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Los Mossos revelan que el 'foam' debe dispararse “por debajo del abdomen” pero rechazan publicar todo el protocolo

Ha tenido que pasar un año y cinco meses después de que se lo exigiera el Parlament y que una joven perdiera un ojo en las protestas por Pablo Hasel para que la conselleria de Interior publique solo una parte de la instrucción de los Mossos d'Esquadra sobre el uso de las balas de 'foam'. No se trata de todo el protocolo, tal y como había anunciado el propio conseller de Interior en funciones, Miquel Sàmper, sino varios fragmentos del mismo. Su publicación se produce en plenas negociaciones para formar gobierno en Catalunya después de que la CUP y ERC acordaran la suspensión del uso del 'foam' mientras no se desvelara todo el protocolo.

Fuentes de Interior niegan cualquier voluntad de esconder información y explican que hay fragmentos que no se han publicado “por razones de seguridad”, pero remarcan que la instrucción que tienen los agentes y la información publicada en la web es la misma en lo relativo a cuándo y a quién disparar. Sobre este extremo la instrucción no destaca por su concreción, y de hecho contiene excepciones en las que los agentes pueden decidir por ellos mismos utilizar el 'foam' sin autorización de un superior en los altercados en manifestaciones, el supuesto más habitual de uso de este tipo de arma.

A nivel general el protocolo indica que la balas de 'foam' deben dispararse “del abdomen hacia abajo”, aunque si la persona tiene “un objeto arrojadizo [que no precisa], contundente o arma blanca” sí podrá dirigirse el proyectil a “las extremidades”. “Antes de utilizarlo, y siempre que sea posible, deben haberse agotado las vías de diálogo y mediación previas”, recalca el protocolo, en línea con el modelo de mediación y proporcionalidad de los Mossos.

Si bien por regla general se debe avisar a las personas de su utilización, el propio protocolo no dice que tenga que ser obligatoria, e indica que la comunicación será preceptiva en las manifestaciones “cuando se produzcan alteraciones de la seguridad ciudadana con armas o cualquier otro medio de acción violenta”, que es precisamente el supuesto más habitual de empleo de las balas de 'foam'.

El documento también indica que las balas de 'foam' podrán ser utilizadas por el agente al que se haya asignado su uso y, por norma general, será necesaria la “autorización expresa de la persona que ejerce el mando del equipo o del dispositivo”. No obstante, añade el protocolo, se podrán usar los proyectiles sin autorización “excepcionalmente, en casos de extrema necesidad con peligro muy grave para las personas, para los propios agentes de policía o para los bienes”.

“En este caso hay que informar lo antes posible del uso, de las circunstancias que han provocado la necesidad de utilizarlo y de los resultados de la intervención”, agrega el protocolo que, en cualquier caso, obliga a actuar “siguiendo los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad”. El protocolo establece que, con carácter general, se podrán usar en situaciones que comporten “desórdenes públicos graves y con peligro inminente para las personas, la policía y los bienes inmuebles” o que sea necesario “neutralizar conductas violentas individualizadas que pueden provocar lesiones a las personas o daños a los bienes”.

Después del uso de la lanzadora, cada operador y mando policial deberá informar del tipo de proyectiles que se haya disparado en cada intervención, el lugar y la hora, de la forma más exacta posible, y las posibles incidencias detectadas.

Ésta es precisamente una de las diligencias que la joven mutilada en las protestas por Hasel ha pedido que el juez requiera a lo Mossos. Su querella contra la policía catalana ha acelerado la publicación del protocolo, que Sàmper venía anunciado desde su lesión el pasado mes de febrero. Además, el conseller se mostró partidario de que el Parlament debatiera un nuevo modelo de orden público.

A la publicación de parte del protocolo por parte de Interior le han llovido críticas de la CUP y de entidades proderechos humanos. El diputado anticapitalista Xavier Pellicer ha tildado de “insulto a los manifestantes y a las personas que han sufrido lesiones” el documento subido a la web de los Mossos, y ha abogado por la prohibición total de este tipo de proyectiles.

Por su lado, el centro Irídia, que ejerce la acusación popular en el caso de la joven mutilada en las protestas por Hasel, ha criticado las excepciones del protocolo, como el aval a disparar por encima del abdomen, y ha reclamado una revisión de la instrucción. “Es imprescindible que la instrucción se revise y se prohíba su lanzamiento por encima del abdomen en cualquier caso”, ha remarcado el codirector de Irídia Andrés García Berrio.