CCOO y UGT no secundarán la huelga general convocada en Catalunya para este miércoles, y que pretende ser, según los sindicatos minoritarios convocantes, una respuesta a los encarcelamientos de los exmiembros del Govern y de los líderes de la ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Ambas centrales mayoritarias han condenado los encarcelamientos, pero no consideran pertinente una protesta de la magnitud de una huelga general.
Los sindicatos apuestan por protestas de “perfil más bajo” como paros parciales o protestas simbólicas en las empresas, pero no una convocatoria de huelga.
Las ejecutivas de los sindicatos mayoritarios han tomado esta decisión antes de la reunión prevista de la Taula per la Democràcia que decidirá qué acciones emprenden para este próximo miércoles. La plataforma formada por 70 entidades, dónde se cuentan ANC y Omnium Cultural, sí apoyó la convocatoria de un “paro de país” el pasado 3 de octubre como protesta a las agresiones policiales del 1-O.
A diferencia del “paro de país”, que contaba con la complicidad de algunas patronales y organizaciones profesionales como Pimec y Cecot, esta vez los sindicatos CCOO y UGT no secundan la convocatoria de huelga general. Tampoco Catalunya en Comú dará su apoyo a la huelga general. Su candidato al 21D, Xavier Domènech, ha asegurado que los 'comuns' “siempre” apoyan las movilizaciones sociales pero que la convocatoria del 9-N no es “masiva” ni “inclusiva”.
También se opone la principal patronal catalana, Foment del Treball, que ha presentado este lunes un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). En cambio, ERC sí ha llamado a la huelga general.
En CCOO y la UGT conviven sensibilidades tanto a favor de la independencia como de la unidad de España. En este sentido, la extitular de Trabajo, Dolors Bassa, ahora encarcelada fue secretaria general de la demarcación de Girona de UGT hasta que en 2015 Carles Puigdemont la nombró consellera.
A favor de un referéndum pactado
El punto de encuentro de las sensibilidades políticas en CCOO y UGT de Catalunya se traduce en la reivindicación de un referéndum pactado sobre el futuro de Catalunya y la defensa del autogobierno catalán. Y para defender esta posición los sindicatos cuentan con una fuerte autonomía respecto sus organizaciones confederales.
CCOO, supera según sus datos los 140.000 afiliados, siendo el sindicato con mayor representación. Tiene 20.678 delegados sobre un total de 49.591 elegidos en las últimas elecciones sindicales. Representan el 42% del total. UGT cuenta con el 39% de la representatividad y 19.292 delegados en Catalunya.
El proceso catalán ha impactado en el interior de los sindicatos mayoritarios. En estas organizaciones históricamente los sectores independentistas han sido siempre muy minoritarios pero ahora han cobrado fuerza. CCOO realizó una encuesta interna entre sus afiliados el pasado mes de marzo dónde se detalló que un 42% de los afiliados se declararon federalistas, un 40,3% independentistas y un 13% autonomistas. Respondieron a la consulta unos 9.000 afiliados.
Igualmente, UGT ha ampliado el espectro ideológico de sus afiliados. En este sindicato también es habitual la convivencia de sindicalistas independentistas con federalistas o autonomistas. El secretario general de UGT, Camil Ros, fue militante de ERC. Fuentes conocedoras del interior de la organización consideran que los equilibrios internos tienen poca influencia en el día a día del sindicato, que durante el mandato de Josep María Álvarez hizo una fuerte apuesta por la diversidad.
Otra muestra de la diversidad entre los miembros del sindicato es la presencia de Neus Munté, con carné de CDC, que formó parte durante años de la dirección catalana de la UGT, conviviendo sin enfrentamientos conocidos con Jaume Collboni, actual concejal del PSC en el ayuntamiento de Barcelona.