Anticipo a cuenta

Banderas de España y de León en el puente de los leones.

Transcurrido ya algún tiempo desde el inicio de nuestra colaboración con ILEÓN, y ante la posibilidad de que al calor de este medio digital, un día pudiéramos ser pasto de lectores impenitentes, quisiéramos dejar plasmada nuestra línea de opinión, línea que podrá estar acertada o no, pero siempre estará orientada a perseguir la verdad. La verdad es subjetiva y poliédrica pero nos complace apuntalar nuestras verdades con argumentos, sean éstos políticamente correctos o disten mucho de serlo.

En nuestro caso no concurren ni la excelencia periodística, ni la erudición histórica, ni el virtuosismo literario, sencillamente aspiramos a ser la voz del transeúnte que deambulando por la calle, tan sólo pretende desentrañar la realidad, concepto no siempre claro ni aparente. Sentimos la vocación de escribir mirando hacia delante, hacia el futuro, aunque en ocasiones lancemos una ojeada retrospectiva, hacia el pasado, siempre que éste pueda resultar esclarecedor y provechoso. Nuestro ámbito primordial es el sufrido País Leonés, sin que ello signifique que de vez en cuando no alcemos la vista por encima de la tapia para dar nuestra versión acerca de lo que pasa allende nuestras fronteras, por si acaso una mirada a media o larga distancia pudiera reportar algo interesante.

Hecho este largo exordio, pasamos a detallar algunas de las líneas maestras que presidirán nuestra labor 'epistolar'. La primera de ellas es alcanzar la Autonomía Leonesa, siempre por medios pacíficos y legales, lo que no quiere decir que lo hagamos de forma contundente y hasta expeditiva, pero siempre sin golpes bajos ni patadas en la espinilla y, como ya hemos adelantado antes, sin faltar nunca a la verdad. Con estas premisas echaremos mano de todos los recursos que se estimen precisos y no escapen a nuestras limitadas entendederas.

No gustamos de exabruptos o descalificaciones personales o colectivas, incluso descartaremos palabras gruesas u ofensivas, pero nuestro compromiso es con nuestra gente y, sin menospreciar al resto, defenderemos por tierra mar y aire nuestro terruño con toda la firmeza  que nos sea posible alcanzar, punto éste en el que nos gustaría encontrar el amparo y el aliento de toda la ciudadanía leonesa, aunque somos muy conscientes de que ésta es misión de todo punto inalcanzable.

Reconocimiento leonés en España

Entendemos que la histórica Región Leonesa, que anhelamos ver con el lustre y esplendor de su autogobierno propio, está encuadrada en el Estado Español, en igualdad de derechos y deberes al resto de autonomías existentes, incluidas claro está, las autonomías declaradas históricas, con todas sus atribuciones. Nadie como el País Leonés o Asturias para arrogarse el título de históricas, pero siendo que Asturias ya goza del status de Comunidad Autónoma, y siendo que la heráldica nacional nos reconoce como uno de los cuatro pilares de España, como así lo acredita en su escudo nacional, resulta aberrante que nos hayan convertido en un mero apéndice nominal de otra comunidad que en modo alguno acredita mayores méritos que la nuestra.  

Con estos principios, nuestro ámbito territorial se circunscribe inexcusablemente a las tres provincias: León, Zamora y Salamanca, porque las tres constituyen la columna vertebral de un proyecto histórico que se remonta a más de mil años de antigüedad, sin admitir particiones extra o intraprovinciales y sin que quepa entre ellas ningún orden de superioridad o prelación que no sea el fonético. Es de sobra conocida la idea, o al menos así trasciende a la opinión pública, que la pulsión por la causa leonesa se difumina tanto cuanto más al sur. Creemos razonadamente que, a pesar de existir motivos para esta aparente o real desafección, el proceso es susceptible de revertirse y así trataremos de exponerlo en posteriores artículos de opinión.

Y para no extendernos demasiado, aportamos algunos principios informadores de nuestra orientación ideológica y reivindicativa. Como ya hemos mencionado queremos mirar al futuro, es decir, no anclar al Reino de León los fundamentos de nuestra demanda, legítima por otra parte, pero que no puede quedar circunscrita a 320 años de historia y casi mil de antigüedad, por más brillo que haya podido alcanzar. Hay otros recursos que se nos antojan tan importantes, si no más que un Reino, unos Decreta o Fueros otorgados en su día. La lengua asturleonesa con sus variantes como el Asturianu o el Mirandés así lo acreditan, al igual que la institución de las Juntas Vecinales o los pendones que, a diferencia de los argumentos más socorridos, siguen vigentes hoy aunque no atraviesen por su momento de más auge.

Y queremos acabar este texto con dos aspectos capitales que presiden e impulsan nuestra cruzada, cuales son detener la sangría demográfica y revertir la situación de penuria económica por la que atraviesa nuestra región, merced a errores propios y ajenos propiciados por elementos de nuestra patria chica y foráneos, como viene sucediendo con todo el Noroeste de España. Con todo lo expuesto, bajo preceptos de Libertad, Igualdad y Fraternidad, deseamos el engrandecimiento y bienestar social de todos los leoneses y en esa tarea emplearemos todas nuestras energías. 

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