86 aniversario del asesinato del padre de la patria andaluza: “Blas Infante está en una fosa común y su asesino en un altar”
El contrasentido que supone que los restos de Blas Infante, padre de la patria andaluza, no hayan sido encontrados todavía, pero su asesino, el general Queipo de Llano, esté enterrado con honores en un sitio público como la Basílica de La Macarena, ha rondado este miércoles por el kilómetro 4 de la carretera de Sevilla a Carmona, el sitio donde fue fusilado la madrugada del 10 al 11 de agosto de 1936, lugar de cita cada año para recordar y ensalzar su memoria.
Todos los partidos con representación parlamentaria excepto Vox, además de otros que aún no la tienen, distintas organizaciones y personas a título particular hasta alcanzar el medio millar, se han dado cita en este punto que hoy día forma parte de un polígono industrial junto a la avenida de Kansas City de Sevilla, donde fue fusilado cuando las tropas franquistas comandadas por Queipo de Llano ya se habían hecho con el poder en Sevilla.
Por eso, muchas de las quejas de algunas de las personas que han participado en el homenaje han sido en esa línea, como la del portavoz de Por Andalucía, Juan Antonio Delgado, que ha pedido que se cumpla la Ley de Memoria Democrática y se retiren los restos del general franquista del templo sevillano, porque “no habrá normalidad democrática mientras los verdugos estén enterrados bajo los altares y el padre de la patria andaluza en una fosa común”.
El diputado socialista Rafael Recio ha criticado que la “falta de compromiso y conciencia” con la Ley ha impedido que hasta ahora se lleve a cabo el desalojo de los restos, aunque, preguntado por los años que el PSOE gobernó en la Junta y no aplicó la Ley en el asunto de Queipo de Llano, ha apelado a su condición de exalcalde de Camas (Sevilla), donde “hemos sido referentes en aplicación de políticas memorialistas, y si tenemos una ley referencia en Andalucía es fruto de gobiernos del Partido Socialista”.
Las críticas han llegado también en la voz de la líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, que ha lamentado que “el asesino de Blas Infante sigue enterrando con todos los honores en la Macarena, incumpliendo todas las leyes, al tiempo que Blas Infante sigue en una fosa común”.
“El cariño a su memoria”
Con todo, la cita de este miércoles en Sevilla ha servido para recordar la importancia en la historia de Andalucía de un hombre que murió con 51 años, del que hoy defiende su memoria, entre otros, la Fundación que lleva su nombre, cuyo vicepresidente es su nieto, Javier Delmas Infante, que ha agradecido “el cariño” con el que se trata la memoria de su abuelo, recordando que aquel día, mataron “al hombre, pero su sangre hizo fructificar su ideal”.
Su nieto ha sido el primero en depositar un ramo de flores a los pies del monumento a su abuelo, en un acto en el que se han escuchado pitos y algunas personas se han vuelto de espaldas cuando le ha tocado depositar su ramo a la delegada de la Junta en Sevilla, Susana Cayuelas, al criticar los asistentes así lo que consideran inacción de la Junta en torno a asuntos como el de Queipo de Llano o el refuerzo del andalucismo en las instituciones.
Moreno “recoge el legado de diálogo de Blas infante”
Desde la organización se ha pedido respeto en ese momento, sin que se reprodujesen los pitos cuando le ha tocado el turno al portavoz del Grupo Parlamentario Popular y vicesecretario general del PP de Andalucía, Toni Martín. Antes del acto, Martín señalaba que el Gobierno de Juan Manuel Moreno “recoge el legado de diálogo, consenso, acuerdo y respeto de Blas Infante”, y ha dicho que se trata de “un legado significativo de la forma de ser de los andaluces, que antepone el valor de la palabra frente a las imposiciones, y en defensa de la democracia y el andalucismo”.
Por su parte, para el líder de Andalucía X Sí, Modesto González, esta fecha “significa mucho de por qué Andalucía tiene que seguir en una lucha permanente”, y Rafael Recio defendía que en su partido “siempre hemos velado para que se materialice su ideario, esa realidad única, distinta, y es en lo que hemos venido trabajando durante 40 años”.
Teresa Rodríguez entendía que el día de hoy es clave para “recordar el testimonio de las luchas de este pueblo, que vienen de atrás, y guardan en el presente las mismas luchas, las mismas esperanzas, por el futuro de los andaluces”, para indicar Juan Antonio Delgado que “el andalucismo está más fuerte que nunca, máxima cuando nos enfrentamos a una legislatura de mayoría absoluta del Partido Popular, que nunca ha creído en el andalucismo”.
“Silencio y respeto”
En el acto, celebrado bajo un intenso calor, el patrono de la Fundación Blas Infante, Antonio Manuel Rodríguez, ha subrayado la importancia de la cita, celebrada “sin más protocolo que el silencio y el respeto por los que se dejaron la vida antes de tiempo”.
Ha indicado, como ejemplo de la represión franquista, que solo en Andalucía Occidental murieron más personas represaliadas por el franquismo que durante las dictaduras chilena y argentina, y ha calificado a Blas Infante como “un hombre digno, como todas las víctimas del franquismo”.
Otro de los patronos de la Fundación, Javier Escalera, ha recordado que el padre de la patria andaluza fue asesinado “por haberse atrevido a reclamar paz y esperanza bajo el sol de nuestra tierra”.
Asesinado tras nueve días arrestado
El 2 de agosto de 1936, las tropas franquistas al mando de Queipo de Llano sacaron a Blas Infante de su casa de Coria del Río, en Sevilla. Un grupo de cuatro hombres al que mandaba el sargento Crespo le trasladó al Ayuntamiento de la localidad con la intención de asesinarle de forma inmediata, en aplicación de la ‘Ley de Fugas’, pero la mujer de Blas Infante era sobrina del gobernador golpista Pedro Parias, y le convenció de que le mantuviese con vida. Sin embargo, no le permitió volver a verle, ni vivo ni muerto.
Estuvo arrestado en el cine Jáuregui, convertido en aquella época en cárcel por los sublevados, de donde fue sacado la noche del 10 de agosto junto al exalcalde de Sevilla José González Fernández de La Bandera, su teniente alcalde Emilio Barbero Núñez y los diputados socialistas Manuel Barrios Jiménez y Fermín de Zayas. Todos fueron fusilados en el mismo lugar.
Se cree que sus restos se encuentran entre los más de 1.100 cuerpos de la fosa común de Pico Reja, la más grande de España, en el cementerio de San Fernando de Sevilla.
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