La portada de mañana
Acceder
La derecha arrasa en los puestos de responsabilidad que eligen los jueces
La pareja de Ayuso pagó por un renting a nombre de la esposa de su jefe en Quirón
OPINIÓN | Elige tu propia desventura, por Isaac Rosa

Page dice que habría abandonado su acta si hubiese tenido que votar como diputado la investidura de Sánchez

Es la voz más crítica dentro del PSOE. Los conflictos con Pedro Sánchez han sido buena parte del estandarte político de Emiliano García-Page desde que intentó derrocarlo, junto con Susana Díaz, como líder estatal de los socialistas. Ahora es su rechazo frontal a la amnistía de los miembros del 'procés' su principal caballo de batalla. Esta noche el programa ‘Salvados’ que dirige el periodista Fernando González ‘Gonzo’ en La Sexta ha puesto al presidente castellanomanchego frente a varias realidades: las que le han mostrado algunos ciudadanos y ciudadanas reprochándole su oposición (repetida en enésimas ocasiones) a la amnistía, la que ha permitido a Sánchez volver a ser presidente del Gobierno, y su identificación en muchas ocasiones con el electorado de derechas.

Pero su posición respecto a la amnistía ha sido firme. Si hubiera ocupado un escaño en el Congreso durante la investidura de Pedro Sánchez, habría “abandonado el acta” de diputado para no votar a su favor. De igual forma, se ha mostrado “escéptico” en cuanto a la reconciliación con el independentismo catalán. También ha dicho que “bajo ningún concepto” quiere sustituir a Pedro Sánchez al frente del PSOE ni ser candidato a las elecciones generales. Después, le ha dado al presidente del Gobierno una nota de 8 en políticas sociales y un 2 en “temas de unidad nacional y acuerdos territoriales”. A su relación con Alberto Núñez Feijóo le ha puesto un 5.

Su intervención en el programa ha comenzado paseando con 'Gonzo' por las calles del Casco Histórico de Toledo: frente a la Catedral Primada, Page ha considerado que no debe pedir perdón a Sánchez por la oposición a varias de sus políticas. “Ni él a mí”, ha añadido después, al tiempo que ha admitido su derrota junto a Susana Díaz, cuando intentaron derrocarlo como lider del PSOE estatal hace siete años.

En el transcurso de ese paseo, ha conversado con varias personas que le han parado, entre ellas un ciudadano catalán, Felicià, declarado independentista, quien le ha preguntado si no considera que la amnistía favorecería la convivencia entre Catalunya y España. “Para el PSOE plantear la amnistía y hacer que quepa en la Constitución, porque de entrada no cabe, es un peaje político. Se hace porque lo exige Puigdemont”, le ha contestado. Le ha pedido que se pusiera en su piel: “Yo he nacido en Toledo y todos los nacidos en España sentimos también Catalunya, yo soy catalán también de alguna manera, y el derecho a decidir debemos tenerlo todos”.

El presidente de Castilla-La Mancha ha explicado que le suelen parar en la calle, en muchas ocasiones con motivo de su confrontación con los indepentistas catalanes, pero ha remarcado que no le importa y que “siempre son respetuosos conmigo”.

Un coloquio rodeado de sillas

También ha defendido en este punto el hecho de que los diputados del PSOE en el Congreso votaran a favor de la investidura de Sánchez pese a incorporar el acuerdo para la amnistía. “No tenía ninguna duda” de que sería así, ha subrayado, explicando que “un diputado, cuando discrepa de una opinión, puede hacerlo, pero si se decide por mayoría una posición, es la que hay que adoptar; hay que ser demócrata antes que de izquierdas o de derechas”.

Posteriormente, Emiliano García-Page ha participado en un coloquio en el que varios ciudadanos y ciudadanas que no comparten sus opiniones políticas han dialogado con él. Han ido pasando por una mesa central rodeada por 121 sillas, representando el número de votos socialistas que dieron el sí a la investidura de Pedro Sánchez.

