Leer a Maradona

Libros sobre Diego hay unos cuantos; algunos de ellos autobiográficos -como Yo soy el Diego (2000) o México 86: así ganamos la copa: mi mundial, mi verdad (2016)-, otros escritos por periodistas que han intentado desentrañar al jugador, la leyenda y su poder hipnótico ante miles y miles de fieles. Entre los últimos, aparece El partido. Argentina - Inglaterra 1986, escrito por Andrés Burgo (2016), una disección microscópica de todos los elementos que constituyeron el histórico encuentro que fue escenario de dos goles míticos y El último Maradona: cuando a Diego le cortaron las piernas, en coautoría entre Burgo y Alejandro Wall (2014), que se detiene en aquel doping positivo que traumó a un país. 

Pero un libro reciente, que lleva de nombre Todo Diego es político -parafraseando la canción “Todo preso es político”, de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota- publicado para la fecha del cumpleaños número 60 de Diego, tiene una particularidad prácticamente inexistente en toda la literatura anterior sobre el futbolista: son 10 ensayos escritos por mujeres sobre Diego Armando Maradona.

La escritora Bárbara Pistoia tuvo la idea de editarlo cuando Diego volvió a Argentina a dirigir Gimnasia y Esgrima de La Plata y notó que la discusión en torno a su figura tendía a sentenciar que las mujeres “no podían” amar a Maradona, por su supuesta simbología patriarcal. “Esa sentencia desde algunos feminismos mezclaba racismo y clasismo”, dice Pistoia, que convocó a diez escritoras para dilucidar algunas de las múltiples facetas del héroe nacional pero no para hacer un libro sobre Diego según el feminismo: “Nunca apareció la palabra feminismo: me interesaba la idea de diez mujeres pensando a Maradona porque el abordaje de su figura siempre fue muy masculino”.

A lo largo de los ensayos, emergen el Diego justiciero, el justicialista, el milagroso o el que brinda sentidos variados y reconfigura las ciudades adonde llega. También, el Maradona como un símbolo que toca y es incorporado como una metáfora perfecta: “Diego es el protagonista perfecto en esta telenovela que es la historia reciente argentina. Su vida engarza a la perfección con el devenir de fines del siglo XX y los albores del XXI”, dice Lorena Álvarez en “Juramos con gloria”, trazando un paralelismo entre la historia nacional y sus gestas deportivas.

Entre el Diego “máquina textual” -como señala Javiera Pérez Salerno- de la que proliferan imágenes y textos que circulan por fuera de su sentido original y el que se recorta como un representante de un pueblo del que conoce su sufrimiento y las injusticias que padece -como aborda Ayelén Zabaleta-, la lectura polifónica y política suma capas. “Cada gesto futbolístico termina siendo un gesto de justicia poética afuera de la cancha”, culmina, emocionada, Pistoia.