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La Guardia Civil devuelve en caliente a varios migrantes en la valla de Ceuta

Fotograma del vídeo del Faro de Ceuta sobre el salto a la valla del espigón de Benzú, del 04 de junio de 2016. La marca roja es añadida. | Faro de Ceuta.

Desalambre

Este sábado ha vuelto a haber devoluciones sumarias en la frontera española con Marruecos, expulsiones ilegales según recordó la ONU a España solo hace una semana. Un vídeo del Faro de Ceuta, medio local presente en el intento de entrada, recoge cómo la Guardia Civil entrega a varios migrantes que habían logrado superar la alambrada a los agentes marroquíes, a través de una puerta en el vallado. Solo nueve personas, una de ellas un menor, lograron permanecer en territorio español tras bajar de la valla. Estuvieron encaramados en lo alto ocho horas, pese al peligro y el fuerte viento en la zona.

Desde lo alto de la alambrada, donde se subieron “19 migrantes”, según el Faro de Ceuta, los jóvenes hacían señas a los agentes españoles. Indicaban hacia Marruecos y negaban con la cabeza y con las manos. No querían regresar. Un chico se pasa el dedo por el cuello, para comunicar un peligro de muerte si vuelve a territorio marroquí.

Sin embargo, según este medio, la Guardia Civil entregó 10 personas a las fuerzas marroquíes cuando descendieron de la valla. En un vídeo, se puede observar de manera clara la entrega de cuatro personas. Las nueve restantes sí consiguieron permanecer en España, tras ser atendidas por la Cruz Roja.

Según explicaron a eldiario.es fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta este sábado, “unos 200 inmigrantes” protagonizaron un intento de entrada a España, pero “150 fueron repelidos por los agentes marroquíes”. De las otras cincuenta personas, las fuentes oficiales indican que “solo nueve” lograron acceder a territorio español. Ante las pruebas gráficas de las devoluciones automáticas, la Delegación del Gobierno no ha respondido a este medio.

Cruz Roja en Ceuta indica a eldiario.es que atendieron a “nueve personas, una de ellas un menor de edad” con heridas leves, la mayoría por cortes fruto de las concertinas y cuchillas de la valla. Ninguna de ellas requirió traslado a un centro sanitario. Fuentes de la ONG indican que “fuimos a la zona cuando nos llamaron” y que, cuando llegaron, ya solo quedaban esas nueve personas sobre la valla.

Acnur reprendió a España la semana pasada

El pasado 27 de mayo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) instó a España a “poner fin a las devoluciones automáticas en Ceuta y Melilla”. El organismo se refirió en concreto a las devoluciones en caliente de 30 personas del 26 de mayo, que el Gobierno justifica con su concepto de “rechazo en frontera”. La ONU recuerda al Ejecutivo dirigido por Mariano Rajoy que su reforma de las expulsiones en Ceuta y Melilla, a través de la denominada 'Ley Mordaza', “no avala las devoluciones automáticas al hacer referencia expresa a las obligaciones internacionales que debe cumplir España en materia de derechos humanos y protección internacional”.

En las devoluciones sumarias –también llamadas devoluciones en caliente– las autoridades devuelven a una persona que ha entrado de manera irregular a un país sin las obligadas garantías legales. Abren las puertas de la valla que comunican en este caso España y Marruecos y los expulsan inmediatamente. Como si no hubieran llegado nunca: no les preguntan su nombre, ni les dan la oportunidad de pedir asilo o expresar cualquier otra cuestión.

Por ello, las normas nacionales e internacionales prohíben estas expulsiones: las autoridades podrían expulsar a una persona cuya vida corra peligro, por ejemplo.

Aunque el Gobierno reformó la ley el pasado año con la intención de legalizar estas expulsiones en las vallas de Ceuta y Melilla, tras la presión social y de la ONU, al final acabó introduciendo una mención a la obligación de cumplir los tratados internacionales en materia de derechos humanos. Acnur recuerda, por tanto, que los agentes españoles actúan fuera de la ley en estos casos porque no respetan esta disposición.

“Estas prácticas y la interpretación de la enmienda realizada por las autoridades españolas no son acordes con la legislación internacional y europea que expresamente prohíben las expulsiones colectivas y sin garantías”, condena Acnur en su comunicado. El organismo subraya su “preocupación por lo que parece ser una práctica creciente en las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta, donde se han registrado al menos seis incidentes de esta naturaleza desde noviembre de 2015”.

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