En primer lugar y tras admitir en un momento concreto que intentó convencer a su hermano gemelo de que no se diera de baja del PSOE, ha protagonizado el coloquio Paco Medina, del PSOE de Vélez-Málaga, quien le ha dado un “tirón de orejas” por sus “salidas de tono” y por haber “demonizado” la amnistía.

Se ha referido en ese momento al hecho de que la mayoría de los socialistas castellanomanchegos dieran su respaldo a la consulta que el partido realizó a nivel nacional sobre los acuerdos para la investidura. En este sentido, ha dicho que le sorprendió que casi el 40% de los militantes de esta comunidad autónoma no votaran, “teniendo incluso la opción de hacerlo por el móvil”. En cuanto a la consulta en sí, se ha mostrado a favor del pacto con Sumar pero no con ERC y Junts, criticando que la formulación de la pregunta era “como un placebo”.

Preguntado por si hubera preferido que se celebraran nuevas elecciones, ha manifestado que no, pero que tampoco lo “temía”. “Desde el primer momento se tendría que haber dado una posición negociadora más dura, ponérselo más difícil a los independentistas, porque si desde el primer momento se decía que íbamos a gobernar al precio que fuera, el precio subía”. Además, ha añadido que aunque le preocupa Vox, el “alimento” de la base social de la extrema derecha no ha sido el PSOE, sino los partidos independentistas y las “concesiones del pasado”.

En ese momento, Paco Medina le ha reprochado que su posición de rechazo a la amnistía “haya dado alas” a la derecha, a lo que el presidente de Castilla-La Mancha ha respondido que se siente en la obligación de hablar “porque llevo muchos años en el partido” y sobre todo “cuando no se me pide opinión”. Ha desvelado en este punto que pidió una reunión a Pedro Sánchez para hablar sobre esta cuestión. Nunca se produjo.

También ha defendido su posición frente a la posible “deslealtad” al PSOE que le ha afeado el militante socialista andaluz. “¿Y no crees que yo soy leal a lo que hemos llevado al programa electoral, a la palabra que hemos dado? Si hemos ido a pedir el voto a millones de personas, no podemos hacer lo contrario”. No obstante no ha querido tachar de desleal a Pedro Sánchez. “Lo que sí que no me gusta nada es que se hable ampliamente de que se puede cambiar de opinión así como así, cuando es más honesto reconocer que se necesitan los votos y que donde dije digo, digo diego”.

“No es lo mismo que una hipotética mayoría absoluta del PSOE hubiera planeado la amnistía a que se haya planteado con una dosis de baja moral por el chantaje de los independentistas, y que además la aprueben y firmen los mismos que son amnistiados”, ha resaltado. En este escenario, García-Page ha dicho tener “muchas dudas” de que la legislatura vaya a durar cuatro años. “Veo dos momentos distintos: una parte hasta que Puigdemont pase por La Junquera (uno de los pasos fronterizos con España) tranquilamente, y otra cuando ya esté aquí”.

Frente a Ángel de Alonso, jubilado simpatizante del PP, e Ignacio Blanco, estudiante de periodismo, el coloquio ha proseguido en torno a la votación de los socialistas en la investidura. García-Page ha insistido en que él siempre ha dado la misma opinión y que así lo manifestó también ante el Comité Federal del partido cuando abordó la cuestión de la amnistía. “Creo que tenía que ir y decir lo que pensaba, y así lo hice”.

Me pondría más de parte de una persona que llevara diez años en el paro en Sabadell que con un terrateniente de Bolaños de Calatrava

Aunque ha defendido que los diputados socialistas del Congreso hayan votado para que el presidente fuera Sánchez ya que “para eso les eligieron los ciudadanos” y aunque ha reiterado que el tranfuguismo es “malo lo haga quien lo haga”, después ha señalado que si él hubiera sido parlamentario nacional, habría “abandonado” el acta.

