados en guagua desde Las Palmas de Gran Canaria.
La Necrópolis de Arteara ocupa un territorio de dos kilómetros de largo por uno de ancho. Está situado junto al pueblecito de Arteara, en un paraje en el que contrasta el color verde del palmeral con la dureza de la roca, lo que le confiere una singular belleza, según se apunta en el portal patrimoniohistorico.grancanaria.com del Cabildo.
Este yacimiento funerario prehistórico, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), lo conforman más de un millar de estructuras tumulares. Un porcentaje muy elevado de las estructuras son túmulos simples, es decir, un espacio funerario protegido luego por un amontonamiento de piedras.
No obstante, no presentan una homogeneidad total, sino que su adaptación a las características del terreno hace que existan ciertas diferencias entre ellos (túmulos exentos, adosados a afloramientos rocosos, etcétera), adoptando formas troncocónicas u ovoides, entre otras. La deposición de un sólo cadáver en cada una de estas estructuras parece ser el hecho más habitual, aunque también existen ejemplos en los que se localiza más de un individuo.
Una muralla elaborada en piedra seca, y de la que aún se conservan algunos tramos, circunda toda la necrópolis. La existencia de este elemento de definición reafirma el carácter simbólico que Arteara, al igual que el resto de los conjuntos sepulcrales, debió de tener para los habitantes prehistóricos de Gran Canaria. según se apunta en el portal patrimoniohistorico.grancanaria.com del Cabildo.
0