ERC avala pactar con Junts en Barcelona y entrar en un gobierno de Trias

Actualización: Barcelona en Comú anuncia poco antes del pleno que votará en la investidura a Collboni (PSC), que depende ahora del PP

La alcaldía de Xavier Trias en Barcelona está en el aire. A pocas horas de la investidura, la militancia de los republicanos ha avalado alcanzar un acuerdo con Junts que se da por hecho pese a no estar cerrado del todo. Los cinco ediles de Ernest Maragall darán así sus votos a Trias, vencedor de las elecciones. Poco antes de la investidura, Barcelona en Comú ha anunciado que votará en la investidura a Collboni (PSC), que depende ahora del PP.

Junts y ERC suman 16 concejales, todavía lejos de la mayoría del pleno barcelonés, que se sitúa en 21 concejales. Esta mayoría simple les obligará a buscar alianzas a lo largo del mandato, pero por ahora será más que suficiente para que Trias se haga con la vara de alcalde este sábado a las 17 horas, puesto que las negociaciones entre los demás partidos para desbancarle, protagonizadas especialmente por PSC y los comuns, han fracasado hasta el momento (aunque todos los partidos implicados aseguraron que estarían dispuestos a hablar hasta el final).

Tras la victoria de Trias el pasado 28 de mayo, los republicanos ya declararon que iban a priorizar las negociaciones con el exalcalde de CiU. No prosperó así la propuesta de Barcelona en Comú y PSC de formar un gobierno de izquierdas con ERC, debido precisamente a que los de Maragall se negaban a hacer alcalde al socialista Jaume Collboni.

En los últimos días, Collboni intentó un último movimiento: pedir a los ‘comuns’ su voto —a cambio de meterlos en su gobierno— y a la vez ir a buscar los apoyos del PP, argumentando que así le cortaban el paso a un alcalde independentista. Pero los vetos cruzados entre comuns y populares convirtieron esta vía en un callejón sin salida. 

A falta de concretarse el pacto con Junts, del que no han trascendido todavía el reparto de concejalías, ERC lo ha sometido a votación de la militancia local en un congreso extraordinario. En un comunicado, los republicanos han asegurado que seguirán trabajando para impulsar “políticas sociales transformadoras”. “El objetivo del próximo mandato”, afirman, es continuar su labor “impulsando una Barcelona que funcione”.

La coalición de las dos grandes formaciones independentistas en la capital catalana obtuvo este mismo viernes el aval del president de la Generalitat, Pere Aragonès, que celebró que las conversaciones estuviesen avanzadas. El acuerdo va en la línea marcada por los republicanos de abogar por alianzas soberanistas después del batacazo que se llevaron en muchos municipios. Con todo, a escala catalana la tensión sigue entre ambas formaciones, sobre todo después de los pactos con el PSC en las diputaciones.

De encabezar Maragall la parte republicana de la coalición en Barcelona —por ahora no ha dado señales de lo contrario—, el que fuera destacado dirigente del PSC en la ciudad, junto a su hermano y alcalde Pasqual Maragall, acabará en un ejecutivo liderado por un partido, Junts, heredero de Convergència, su rival político de la época. 

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