En otro momento del coloquio y para hacer hincapié en la “coherencia” de su discurso, ha recordado que, cuando gobernaba con Podemos, su vicepresidente, José García Molina, miembro de la formación morada, anunció que se iba a reunir con Junqueras, entonces su homólogo en el Govern catalán, sin informarle personalmente. “Le llamé y le dije que no iba a ir como vicepresidente” y que si acudía como tal, le cesaría. García Molina finalmente mantuvo este encuentro como secretario general del Podemos en Castilla-La Mancha.

La cuestión catalana ha seguido presente cuando ante Page se ha sentado Cristina Almansa, jubilada, con raíces castellanomanchegas, residente en Barcelona que dejó de votar a los socialistas de esta comunidad (el PSC) tras hacerse independentista. Frente a ella ha dicho Page no ser “nacionalista español”. “Me considero socialdemócrata. Me pondría más de parte de una persona que llevara diez años en el paro en Sabadell que de un terrateniente de Bolaños de Calatrava”, ha argumentado.

Tras la defensa que esta ciudadana ha realizado del independentismo y de un hipotético referéndum, García-Page le ha contestado que si él decidiese convocar una consulta para impedir que se compren productos catalanes en los supermercados de Castilla-La Mancha (como broma “de mal gusto”, ha matizado), el Gobierno de España no se lo permitiría. “Y si lo hicera y pusiera urnas, se me hubiera aplicado la misma ley y hubiera acabado en los tribunales”.

Asimismo, ha dicho ser “muy escéptico” sobre la “reconciliación” con el independentismo catalán. A su entender, se producen tres circunstancias que “no se pueden mezclar”: primero, que a los que van amnistiar dicen que “volverán a las andadas”; segundo, que la “firman y deciden ellos mismos”; y tercero, que además el propio Gobierno “ya dijo que era inconstitucional”. Al final, ha lamentado, “un señor (en referencia a Puigdemont) acaba diciendo que, o se le libera de la cárcel, o no hay gobierno”.

Recurrirá al Constitucional cualquier referéndum

El presidente de Castilla-La Mancha ha recordado que en el acuerdo del PSOE con Junts no se acepta un referéndum ni hay “un compromiso cerrado”. Después, como ya ha subrayado en alguna ocasión, ha avisado de que si se convoca cualquier tipo de consulta a este respecto, la recurrirá ante el Tribunal Constitucional.

Ante la concejala de Unidas Podemos en Miguelturra y un exmiembro de la Juventudes Socialistas en Puertollano, ambos muncipios de Ciudad Real, Page ha defendido sus numerosas intervenciones en contra de la amnistía. “Yo me dedico el 99% de mi tiempo a los problemas de la región pero una parte de los intereses de mi tierra no pasan por el Palacio de Fuensalida (sede del Gobierno castellanomanchego), una parte se decide en Europa y otra en Madrid. Y cuando dicen (en referencia a Catalunya) que quieren tener un privilegio fiscal, obviamente tiene mucho que ver con las posibilidades de que en un pueblo de esta región haya un centro de salud o no”.

Otras cuestiones planteadas a Page en 'Salvados' han sido que critique más a Sánchez, a Puigdemont o al presidente catalán, Pere Aragonès, que a Isabel Díaz Ayuso o Alberto Núñez Feijóo. “Yo discrepo mucho de Ayuso y del PP, pero el resto de críticas es por la afectación a nuestros derechos como ciudadanos españoles”. Es más, después ha añadido que “pactar con Junts es pactar con la derecha más derecha que tiene Catalunya”.

Finalmente, el presidente de Castilla-La Mancha ha enfrentado la crítica de “rascar el voto de la derecha”. “¿No crees que es necesario intentar convencer a todos? ¿Acaso la gente se levanta siendo de derechas para todo y de izquierdas para todo? Si lo que me quieres decir es que Pedro Sánchez o Yolanda Díaz se conforman con su porcentaje de voto... Pero yo quiero ser presidente de todos. Hay que tener una mentalidad más permeable, no ser presidente solo de los que me han votado, porque así hemos llegado a un país fragmentado en el que algunos solo hablan a su parroquia”, ha concluido.