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ENTREVISTA | Purificación Lapeña

“Escuchábamos a Franco inaugurar un pantano y mi padre decía: ‘Este hombre mató al abuelo”

Purificación Lapeña.

Óscar F. Civieta

Zaragoza —
  • Purificación Lapeña sigue intentando que se exhumen los restos de su abuelo y de su tío del Valle de los Caídos. Ante la inacción del Gobierno, ha denunciado a España ante la ONU

El abuelo y el tío abuelo de Purificación Lapeña (Zaragoza, 1957) fueron fusilados en los días posteriores al Golpe de Estado de 1936 con 44 y 39 años respectivamente. Sospecha que pueden estar enterrados en el Valle de los Caídos y, desde hace años, emplea muchos de sus esfuerzos en luchar por algo tan lógico como comprobarlo.

Consiguió una sentencia histórica que el Gobierno de España no ha cumplido, pero no se rinde. Su último paso ha sido denunciar a España ante la ONU. Asegura que no se trata de remover el pasado –como dicen algunos–, “ni siquiera es una cuestión de reconciliación o perdón… es justicia”.

¿Qué sabe del fusilamiento de su abuelo y de su tío?

Tanto mi abuelo como mi tío abuelo eran de Villarroya de la Sierra (Zaragoza). Mi abuelo era veterinario e inspector municipal y mi tío herrero, ambos estaban en la CNT. Cuando llegó el golpe de estado del 36, el cura de pueblo elaboró una lista de personas con ideas distintas. En los primeros días del golpe, vieron la bici de mi abuelo en la salida del pueblo. Los  falangistas y la Guardia Civil lo buscaron y se lo llevaron a Calatayud, donde estuvo preso unos días. De allí lo llevaron al barranco de la Bartolina y lo fusilaron. Mi tío huyó al monte, le dijeron que si se entregaba no pasaría nada y bajó, después le asesinaron en las tapias del cementerio de Calatayud. Mi tío tenía 39 años y mi abuelo 44

¿Por qué cree que su abuelo y su tío pueden estar en el Valle de los Caídos?

En realidad no tenemos ninguna seguridad, pero queremos que se compruebe. En el año 59 Franco mandó que llevaran allí a gente de toda España. De Calatayud se llevaron nueve cajas –señalizadas con el nombre de la localidad– con 80 restos. Con mi abuelo hay más dudas, pero es mucho más probable que mi tío sí esté porque tenemos un testigo.

¿Qué pasos han ido dando?

Desde la Fundación Arico, cuyo presidente es mi marido y que fue fundada en 2007, pedimos una subvención para exhumar en el Valle de los Caídos, pero se nos denegó. También tenemos formada la Asociación por la Exhumación Republicanos del Valle de los Caídos. En el 2012 contactamos con el abogado Eduardo Ranz, que es el que ha llevado el tema desde entonces.

El momento importante es en 2016 cuando el juez dicta la sentencia histórica y dice que hay que exhumar y que le corresponde hacerlo a Patrimonio. A raíz de eso nos reunimos dos veces con Patrimonio y siempre nos daban largas: que faltaban informes para ver si era posible entrar, que querían asegurarse de qué medidas tenían que tomar, el abad se oponía también. El último informe que mandó Patrimonio desaconsejaba entrar. Están incumpliendo una sentencia. El problema es que no quieren, por eso nos dan largas.

Y ahora a Europa

Ya recurrimos a Estrasburgo y no admitieron la demanda, ahora queríamos ir otra vez, pero hemos decidido que no porque todo se dilataría mucho. Entonces hemos presentado un escrito en la ONU, que es una denuncia a España ‘por la vulneración reiterada del derecho a la tutela judicial efectiva de la familia Lapeña que, desde hace un año, tiene el derecho judicial reconocido a exhumar a su abuelo y tío fusilados'. Se busca un fallo humanitario que haga cumplir al Gobierno español la sentencia.

