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Volver a Gamonal, una década de promesas incumplidas después de los disturbios: “Llevamos años sin nada”

Antonio Vega

11 de mayo de 2023 23:18 h

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Casi 10 años después de los disturbios en el barrio burgalés de Gamonal por las obras en su principal arteria, que incluían un parking subterráneo y un bulevar en superficie, y a las puertas del tercer proceso electoral municipal desde entonces, ni una baldosa se ha movido de su sitio desde que se paralizó el proyecto que levantó a los vecinos en su contra. La calle Vitoria, que sigue el trazado de la N–1 de Madrid a Euskadi, sigue siendo una vía de doble carril en ambos sentidos y encontrar aparcamiento en el barrio se convierte en una tarea difícil, con coches en doble fila de forma frecuente en la zona.

El Ayuntamiento de Burgos presentará antes del fin de la campaña, anuncia el alcalde y originario del barrio Daniel de la Rosa a elDiario.es, su plan de actuación en la calle Vitoria para solventar sus carencias, tras un mandato de negociaciones con los vecinos y una consulta ciudadana con escasa participación. De la Rosa defiende haber invertido como ningún gobierno en el populoso barrio obrero, “Nunca un gobierno en un solo mandato había destinado más inversión al barrio de Gamonal”, pero hasta el final del mismo no ha presentado su propuesta para la calle Vitoria, ya a ejecutar por el siguiente consistorio.

Gamonal es más que un barrio en Burgos, es una identidad propia anexionada a la ciudad en la década de los 50, y desarrollada en pleno boom industrial, que acogió a los miles de pobladores del mundo rural que buscaban un futuro mejor gracias a la pujante industria burgalesa. El tipo de desarrollo de la zona desde los años 60, grandes edificios de pisos asequibles –muchos de ellos sin cocheras– y con pocas dotaciones urbanas, han hecho mella por el crecimiento del parque movil y los cambios y demandas sociales de sus vecinos.

Las obras de remodelación de la calle Vitoria y el parking solo fueron descartadas tras varias jornadas de disturbios que se convirtieron en portada nacional y reflejaron el malestar post–15M y las consecuencias de la crisis económica del 2008. El entonces alcalde de Burgos, Javier Lacalle (PP), claudicó cuando el gobierno de Mariano Rajoy le comunicó que no habría asistencia policial para iniciar las obras de madrugada. Anunció que mantenía el proyecto pero no se atrevió a sacarlo del cajón pese a gobernar hasta el 2019. Hoy, su sucesora como candidata en el Partido Popular, Cristina Ayala, habla de un proyecto de parkings elevados en la zona pero descarta mover un solo adoquín en la calle Vitoria. Al menos de momento.

El cóctel de los disturbios de Gamonal estuvo aderezado, entre otras cuestiones, por los nombres que se encargaban de desarrollar la urbanización y el parking, los principales constructores del momento, tal y como contó elDiario.es. Eligieron las ofertas de las constructoras Copsa y Arranz Acinas para las obras y de una filial del empresario Antonio Miguel Méndez Pozo para el diseño, pese a ser las más caras. Las constructoras tenían numerosas relaciones entre sí y Méndez Pozo ha sido, y es, uno de los principales empresarios de Burgos con intereses en el sector inmobiliario y editorial. Su nombre saltó a la fama en los años 90 al ser condenado a más de 7 años de cárcel en un caso de corrupción, siendo luego indultado por el Gobierno de José María Aznar. Hoy mantiene cargos como el de presidente de la Cámara de Comercio, la Fundación Atapuerca o haber dirigido los fastos del octavo centenario de la Catedral. 'El Jefe' sigue siendo su apodo.

En un paseo por el barrio de Gamonal se puede ver como la construcción sigue en alza, con grandes edificios en obras con decenas de viviendas a la venta. La construcción de viviendas se combina con obras de las peatonalizaciones diseñadas por el Ayuntamiento de Burgos para mejorar y adaptar al S.XXI el urbanismo del barrio, con comentarios de todo tipo para los vecinos, que mantienen cierta desconfianza a las promesas de mejora de cada ciclo político. “Mucho prometen, pero llevamos años sin nada”, replican un grupo de jubilados en la remodelada plaza Santiago. Los vecinos se han sentido 'castigados' durante años en inversiones por los disturbios de 2014, o bien el miedo de los políticos a un nuevo estallido si la propuesta no convencía, con el problema del aparcamiento agrandándose aún más con los años.

Los partidos proponen soluciones

En la actualidad en Burgos gobierna el PSOE con un pacto con Ciudadanos, posible gracias a Vox. Los socialistas consiguieron su única victoria electoral desde la llegada de la democracia en 2019, pero el PP y Ciudadanos pactaron dar la alcaldía al partido que lideraba Albert Rivera dentro de su reparto de poder autonómico que incluía al Gobierno de Mañueco e Igea, con la necesidad de los votos de los dos concejales de Vox. Éstos se negaron a apoyar al candidato de Ciudadanos y se votaron a sí mismos, por lo que Daniel de la Rosa se convirtió en alcalde como lista más votada. En plena pandemia, De la Rosa convenció a Ciudadanos para que se sumaran al gobierno municipal, aunque ahora ninguna encuesta les otorga representación. Desde Vox Burgos señalan que en la próxima corporación no volverá a pasar nada parecido con sus representantes.

