Dos centenares de personas han marchado este martes por la tarde a lo largo de Las Ramblas de Barcelona para denunciar “la persecución racista y clasista que sufren los vendedores ambulantes”, y en rechazo de la muerte de Mor, el senegalés fallecido en Salou durante una redada de los Mossos en su domicilio.
Los manifestantes, muchos de ellos de origen africano, han exhibido pancartas por el centro de la ciudad recordando sus derechos, rechazando el racismo institucional y protestando contra la presión policial que sufre el colectivo de los vendedores ambulantes. Uno de los portavoces de la manifestación, Ibrahima Seydi, ha reivindicado su derecho a “ganarse la vida como trabajadores”.
A la marcha ha asistido la regidora de Ciutat Vella, Gala Pin, quien ha indicado que el fallecimiento del vendedor ambulante de Salou “es un hecho que nos interpela a todos” y ha considerado que “es el momento de dar una respuesta social y laboral” a las reivindicaciones del colectivo. No es la única concejala de Barcelona en Comú que se ha pronunciado sobre este hecho. El teniente de alcalde, Jaume Asens, se ha referido al senegalés fallecido en un mensaje de twitter como una “víctima de la criminalización de la pobreza”. La CUP ha emitido un comunicado en términos similares, señalando que “la represión y la persecución no puede ser la respuesta de las instituciones públicas ante las dificultades económicas que atraviesan las personas que se dedican a la venta ambulante”.