Los sindicatos UGT y CCOO han amenazado con convocar movilizaciones si no se logra un acuerdo en la negociación de la segunda fase del plan de empresa de Hunosa que contemple, entre otras, una solución al futuro de los empleados del Pozo de San Nicolás, en Mieres, cuyo cierre está previsto aunque sin fecha definida.
El representante de SOMA FITAG UGT, Andrés Vallina, y el representante de CCOO de Industria de Asturias, Adrián Miguel Pérez, se han desplazado este lunes a Madrid para protestar ante la sede de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), propietaria de Hunosa, por la forma en la que se está llevando a cabo la negociación de este plan y para urgir a una solución.
Ambos sindicalistas han pedido una reunión con la SEPI para hacerle llegar sus reivindicaciones y un interlocutor “válido” en la mesa de negociación de esta segunda fase del plan de Hunosa (2019-2027), en la que están sentados los sindicatos y la dirección de la compañía.
Vallina ha criticado que la SEPI “dinamitara” la semana pasada las bases que se sentaron para alcanzar un principio de acuerdo que contribuyera a dar estabilidad a los trabajadores “excedentes” del pozo San Nicolás, el último que tiene abierto Hunosa y que está pendiente de cerrarse, en una fecha que aún no está determinada.
En este pozo trabajan unos 200 de los 400 empleados de Hunosa, así como 180 empleados de subcontratas. Los sindicatos quieren garantías para el empleo de todos ellos.
Por su parte, el responsable de CCOO en Asturias se ha mostrado de acuerdo con lo dicho por Vallina y ha criticado que la SEPI haya “ninguneado” el trabajo realizado por la comisión negociadora durante estos meses.
Fuentes de la SEPI consultadas por EFE han expresado su respeto a las empresas del grupo en materia de negociación colectiva y consideran que ese es el “ámbito legítimo de diálogo” con los representantes de los trabajadores.
Por su parte, fuentes de Hunosa han asegurado a EFE que “no ha existido acuerdo con la dirección de la compañía”, sino “un planteamiento razonado de los sindicatos, fruto de un grupo de trabajo, que ellos entendía razonable y que ahora interesa llamar acuerdo”.
Han añadido desde Hunosa que ese planteamiento “no ha pasado siquiera por la mesa de negociación”.