‘Regenerator’ Rajoy. ¿Un ataque de ética o de cosmética?

Rajoy ha vuelto fuerte de su retiro veraniego. Sus caminatas merkelianas por Santiago de Compostela han renovado el fondo de armario de su argumentario.

Tres ideas clave: 1. La crisis se queda para los libros de historia. 2. Lo nuestro no es una recuperación. Lo nuestro es un milagro que se estudiará en las mejores escuelas de negocios del orbe. Y 3. El que se oponga a esta idea, que sepa que es un cenizo que merece la hoguera de los agoreros.

España no va bien. España está que se sale. Y ahora que España está que se sale, nuestro gran redentor de la Moncloa puede sacar la cabeza de los libros de contabilidad. Ahora que tenemos crédito, trabajemos contra el descrédito.

Toca pasar a la siguiente fase: la regeneración democrática de España. Así, a lo grande. Sin matices ni complejos. Toca aprovechar los meses que quedan hasta las elecciones para cambiar el sistema antes que nos lo cambien. Y si hay que hacerlo solos, pues se hace.

Y así, el Gobierno lleva las últimas dos semanas de agosto y lo que llevamos de septiembre con un ataque de democratitis tan entusiasta como chocante. Después de tres años aparcando sus planes de regeneración o votando en contra de todo lo que le planteasen al respecto, ahora sólo quiere que se hable de la elección directa de los alcaldes o de cómo dejar el número de aforados a su mínima expresión.

No abundaré en lo chapucero y oportunista que es querer cambiar a última hora las reglas de unas elecciones para favorecer tus candidaturas en las grandes capitales o de lo poco creíble que suena lo de quitar miles de aforamientos cuando casi todos los aforados son los jueces y fiscales de este país.

Lo que quiero subrayar es lo sospechoso y extraño de un mensaje tan abrumadoramente optimista y regenerador. ¿O no les choca a ustedes tanta euforia de “raíces vogorosas” los mismos días en los que las cifras demuestran un parón más que serio en la bajada del paro?

¿No será que el PP quiere que se hable de cualquier otra cosa que no sea el frenazo en el descenso del desempleo? ¿No será que el PP disfraza de ética lo que no es más que una operación de cosmética?

Les diría que lo qeu creo es que es más lo segundo que lo primero, pero me lo callaré, no vaya a ser que me llamen cenizo.