Los sindicatos de la enseñanza pública irán finalmente a la huelga, tal y como llevaban semanas anunciando, el primer día lectivo del próximo curso 2024/2025, a pesar de tener reunión con la Consejería de Educación el próximo jueves 13 de junio.
Los representantes de la enseñanza de CC.OO, UGT, CSIF y SUATEA han anunciado este miércoles que tras tres encierros, 150 concentraciones en centros públicos y dos grandes movilizaciones, a lo largo de este curso, no han conseguido de la Consejería nada más que “bloqueos y amagos” que les han obligado a incrementar sus protestas.
Borja Llorente, de Comisiones Obreras, lamenta que la consejera se haya dedicado solamente a hacer “anuncios en prensa, que nunca se materializan” y que tras cuatro reuniones con la enseñanza concertada, “siguen desoyendo nuestras peticiones y sin tenernos en cuenta”.
Para Jorge Caro, de CSIF, la huelga solamente se parará con “hechos concretos y dinero sobre la mesa” por parte de la Consejería.
Es la primera vez, desde que comenzaran sus movilizaciones, que los sindicatos hablan de “poner dinero sobre la mesa”, ya que hasta ahora en sus demandas reclamaban cuestiones organizativas y de funcionamiento. Según explica Laura Conde, de SUATEA, para poner en marchas las medidas que reclaman hace falta un aumento del presupuesto destinado a educación, por ejemplo, para afrontar un incremento de la plantilla docente.
En este sentido ha aprovechado para recordar que Asturias dedica el 3,1% de su PIB a financiar el sistema educativo, frente al 4% que destina el gobierno a nivel nacional o el 5% que se destina en Europa.
Calendario de negociación por parte de la Consejería
La consejera de Educación ha confirmado esta mañana que hay un calendario elaborado para presentar a los representantes sindicales en la reunión que mantendrán la próxima semana, con el objetivo claro de poner sobre la mesa una cronología de negociación que permita la reducción de la carga lectiva pasando de las 25 horas actuales a las 23 que demandan los sindicatos, y una progresiva desburocratización de sus labores.
Lydia Espina ha asegurado que esta reunión fue convocada el jueves de la pasada semana y notificada el viernes, y ha destacado los “avances fundamentales” que se han producido con la asunción, por parte de la Consejería, de algunas de las demandas sindicales, como es la bajada de la ratio a 23 niños y niñas por aula, desde primero de Primaria y de manera progresiva, a partir del mes de septiembre.
Descontento de la Inspección Educativa
Por su parte, la junta directiva de la Asociación de Inspectores de Asturias acusa a la Consejería de lastrar su capacidad de visita a los centros educativos, herramienta fundamental, dicen, para la mejora de la calidad educativa, máxime, en un momento crucial como es el actual, con la implantación de la LOMLOE y la nueva Ley Orgánica de Formación Profesional.
A través de una nota de prensa, reclaman que con la llegada del final de curso hay inspectores e inspectoras que no han podido visitar muchos de sus centros de referencia, no conocen personalmente a los integrantes de los equipos directivos y, en muchos casos, tienen que proponer para direcciones, con carácter extraordinario, a personas con las que, a lo sumo, han mantenido una conversación telefónica o intercambiado algunos correos electrónicos.
Los inspectores educativos lamentan la excesiva burocracia y el carácter administrativista de las actuaciones ordenadas al conjunto de la plantilla del Servicio de Inspección Educativa.
De esta forma solicitan a la Consejería y a la propia consejera, ser reconocidos como un servicio eficaz para la comunidad educativa, cercano a la realidad de los centros y ágil en su organización, algo que, según su reclamación, ahora no se da.