El Ayuntamiento de Barcelona, que ya aplicó una moratoria hotelera de un año y que ha suspendido recientemente las licencias en Ciutat Vella por el mismo período, quiere ahora evitar la construcción de un hotel junto a la muralla de las Reials Drassanes de Barcelona.
Salvemos las Drassanes, plataforma vecinal en defensa de la zona portuaria del barrio del Raval, ha aplaudido la acción del consistorio, que da respuesta a más de diez años de lucha de la plataforma contra la especulación en la zona: “Estamos ilusionados, pero somos cautelosos. Pedimos un debate y un estudio de idoneidad urbanística del hotel en la zona”, ha destacado a este medio Mario Aguiló, miembro de Salvem las Drassanes, que también ha recordado que en la zona donde está prevista la construcción del hotel se había proyectado inicialmente un parque público de vivienda.
El Ayuntamiento, en contacto con la plataforma Salvemos las Drasssanes, ha hecho llegar este lunes una petición a la Generalitat de Catalunya para que declare la muralla como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), la máxima categoría de la protección patrimonial. Este hecho permitiría proteger, si así lo considera la Generalitat según la ley de protección de patrimonio catalana del año 1993, también el entorno de la muralla. Sólo la emisión de la petición frena cuatro meses cualquier intervención en la zona.
“Si el Ayuntamiento pide que se haga expediente, la Generalitat está obligada a hacerlo. Esto supone que la Generalitat tiene cuatro meses para incoar este expediente y que se suspenda momentáneamente la licencia de hotel”, ha declarado la concejala de Ciudad Vella, Gala Pin, a Catalunya Plural. El expediente podría tardar 18 meses en resolverse, tiempo durante el que tampoco se podría iniciar la construcción del hotel.
El distrito de Ciutat Vella ha valorado sobre la petición que “en el peor de los casos” el hotel deberá adaptarse al entorno y moderar su altura o instalaciones. “Lo importante aquí es proteger el patrimonio y los vecinos: no se entiende que el Ayuntamiento no lo haya hecho antes. Era una obligación como administración”, ha explicado Pin. Los dos solares donde estaban previstas las obras para la construcción de un hotel de lujo de la cadena Praktik fueron proyectados en 1985 para la construcción de un parque público de vivienda.
Reclamación histórica de los vecinos
Hay que remontarse hasta 1985 pues para encontrar el inicio de la batalla entre el consistorio y vecinos sobre los solares que ahora se quieren declarar como Bien de Interés Cultural. Una historia de compras y ventas, reventas y revisiones del PERI (Plan Especial de Reforma Interior) del Raval Sur, una adaptación sectorial del PGM (Plan General Metropolitano). Según explica uno de los miembros de la plataforma Salvemos las Drassanes, en 1985 había consenso entre Ayuntamiento y vecinos para que en la zona de las Reials Drassanes fuera edificado un parque de vivienda pública –afectaba al 100% del parque– para mantener los vecinos en el barrio. Así lo recoge el PERI de la época.
UGT compró uno de los dos solares para que su cooperativa construyera vivienda social. Hasta que en 2003 se modifica el PERI, de forma que la cuota de vivienda pública cambia del 100% a sólo el 25%. Tras ello UGT vende el solar (comprado inicialmente por 600.000 euros) por más de 2 millones de euros. “UGT actúa en ese momento al igual que un especulador”, recuerda Aguiló, que añade que después se suman diferentes reventas que hacen subir el valor del suelo hasta la última transmisión –ya de los dos terrenos– por 22 millones de euros a principios de 2015 para la construcción de un hotel de lujo de la cadena Praktik.
“En su momento dijeron [los propietarios de Praktik] que los vecinos estábamos muy de acuerdo con la construcción y que habría convenios con entidades de la zona, pero el 25% de vivienda social desapareció de sus planos. Querían destruir el barrio, lisa y llanamente. Exigimos al consistorio que revise todo lo que ha pasado hasta ahora con este espacio”, ha reclamado Aguiló.