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Un jefe de Mossos a sus agentes tras la mutilación de Ester Quintana: “¿Tú has tirado bolas?”

Ester Quintana a la llegada a los juzgados

Oriol Solé Altimira

El día que Ester Quintana perdió un ojo los Mossos d'Esquadra estuvieron fuera de control. Así se ha puesto de manifiesto en la tercera jornada del juicio contra el subinspector y el escopetero de los Mossos d'Esquadra acusados de reventar el ojo Quintana con una bala de goma. Una testigo ha explicado que, casi dos horas después de la mutilación de Quintana, oyó a un jefe de los antidisturbios de la polícia preguntar a sus agentes si habían disparado balas de goma. “¿Tú has tirado bolas?”, fue la pregunta. La testigo no oyó ninguna respuesta clara.

La testigo, en una declaración como prueba preconstituida, ha explicado que, sobre las 22:30 de la jornada de huelga general del 14 de noviembre de 2012, oyó una conversación entre un jefe de los antidisturbios y tres agentes que se encontraban frente a una parada de autobús de la plaza Universtat, a tres calles del cruce donde Quintana perdió un ojo.

“¿Tú has tirado bolas?”, preguntó el responsable policial a tres de sus agentes. La testigo no ha logrado recordar ningún nombre concreto que se emitiera como respuesta. También ha explicado que el responsable policial inquirió si un policía -cuyo nombre no recuerda, pero apunta a que podría ser Tomás- también lo había hecho. La conversación entre el jefe de antidisturbios y los agentes tuvo lugar casi dos horas después de la mutilación de Quintana, cuando los antidistrubios ya se estaban quitando los chalecos y se retiraban.

Para lanzar una bala de goma, cualquier agente debe recibir la perceptiva autorización previa del jefe de la policia catalana, que el 14 de noviembre de 2012 era Manel Prat. La declaración de la testigo vuelve a poner sobre la mesa la posibilidad de que los antidisturbios disparasen balas de goma sin la autorización pertinente.

Si bien esta convesación no resulta clave a la hora de determinar la autoría de la lesión de Quintana -las pruebas periciales resultarán fundamentales- la testigo vuelve a dejar contra las cuerdas a la conselleria de Interior. La Generalitat, tras varias versiones, ha admitido que fue un objeto policial el que hirió a Quintana, pero nunca ha reconocido que fuera una bala de goma.

En un primer momento, el exconseller Felip Puig aseguró que no se habían lanzado balas de goma en toda la jornada. Sin embargo, una prueba pericial durante la fase de instrucción determinó que la lesión de Quintana era compatible con este tipo de arma.

El objeto policial que hirió a Quintana es la clave del juicio. Quintana, en su declaración de este martes, sostuvo que vio un agente con “un arma grande” antes de recibir el impacto que la dejó sin ojo, lo que reitera una vez más la tesis de la bala de goma como arma mutiladora, tal y como defienden también la fiscalía, el juez instructor y los informes forenses.

Por contra, la defensa de los Mossos intentará demostrar que los acusados no ordenaron ni realizaron los disparos y que Quintana pudo resultar herida por el lanzamiento de otro proyectil policial de 'foam', y no por una bala de goma. Aunque no convenzan al tribunal de este extremo, sembrar la duda a los togados es un paso clave para la absolución del subinspector y el escopetero acusados, puesto que no puede haber condena sin determinar el autor material de las lesiones. Es un principio básico de la justicia: in dubio, pro reo (en caso de duda, a favor del acusado).

Los sanitarios cuestionan que fuera una bala de goma

Este miércoles también han declarado ante la sección tercera de la Audiencia de Barcelona el enfermero y el técnico del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) que atendieron a Quintana pocos minutos después de perder el ojo. Los dos sanitarios han cuestionado que el objeto policial que hirió a Quintana fuera una bala de goma, al contrario del informe forense, que sostiene que la herida de Quintana es compatible con este tipo de armamento policial.

Los sanitarios han explicado que habían acompañado en otras ocasiones a los dispositivos de antidisturbios. Su experiencia con lesiones de balas de goma se limita a un impacto en el muslo, en el caso del enfermero, mientras que el técnico sí había atendido un impacto en el ojo de bala de goma. “Las lesiones que tenía la mujer [Ester Quintana] no se parecían en nada” ha dicho.

Otra testigo, una compañera que se separó de Quintana segundos antes de la mutilación, ha avalado las dos detonaciones antes de perder el ojo que Quintana recordó este martes. De hecho, ha usado su misma expresión. “Fueron disparos bastante seguidos, un 'pum, pum'”, ha declarado.

Todos los testigos han reiterado que no había altercados en la zona. “Nos sorprendió que aparecieran furgonas en una zona tan tranquila”, ha dicho la compañera de Quintana. Una periodista que se encontraba en Gran Via con Passeig de Gràcia haciendo una conexión en directo ha explicado que el tráfico en la Gran Via se había reabierto cuando aparecieron “de repente” tres furgonetas policiales y empezaron a dar vueltas a la fuente. “Oí un disparo fuerte y cerca”, ha añadido.

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