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Opinión - España: una democracia atascada. Por Rosa María Artal

El Gobierno responde a Puigdemont que el Consejo de Ministros aprobará el sábado las medidas del 155

El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo.

Rodrigo Ponce de León

El Gobierno ha respondido a Carles Puigdemont con un claro portazo a su propuesta de diálogo, que considera “tramposo”, y sigue adelante con el artículo 155 de la Constitución. El ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, ha sido el encargado de trasladar en una declaración sin preguntas en el Congreso la respuesta a la carta con la que el president de la Generalitat de Catalunya respondió al segundo requerimiento de La Moncloa que supone seguir con los trámites para la intervención de la autonomía catalana por el Gobierno central.

“El presidente de la Generalidad no responde al requerimiento”, ha afirmado Méndez de Vigo: “No se ha contestado al requerimiento y se continuará con los trámites previstos para restaurar la legalidad en Catalunya y el orden constitucional, y frenar el deterioro que la inseguridad jurídica y política está causando la Generalidad”.

Tras este anuncio las caras de decepción de los diputados de ERC y PDeCAT era patentes en los pasillos del Congreso. El portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano, le pidió al Gobierno que reconsidere su posición ante “la oportunidad de defender la legalidad constitucional sin poner en marcha el 155” mientras que el republicano Joan Tardà se lamentaba de que el Ejecutivo rechazara “la propuesta de diálogo” de Puigdemont.

Este sábado se reunirá el Consejo de Ministros de forma extraordinaria para decidir las medidas que adoptará: tanto los miembros del Gobierno del PP como los partidos que le apoyan en este proceso, el PSOE y Ciudadanos, han reclamado que la activación del 155 tenga como objetivo convocar elecciones anticipadas en Catalunya “para devolver la legalidad autonómica”. Méndez de Vigo ha “agradecido el apoyo” a las fuerzas políticas que le acompañan en esta decisión.

Reunión para acordar las medidas

Responsables del Gobierno y del PSOE estaban reunidos pasadas las diez de la mañana para “cerrar definitivamente” las medidas que se tomarán en amparo del artículo 155 de la Constitución ante el desafío independentista del Gobierno catalán, según han informado fuentes de Moncloa.

El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, se entrevistó el pasado martes en el Palacio de la Moncloa con el líder socialista, Pedro Sánchez. Ayer lo hizo también con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. En teoría las líneas maestras de la intervención de la autonomía ya estaban acordadas entre los tres partidos pero se está negociando la profundidad de la medida y el tiempo durante el que se debe establecer la tutela central hasta recuperar el ordenamiento constitucional.

Los socialistas abogan porque la “intervención” de la Generalitat sea “muy, muy limitada y breve” con el objetivo de “recuperar la normalidad”. En el horizonte, El PSOE ve la convocatoria de elecciones. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, destacó la necesidad de que con el mecanismo constitucional se consiga “normalizar” la situación política de Catalunya y “la prestación de los servicios públicos”, entre los que incluyó el funcionamiento de la Cámara catalana. “Se trata también de que la democracia opere en Catalunya. El Partalment está totalmente suspendido”

Aunque Rivera no conoce aún las medidas que se pondrán en marcha porque no está directamente en las negociaciones que llevan el Gobierno y el PSOE, Rivera respaldó la actuación del Ejecutivo porque la respuesta de Puigdemont es un “chantaje” al Estado. “Una democracia no puede aceptar chantajes de nadie”, recalcó.

Una declaración de independencia inexistente

El president de la Generalitat ha reconocido, no obstante, que el Parlament no declaró la independencia el 10 de octubre en su respuesta al segundo requerimiento del Gobierno previo a la aplicación del 155. Sin embargo, Puigdemont no ha contestado a la petición del Gobierno de “volver al orden constitucional”, como se le exigía en el segundo requerimiento, y ha advertido de que el Parlament procederá a “votar la declaración formal” de independencia si el Estado “persiste en impedir el diálogo y continuar la represión”.

Esta asunción no explícita de que no se había aprobado la declaración de independencia en el Parlament le ha servido a otros partidos para pedir al Gobierno que no utilice el 155. El portavoz de En Comú en el Congreso, Xavier Domènech, aseguró que no entiende “que el Gobierno siga con el 155 por una declaración de independencia que no se ha producido. La respuesta del Govern deja dos cosas claras: que no hubo declaración de independencia [el 10 de octubre] y que se dejó en suspenso la Ley de Transitoriedad. La carta dice claramente que se apuesta por el diálogo”.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha mostrado su desacuerdo con el contenido de la carta de Puigdemont, que “amenaza con la independencia unilateral”, pero ha criticado que el Gobierno siga adelante con el artículo 155 el president de la Generalitat ha reconocido “que no hubo independencia”.

“Hay dos opciones: echar más leña al fuego o aportar soluciones. Y la solución pasa por un diálogo concreto. Nosotros defendemos desde hace años un referéndum pactado. Queremos derrotar el proyecto de los independentistas pero no por la fuerza”, ha resaltado Iglesias.

El portavoz del PNV en la Cámara Baja, Aitor Esteban, pidió que se diera una última oportunidad al diálogo antes de que se intervenga a la comunidad autónoma porque “la cuestión catalana demanda lo más normal en una democracia, que es sentarse a dialogar”. Sin embargo, desde las filas populares del Congreso, Rafael Hernando acusó al presidente de la Generalitat de “haber volado todos los puentes con su negativa a venir a dialogar en el Senado y en el Congreso y haber cerrado el Parlament a la oposición”.

Última oportunidad

El Gobierno había advertido al president que su carta de este jueves era una de las últimas oportunidades para responder claramente sobre la declaración de la independencia. Si no lo hacía, se activarían las medidas necesarias para suspender la autonomía de la Generalitat bajo el amparo del artículo 155 de la Constitución.

En la primera de sus cartas cruzadas de este semana, Puigdemont no aclaró si había declarado la independencia. Por ello el Ejecutivo central, que quería una respuesta de 'sí' o 'no' sobre si se había proclamado la república, activó el segundo requerimiento previo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. El president ha respondido este jueves tras recibir el aval de su partido, el PDeCAT, para declarar la independencia si se aplicaba el 155.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, puso en duda la oferta de dos meses de diálogo de la carta del lunes de Puigdemont. “Cualquier otra suerte de contestación, sea una carta o la simple reiteración de su discurso, no evitará el 155”, advirtió Sáenz de Santamaría el lunes.

Pese a este aviso, Puigdemont vuelve a apelar al diálogo y hace hincapié en que la prisión incondicional por sedición de los líderes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, no contribuye a rebajar la tensión.

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