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Cinco diferencias y cinco similitudes entre los dos intentos de encontrar a Lorca

Un georradar empieza la búsqueda en el paraje donde podría estar García Lorca

Miguel Gómez

El pasado viernes 29 de noviembre el Director General de Memoria Democrática, Luis Naranjo, presentaba el comienzo de los trabajos arqueológicos en el Peñón del Colorado, en el municipio granadino de Alfacar. Se calcula que en la zona puede haber alrededor de 3.500 fusilados durante la Guerra Civil enterrados en fosas comunes por localizar, pero los focos se fijan en uno: Federico García Lorca. Hace cuatro años, otra investigación excavó en la zona del parque en la localidad de Víznar que lleva el nombre del poeta, no encontrando más que roca tras meses de titulares y polémicas. El perfil de esta, quizás por la “decepción” de entonces –que Naranjo, que entonces no estaba al frente del departamento, no admite como tal–, empieza mucho más bajo pero con la suficiente expectación. Y aunque ambas excavaciones se parecen, hay tantas diferencias como parecidos:

La diferencias:

La investigación histórica: Hace cuatro años la investigación de referencia era la de Ian Gibson, basada en los trabajos de Agustín Penón, que señalaban el punto donde actualmente se encuentra el Parque García Lorca de Víznar. Los hechos de 2009 incluso pusieron en duda las investigaciones de Gibson, hasta aquel momento la referencia internacional en el caso. Ahora se trata de una investigación de Miguel Caballero, especialista en Lorca en tanto que historiador de su localidad natal, Fuente Vaqueros, que se basa en los trabajos de Eduardo Molina Fajardo, periodista falangista con mucho mayor acceso a las fuentes que el foráneo Penón, aunque no garantiza nada. Molina Fajardo, eso sí, si se ha demostrado fiable en cuanto a su censo de los fusilados de la tapia del cementerio de San José en Granada capital, protegido como Lugar de la Memoria.

El lugar: El Peñón del Colorado esta aproximadamente a un kilómetro de distancia del Parque García Lorca y el monolito que recuerda a Lorca y sus compañeros fusilados. Naranjo sostiene que es todo la misma investigación, ya que todo el área, la carretera de Víznar-Alfacar, es Lugar de la Memoria. Sin embargo, Molina Fajardo en su momento y Miguel Caballero ahora eligen el Peñón por estar situado junto a un antiguo campo de entrenamiento de los sublevados durante la Guerra Civil.

La iniciativa: Nace del mencionado Miguel Caballero y sus trabajos sobre fusilados en la zona y del arqueólogo que dirigirá los trabajos, Javier Navarro, que hace un año y medio estaban dispuestos a financiar de sus propios bolsillos la investigación, sólo con el permiso del Ayuntamiento de Alfacar. En 2009 todo partía de la iniciativa de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica (AGRMH) y los familiares de los fusilados junto a Lorca: el maestro republicano Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas –este último, sin familia viva, reclamado por la CGT como “familia política”–.

Los promotores: La propia AGRMH, con una subvención de la Consejería de Justicia de 60.000 euros, dirigió los trabajos. Ahora lo hace directamente la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Memoria Democrática, que gastará 10.000 euros en el conjunto de todas las investigaciones.

La administración: Hace cuatro años, una consejera de Justicia del PSOE, Begoña Álvarez, era la competente en el asunto a través del Comisariado de Memoria Histórica, que ostentaba Juan Gallo. Ahora la Dirección General de Memoria Democrática de Luis Naranjo está adscrita a la Consejería de Administraciones Públicas, dirigida por el vicepresidente Diego Valderas, de IU.

Los parecidos:

Lorca es el objetivo: La Junta ahora y la AGRMH entonces siempre han insistido en que Lorca es sólo “una víctima más”. De hecho, hace cuatro años se insistía en que Galindo, Galadí o Arcollas eran las prioridades para la identificación, ya que…

La decisión sigue siendo de las familias: Memoria Democrática aclaraba este viernes que sólo existen 10 peticiones de familias que quieren recuperar los cuerpos de sus fusilados, entre las que no está la de García Lorca. Igual que hace cuatro años.

La expectación mediática: Que la negativa de los Lorca a buscar a su ilustre ancestro no disminuye. Hoy por hoy sigue siendo una de las víctimas más célebres de la represión franquista. Los investigadores y los responsables políticos pasaron más tiempo negando que se excave allí porque pueda estar él que explicando los detalles de la operación.

El método: La excavaciones son sota, caballo y rey. El georradar y los sondeos comprueban si el terreno ha sido removido, se delimitan las posibles fosas, se hacen las catas y, finalmente, se excava y se exhuman los cuerpos. No hay más. Otra cosa es que al final no haya nada, como en 2009.

La Junta de Andalucía (y los tribunales): Es necesario el permiso de un juez para exhumar y la administración competente es la comunidad autónoma. Cuando llegue el momento, si llega y no hay familias que presenten su propia petición, Memoria Democrática se presentará ante el juez para solicitar los permisos de excavación.

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