El alcalde De la Rosa defiende que su gobierno ha invertido como nunca en Gamonal más allá del polémico bulevar planteado hace una década, “todo el mundo está obsesionado con la calle Vitoria, pero su renovación se incluye dentro de un plan más amplio en Gamonal”. Señala que “es un proceso distinto al del Partido Popular, de consulta, que hemos hablado con todos los colectivos y relativamente consensuado, aunque seguramente a no todo el mundo le guste”. La razón que esgrime para justificar para que no se hubiera puesto en marcha hasta ahora era por la prioridad de otras obras en el barrio, que cifra en 10 millones de euros de inversión.

El proyecto del alcalde socialista para la calle Vitoria tiene un presupuesto de cerca de 8 millones de euros, la mitad de lo que costaba el que desencadenó las protestas en el 2014, fundamentalmente porque ya no lleva un parking subterráneo. Con ello, explica, cumple su compromiso electoral al tiempo que reconoce que es algo que tenía que hacer ya que “está reclamado por la gente”. “La reforma de la calle Vitoria será lo primero que se licite en Gamonal si repito mandato”, asegura.

Sobre los problemas de aparcamiento del barrio defiende la inversión realizada en un aparcamiento disuasorio para favorecer su uso, con problemas de ocupación por su ubicación en una zona degradada y que se llena, especialmente en fines de semana de autocaravanas y furgonetas camperizadas. Y denuncia que la Junta de Castilla y León boicotea su propuesta de hacer un parking en la campa del Silo, “El Gobierno autonómico nos está haciendo la cama”, al no aprobar sus propuestas de cambio de uso.

"La reforma de la calle Vitoria será lo primero que se licite en Gamonal si repito mandato"

Una de las peculiaridades de la batalla electoral de Burgos es que la exportavoz del PP todo el mandato, Carolina Blasco, se presenta por su propio partido, Decide Burgos, tras ser descartada como candidata por los populares, que impusieron a la senadora Cristina Ayala. Las encuestas pronostican su entrada en el consistorio y que puede ser incluso ser la llave entre los bloques de derecha e izquierda. Blasco, muy crítica con la gestión del alcalde en la ciudad, cree que las propuestas del PSOE este mandato para Gamonal han sido ineficaces, “Solo han hecho tres peatonalizaciones que lo único que han hecho es agravar el problema del aparcamiento con la desaparición de 200 plazas y sin plantear soluciones”.

Blasco, que era concejala del PP en 2014 cuando los disturbios aunque todo el asunto le pilló de baja maternal, no descarta que se vuelva a plantear un aparcamiento subterráneo, pero “con un modelo completamente diferente” al planteado hace una década por su expartido, planteando gratuidad nocturna para vecinos y un precio asequible tipo ORA de día, y gestionado “desde la Administración pública”. La candidata alternativa cree que esto lograría resolver el tema de aparcamiento y permitiría “amabilizar y convertir en una vía comercial” la calle Vitoria, que extendería no solo en el barrio de Gamonal sino en su trazado hasta el centro de Burgos.

La candidata del Partido Popular a la Alcaldía, Cristina Ayala cree que que en la gestión de la movilidad en Burgos “se ha perdido tanto el tiempo” en este mandato, apostando por un modelo de parkings en altura en Gamonal, “en rotación y en alquiler para que sean asequibles y se pueda tener aparcamiento cerca de su casa”. Es una de las propuestas estrella de su accidentada campaña electoral, votando en contra de una moción propia en el Senado o confundiendo fotos de Burgos, en la que el problema de aparcamiento en la ciudad es uno de sus ejes. “Se está haciendo en las ciudades la ficción de que los coches no existen, pero existen y no van a menos, hay que darles una solución de aparcamiento”, indica.

“Varios vecinos lo que nos dicen es, que pena que no se hiciera el aparcamiento, porque era una dotación necesaria”, argumenta Ayala al tiempo que descarta un parking subterráneo donde su partido lo diseñó en 2014 e intentó construirlo. “Este gobierno municipal lo único que ha hecho es quitar aparcamientos en Gamonal sin generar nuevas plazas en una zona”, critica la senadora que cree que los vecinos no reclaman de forma especial la conversión de la calle en el bulevar, pero si otras medidas como sus aparcamientos en altura propuestos.

Entre promesas e ideas el barrio de Gamonal y su mejora seguirá siendo uno de los asuntos de la campaña electoral municipal en Burgos, exactamente igual que hace una década y muchos años atrás.