La muerte de los dos hermanos de 10 y 7 años que murieron junto a su padre en el barrio barcelonés de Horta el pasado mes de enero ya no se considera un caso de violencia vicaria. El Ministerio de Igualdad ha excluido de la estadística de asesinatos vicarios el caso de los dos hermanos y la jueza que lo investigaba ha archivado la causa ante la falta de indicios.
El juzgado de instrucción 26 de Barcelona investigó durante meses el hallazgo de los cuerpos sin vida de un hombre y de sus dos hijos de 7 y 10 años en el domicilio del padre debido a una gran concentración de gas. Fue la madre de los menores quien alertó de que no habían ido al colegio tras la vuelta de vacaciones y de estar con su padre.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), la magistrada archivó el caso tras constatar que, tanto de la inspección llevada a cabo durante el levantamiento de cadáver, como de los informes de las autopsias y del resto de pruebas complementarias, no resultaban indicios de la comisión de delito.
La violencia vicaria es la que ejerce un padre sobre sus hijos con el objetivo de provocar un mayor daño a la mujer y a su familia. Barcelona ya vivió un caso de este tipo en agosto de 2021, cuando un padre mató a su hijo en un hotel del Paralelo y después se suicidó.
Tras haber excluido este caso de la estadística de crímenes vicarios, son ocho y no diez los menores asesinados en lo que va de 2024 por sus padres, las parejas o exparejas de sus madres en un contexto de violencia de género. Han muerto 61 menores por este tipo de violencia desde 2013.
Como consecuencia de esta actualización de los datos, 2024 deja de ser el año con mayor número de asesinatos vicarios, que mantiene 2015, cuando fueron asesinados 9 pequeños. En 2013 fueron asesinados 6 menores en crímenes vicarios; 4 en 2014; 9 en 2015; uno en 2016; 8 en 2017; 7 en 2018; 3 en 2019; 4 en 2020; 7 en 2021; 2 en 2022; 2 en 2023 y 8 en lo que va de 2024.