Cuando el juez dictó la “sentencia histórica” ¿creía que por fin lo conseguía?

Con todo lo que costó llegar hasta ahí tenía mis dudas. El Gobierno actual no cumple muchas sentencias, por qué iba a cumplir esta.

¿Hasta dónde está dispuesta a llegar?

Alguna vez he pensado en tirar la toalla. Si hubiera estado yo sola quizás lo hubiera hecho, pero el abogado nos ha guiado. Además, he estado acompañada por familiares y gente de la asociación. Porque no es solo mi caso, sino el de mucha gente. Gente que todavía no es consciente de que le puede pasar como a nosotros, que piensen que sus familiares están en una fosa y a lo mejor están en el Valle de los Caídos. Ojalá esto sirva para crear conciencia.

¿En su casa se habla de política?

Sí, y es raro porque no era lo normal. Nos han contado la historia desde chicas, escuchábamos a Franco inaugurar un pantano y mi padre siempre decía: ‘Este hombre mató a mi padre’. Pero hasta los 80 había que ir con mucho cuidado con estas cosas.

¿Por qué cree que resulta tan complicado algo que parece tan lógico?

Porque los que están en el gobierno son quienes son. No tienen voluntad política para hacerlo. No quieren que estos temas se saquen. La historia es la historia y quien gobierna es quien gobierna. Muchos de ellos tienen ideas que se parecen demasiado a las de antes. Son incluso familiares. Y yo me pregunto, ¿si para las víctimas actuales no reparan en gastos, por qué a las víctimas del franquismo les tienen desprecio? Aquello también fue terrorismo. Mi abuelo y mi tío no fueron al frente. Fueron a buscarlos. Hubo un exterminio antes de la Guerra y eso no lo cuenta. Los eliminaron porque pensaban que así iba a triunfar el golpe. Los exterminaron, son víctimas del terrorismo.

¿Confía realmente en que finalmente serán exhumados?

Por la presión mediática al final tendrán que dejan entrar. Sería una aberración que no lo hicieran. El tema es cómo. Que tengan que estar con Franco o con José Antonio, en un sitio de misa diaria, gente que no era religiosa…  Lo ideal sería sacar los restos y llevarlos a un cementerio. A mi padre le gustaría que el suyo estuviera en Villarroya.

¿Y su padre qué piensa?

Mi padre tiene 93 años. Está aún más escéptico que yo. Nunca le ha parecido que esto pudiera llegar.

¿A qué le suena eso de no remover el pasado, no enfrentar a las “dos Españas”?

Es que no se trata de remover, ni siquiera de reconciliación o perdón, es justicia. Si las personas que dicen esas cosas tuvieran a familiares en esta situación también los buscarían. Que se pongan en nuestro lugar.

¿Qué le parece que siga habiendo homenajes a franquistas?

No lo sé. Con el paso de las generaciones los franquistas se van volviendo viejos y desaparecen, pero hay jóvenes que siguen exaltando esa época. Lo que en otros sitios está penado, por ejemplo en Alemania las celebraciones nazis son perseguidas, aquí se hace impunemente porque el Gobierno lo permite. Poco se puede hacer si no cambia el Gobierno. Y a ver si el que viene tiene voluntad política para mover algo, porque el PSOE tuvo oportunidad en su día pero no se avanzó mucho.

Ahora estoy haciendo entrevistas para medios extranjeros y muchos saben la historia de España mejor que aquí. No se enseña bien en los institutos. Muchos no saben que la Guerra Civil vino de un golpe de estado.

¿Qué piensa cuando se dicen cosas como que solo se acuerdan de los abuelos cuando hay subvenciones?

Son gente que quiere ofender, pero no lo consiguen. Como saben que no tienen razón, usan la huida hacia delante. Se dedican a ver quién dice la mayor barbaridad. Las cosas no se arreglan dando subvenciones, los familiares no podemos ocuparnos de todo, ha de ser el Gobierno.

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