Una clase de toreo. Es la actividad que se desarrolló la pasada semana en un colegio público de Zaragoza, en concreto, el Colegio Rural Agrupado (CRA) El Mirador de Villalengua. En estos centros se imparten clases de Infantil y Primaria, por tanto, a ellos acuden alumnos y alumnas de 3 a 12 años.
El centro escolar invitó al diestro aragonés Imanol Sánchez, que habló para estos niños y niñas de los orígenes históricos de la tauromaquia y resaltó la, a su entender, relación entre el toreo y la cultura.
El propio torero ha subido imágenes de su visita en sus cuentas de Twitter y Facebook, con el hashtag #TorosEnElCole, y ha colgado un vídeo de la actividad en Youtube con el mismo título.
En una información publicada en cope.es se recogen las declaraciones de una de las profesoras del centro docente, en las que asegura que lo que les empujó a organizar esta actividad es que “en el patio del colegio están constantemente jugando a toros”.
Eldiario.es se ha puesto en contacto con Marcos Francoy, apoderado del torero, que asegura que se trata de una persona que forma parte “del panorama cultural español y que la tauromaquia es un bien de interés cultural”. Señala que la actividad tuvo una enorme aceptación y no entiende “qué problemática se puede generar porque un matador de toros esté en un colegio”.
Críticas de CGT y Aula Animal
CGT Enseñanza ha criticado el hecho, recordando que en la Junta de Personal Docente ya se solicitó que no se permitieran “este tipo de actividades que promueven el maltrato animal en los centros educativos”. Una clase de toreo o “ensalzar las prácticas taurinas” son, a juicio del sindicato, “valores muy alejados del respeto y la convivencia”.
Afirman, de igual modo, que “la Organización de las Naciones Unidas ya ha emitido informes en varias ocasiones alertando a países donde existen este tipo de espectáculos de que la tauromaquia contraviene la Declaración de los Derechos del Niño dada la exposición a la violencia que experimentan los niños y niñas al contemplar una corrida de toros”.
También desde la asociación Aula Animal se hacen eco. En declaraciones a este medio señalan que, “desde el punto de vista pedagógico, es una actividad muy cuestionable. Se fomenta el disfrutar matando a los animales, cuando hay que fomentar el disfrutar ayudándolos”.