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Análisis Everybody’s Gone to the Rapture, testigos del final de los días

Everybody’s Gone to the Rapture

Daniel Moreno

Agosto es un mes difícil para todo aquel jugador ávido de nuevas propuestas, más que nada porque los lanzamientos escasean tanto como las tiendas de barrio abiertas o los coches circulando por las calles de Madrid. Si a esto le unimos que concretamente durante este mes de agosto buena parte de los lanzamientos son refritos y remasterizaciones como Legend of Kay: Anniversary, Zombi, Risen 3: Titan Lords - Enhanced Edition y las versiones para PS4 de Goat Simulator y Brothers: A Tale of Two Sons… pues apaga y vámonos, casi dan ganas de desenchufar la consola hasta que septiembre llame a la puerta para insuflarle algo de vida.

Por suerte hay un título que rompe esta norma. Se trata de Everybody’s Gone to the Rapture, la nueva propuesta interactiva de los chicos de Thechineseroom, responsables de títulos indie tan reconocidos y dispares como Dear Esther y Amnesia: A Machine for Pigs. Y ojo, decimos lo de ‘nueva propuesta interactiva’ porque aún no sabemos muy bien cómo clasificar Everybody’s Gone to the Rapture. ¿Es una aventura gráfica? ¿Una novela interactiva? ¿Qué demonios es?

Everybody’s Gone to the Rapture es en definitiva una historia puesta a los pies del jugador para ser descubierta despacio, para ser saboreada a conciencia sin que nada se entrometa en su desarrollo, sin que nada nos despiste. Y como tal acaba siendo una propuesta no apta para todos los públicos, aunque si tú eres de esos que siempre anda buscando nuevas experiencias, que no se conforma con lo ya visto mil veces hasta ahora, seguramente te interese seguir leyendo.

Nos encontramos ante una obra muy hermosa en su forma y realmente ingeniosa en su fondo. Nos explicamos: Everybody’s Gone to the Rapture te suelta frente a un pequeño pueblecito típicamente inglés aparentemente deshabitado tras una catástrofe desconocida, sólo que dicha catástrofe no ha dejado la marca habitual en forma de destrucción y miseria. Absolutamente todo está bajo un aparente inmovilismo, como si de repente la gente se hubiera evaporado sin dejar rastro alguno más allá de sus auras, de pequeños fantasmas cuya historia podemos descubrir si prestamos oído. Sabemos que hubo una evacuación de emergencia pero, ¿realmente pudieron escapar a lo que sea que ocurrió aquí?

La libertad para descubrir las diferentes historias que dan forma a la trama central del juego es absoluta. Cada jugador podrá decidir en todo momento por donde va, qué es lo que quiere explorar y el ritmo al que quiere hacerlo, de forma que, aunque siempre sea pausado, podremos movernos despacio, dejando que el entorno nos cale y se abra a nosotros, o bien podremos correr de un lado a otro intentando resolver su misterio cuanto antes. Evidentemente, recomendamos encarecidamente la primera opción: Everybody’s Gone to the Rapture merece ser descubierto sin prisas, sumergiéndonos en la trama casi de forma orgánica.

No vamos a hablar más sobre la faceta argumental del juego porque sería un crimen, un asalto al lector. Basta decir que como jugador no sabemos quiénes somos, si formamos o no parte en los hechos que derivaron en la completa desaparición de todo rastro de vida humana, o si nos alguien nos conocía siquiera en este pueblo. ¿Y si solamente somos nosotros mismos, un usuario de Madrid, Barcelona, Valencia, etcétera transportado sin más dentro de esta historia? ¿Qué tendría de malo?

Para avanzar podemos como decimos seguir la pista de los ‘fantasmas’, descubriendo hechos que ocurrieron en un momento determinado y que aparentemente se han quedado grabados en el tiempo. Otra forma de saber más es ir encontrando las diferentes radios repartidas por el escenario, las cuales son fáciles de descubrir si avanzamos escuchando con atención.

Hablemos ya de su fachada, por así decirlo. Everybody’s Gone to the Rapture es un título visualmente hermoso que además cuenta con un apartado sonoro envidiable. Deambular por este pueblo y sus alrededores es una auténtica delicia gracias a que desde Thechineseroom han sido capaces de aprovechar las virtudes técnicas del CryEngine de Crytek, ofreciendo un resultado fotorealista en ciertas ocasiones, con unos efectos de iluminación sobresalientes que varían para adaptarse a la narración. Por otro lado, además de contar con subtítulos, viene perfectamente doblado al castellano para que no perdamos detalle alguno, algo importante si tenemos en cuenta que cada diálogo o mensaje de radio sólo podremos escucharlo una vez. Por eso como decimos es imperativo avanzar saboreando cada paso que demos.

¿Pegas? Claro que las hay. La más grave de todas ellas es la escasa interacción con el entorno. Es un tanto doloroso comprobar que tenemos a nuestros pies un pueblo bellamente recreado con todo lujo de detalles y que sin embargo no podamos ni pegarle una patada a una silla. No decimos que sea necesario ir por ahí haciendo el cabra, pero es que salvo por las puertas, las radios y las auras de las personas no hay absolutamente nada con lo que podamos interactuar.

Lo mejor:

  • Audiovisualmente destila belleza por los cuatro costados. Es una delicia explorar sus entornos, descubrir cada pequeño detalle paso a paso.
  • Experimenta con la narrativa presentando una trama misteriosa que cada jugador puede descubrir a su ritmo y de forma completamente libre.
  • Perfectamente subtitulado y doblado al castellano para que no perdamos detalle.

Lo peor:

  • Aunque vayas sobre aviso su ritmo pausado puede llegar a exasperar. No es un juego para todos ni para cualquier momento.

Conclusiones

Conclusiones Análisis Everybody’s Gone to the Rapture, testigos del final de los días

En definitiva nos encontramos ante un título peculiar, que será capaz de ganarse el corazón de no pocos jugadores y la indiferencia de otros tantos (seguramente de la gran mayoría). El motivo es simple: es una propuesta que destila ingenio, que cumple perfectamente con su cometido sumergiendo al jugador en una historia de misterio realmente interesante… sin embargo su ritmo pausado y su falta de ‘acción’, dos elementos cruciales para hacer de Everybody’s Gone to the Rapture lo que es, también son su peor enemigo.

Ahora bien, si eres de esos que disfrutan con la narrativa, que disfrutan explorando y desentrañando poco a poco y a conciencia los entresijos de un videojuego, la nueva propuesta de Thechineseroom tiene lo que hay que tener para cautivarte. Tiene fuerza, tiene belleza, tiene un gusto exquisito y lo más importante; presenta todas sus cartas de forma muy cuidadosa, demostrando que los videojuegos indie siguen siendo un floreciente campo de pruebas para la experimentación, para ofrecer experiencias que de cualquier otro modo no podríamos disfrutar.

Por: Daniel Moreno

Análisis Everybody’s Gone to the Rapture, testigos del final de los días

08/12/2015

8 / 10 estrellas

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