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Helado de azafrán

El azafrán, oro rojo de La Mancha, es uno de esos productos de los que apenas explotamos su potencial. Estamos acostumbrados a usarlo en arroces y algunos guisos pero, ¿para qué más puede servir? Es un condimento muy potente, que puede aromatizar numerosos platos. Una de sus utilidades menos conocidas es la de incluirlo en postres, pero cuando pruebes este helado, verás que lo estás desaprovechando.

Para aprovechar al máximo el aroma, sabor y color del azafrán lo ideal es usarlo en infusión. Algo similar a lo que hacemos con el palo de canela o la vaina de vainilla. La crema pastelera aromatizada con azafrán o este helado pueden darte ideas. Y tranquilo, no te vas a arruinar, porque unas 5 hebras de azafrán serán suficientes para aromatizar medio litro de líquido.

Hacer helado es más fácil de lo que creemos, pero resulta imprescindible tener en cuenta algunos consejos para obtener buenos resultados. Lo principal es no tener prisa y respetar los tiempos de enfriado, así conseguiremos un helado cremoso. También es fundamental usar ingredientes de calidad, en este caso, un azafrán cargado de aroma y sabor y unos buenos lácteos.

¿No tienes heladera? No te preocupes, podrás preparar un helado cremoso sin ella, aunque tendrás que trabajar un poco más. Esto se debe a que, cuando congelamos un líquido o una crema, el frío tiende a formar cristales al solidificar. Para evitar eso cristales, que impiden la textura cremosa, tendremos que batir nuestro helado durante su proceso de congelación. Tardarás apenas un par de minutos cada vez, pero es muy importante.

Ingredientes:

300 gramos de leche entera

150 gramos de nata para montar

Unas 10 hebras de azafrán

4 yemas de huevo M

80 gramos de azúcar

1 cucharada de miel

Almendra crocante para decorar

Elaboración:

  1. Echa en una cacerola la leche, la nata y las hebras de azafrán. Pon a fuego medio.
  2. Cuando rompa a hervir, retira del fuego, tapa y deja durante 4 horas a temperatura ambiente para que el azafrán impregne con aroma la mezcla. Si quieres, puedes dejarlo un día entero, pero pasada una hora, que ya estará frío, debes guardarlo en la nevera.
  3. Bate las yemas con el azúcar hasta blanquear. Deben quedar de un color amarillo muy pálido.
  4. Cuela la infusión de leche, nata y azafrán y calienta a fuego medio-bajo en una cacerola.
  5. Cuando empiece a cocer, añade muy despacio el batido de yemas con azúcar, sin dejar de mover con una varilla, para que no se agarre. La mezcla irá espesando hasta quedar con la consistencia de unas natillas líquidas.
  6. Pasa a un recipiente frío y deja que se enfríe por completo.
  7. Guarda en la nevera entre 8 y 12 horas.
  8. Si tienes heladera, manteca la mezcla ya fría durante 20 minutos, hasta que tenga consistencia de helado de ahí pasa a un recipiente hermético y guarda en el congelador.
  9. Si no tienes heladera, vierte en un recipiente hermético y guarda en el congelador. Cada hora, saca y mezcla muy bien. Deberás repetir esta acción 3-4 veces, para que el helado no cristalice.
  10. Saca el recipiente del congelador unos 10 minutos antes de servir para poder formar las bolas con facilidad.

Prueba este helado sobre una galleta o una teja. Si te apetece, espolvorea con almendra crocante para darle un toque crujiente o añade un poco de caramelo por encima.

El azafrán, oro rojo de La Mancha, es uno de esos productos de los que apenas explotamos su potencial. Estamos acostumbrados a usarlo en arroces y algunos guisos pero, ¿para qué más puede servir? Es un condimento muy potente, que puede aromatizar numerosos platos. Una de sus utilidades menos conocidas es la de incluirlo en postres, pero cuando pruebes este helado, verás que lo estás desaprovechando.

Para aprovechar al máximo el aroma, sabor y color del azafrán lo ideal es usarlo en infusión. Algo similar a lo que hacemos con el palo de canela o la vaina de vainilla. La crema pastelera aromatizada con azafrán o este helado pueden darte ideas. Y tranquilo, no te vas a arruinar, porque unas 5 hebras de azafrán serán suficientes para aromatizar medio litro de líquido.