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ASAJA prevé una vendimia superior a la del año pasado en Castilla-La Mancha pero alerta de una “crisis de rentabilidad”

ASAJA Castilla-La Mancha ha exigido a las administraciones competentes “máxima vigilancia” para garantizar el cumplimiento de la Ley de la Cadena alimentaria, que incluye no solo la obligatoriedad de la formalización de los contratos, sino la prohibición expresa de comprar uva por debajo de los costes de producción.

Así lo ha acordado el Comité Ejecutivo Regional en la reunión mantenida esta semana para abordar, entre otros temas, la situación del sector productor vitícola ante el inicio de la vendimia, constatándose “una crisis de rentabilidad sin precedentes”.

Es por ello que la organización ha hecho, por una parte, un llamamiento claro en favor “de la responsabilidad y compromiso” de todos los eslabones de la cadena para conseguir una mejor retribución de los agricultores y, por otra, ha instado a que se activen los mecanismos existentes para que las liquidaciones de la uva, ya sean por parte de las bodegas o de las cooperativas, se sitúen por encima de los costes de producción y, de esta manera, tanto unos como otros, cumplan sus expectativas.

ASAJA recuerda que antes de la entrega de la uva a las bodegas debe haber un contrato firmado y registrado, donde se indique el precio que el productor va a recibir por su uva. En este sentido, ha animado a los productores a que ese contrato se ajuste a lo que establece la Ley, la cual prohíbe la ‘venta a pérdidas’, y recuerda que los viticultores tienen a su disposición un contrato tipo homologado por el Ministerio de Agricultura a propuesta de la OIVE, publicado en el BOE.

Vigilancia de los contratos

Incide también en que la uva es un producto perecedero y como tal debe ser abonado al agricultor antes de los 30 días desde la entrega del mismo. Es por ello que ha animado a los socios a ponerse en contacto con las oficinas provinciales ante cualquier duda o sospecha de posible ilegalidad de los contratos.

Todo ello será abordado en la Sectorial Regional del Viñedo, que se convocará en las próximas semanas, con el fin de trabajar además en una propuesta para que el PASVE (Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola) se adapte a las necesidades reales del sector productor, incluyéndose medidas estructurales y de promoción efectivas.

Por último, la organización ha estimado para esta campaña una producción superior a la del año pasado en la que se obtuvieron 17,5 millones de hectólitros de vino y mosto, esperándose una cosecha media-alta, aunque todavía “no es aconsejable definir una cantidad determinada ya que las olas de calor de los próximos días son determinantes en estos cultivos leñosos”.

La campaña se adelanta un poco en algunas zonas con las variedades blancas más tempranas, como consecuencia de las altas temperaturas registradas desde finales de julio, que han provocado en algunos casos una maduración más rápida. Asimismo, espera una campaña con una buena calidad de la uva como consecuencia de la ausencia de enfermedades y plagas importantes.