El Govern ha cesado este miércoles al catedrático de la Universitat de Barcelona (UB) Jordi Matas como miembro del consejo rector del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), el instituto demoscópico de la Generalitat de Catalunya. La decisión se ha tomado después de la investigación que publicó elDiario.es sobre el acoso sexual a una alumna presuntamente por parte del catedrático.
Según han explicado fuentes del Govern, la presidenta del consejo rector del CEO, Eva Anduiza, pidió a Matas que se apartara del órgano tras la publicación de la investigación de este diario, a lo que el catedrático accedió. El cese se ha formalizado este miércoles en la primera reunión de Govern tras las vacaciones de Navidad.
El consejo rector del CEO es el órgano que asesora y supervisa a la dirección del ente. Se renueva cada legislatura y está formado por expertos en Ciencia Política designados por el Govern y los grupos parlamentarios.
Matas formaba parte de la terna de expertos del consejo rector relacionados con el ámbito académico como profesores o catedráticos. Su sustituta será la profesora de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) Melanie Revilla, que se sumará a Anduiza y a la profesora de la UB Macarena Ares, con lo que los tres integrantes del organismo vinculados a las universidades serán mujeres.
La salida de Matas como asesor del CEO llega después de que antes de Navidad renunciara a la presidencia de la Associació Catalana de Ciència Política (ACCP) y dimitiera de su cargo de vicerrector de la UB. Matas renunció al vicerrectorado de la UB para poder “poder emprender sin limitaciones institucionales las acciones legales que cree oportunas para defender su honorabilidad”.
Tras una investigación de varios meses, elDiario.es reveló que el actual vicerrector presuntamente le trasladó a una alumna que había tenido dos sueños eróticos con ella. También le mandó mensajes subidos de tono y, durante unos días, presuntamente siguió a la estudiante por la facultad, hasta el punto de que algunos compañeros de estudios llegaron a sacarla del aula por la ventana para que no fuese encontrada por el catedrático. El relato fue contrastado con más de 20 entrevistas a compañeros de estudios y personal de la UB, documentos y cientos de mensajes entre la denunciante y su entorno.
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