El empate en escaños entre el PSC y ERC con el que el se saldaron las últimas elecciones al Parlament se estaría rompiendo en favor de los socialistas. Así lo refleja el barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), que pronostica una victoria clara de los socialistas en votos y escaños frente a los republicanos, que notan las consecuencias de gobernar y reducen apoyos electorales. El batacazo más notable es el de Junts, que perdería hasta 10 escaños.
La encuesta publicada este jueves estima que el PSC volvería a ganar las elecciones al Parlament en votos –conseguiría entre el 25% y el 29% de los sufragios frente al 23% del 14F–, lo que se traduce en una horquilla de entre 36 y 42 asientos, un mínimo de tres más de los que tiene ahora. ERC queda relegada al segundo lugar con la posibilidad de perder hasta dos diputados respecto a sus 33 actuales, aunque por arriba la horquilla alcanza los 37 escaños.
El CEO confirma además la tendencia descendiente de Junts. Si en el anterior barómetro los de Laura Borràs caían de sus 32 diputados a entre 23 y 28, en esta encuesta la horquilla es de 22–27, esto es, una pérdida de hasta diez diputados. La caída de los posconvergentes pondría en apuros la actual mayoría absoluta independentista que permitió la investidura de Aragonès. La media de escaños que el barómetro otorga a ERC, Junts y la CUP suma 69 diputados, solo uno más que la mayoría absoluta y lejos de los 74 escaños actuales.
También destaca del barómetro la recuperación del PP catalán, que el 14F se quedó a las puertas de no tener representación, a costa de Vox. Los de Alejandro Fernández se catapultarían a la cuarta plaza (9–14 escaños, ahora tienen tres), seguidos por la CUP (8–12, frente a los nueve diputados actuales) y Vox, que perdería apoyos: de sus once diputados actuales pasaría a tener un mínimo de 4 y un máximo de 8.
Tras la ultraderecha vendrían los comuns (4–7 escaños frente a sus ocho actuales), y el farolillo rojo lo ocuparía Ciudadanos, que como máximo mantendría sus seis escaños pero también podría llegar a perder tres.
La ligera ventaja del PSC frente a ERC también se repetiría en caso de celebrarse elecciones al Congreso, según el CEO. Los socialistas obtendrían entre 13 o 15 escaños, uno o tres más que ahora, mientras ERC podría perder dos de sus 13 diputados o lograr uno más.
A año y medio de las nuevas elecciones generales no se detectan grandes cambios en el resto de partidos respecto a las últimas de noviembre de 2019. El CEO otorga a Junts entre 6 y 8 escaños (ahora tiene 8); entre 4 y 6 a los comuns (ahora tienen 7); y entre 2 y 4 para la CUP, que logró dos.
En el campo de la derecha el barómetro también detecta una recuperación del PP a costa de Vox respectivamente: ambos partido tienen ahora dos diputados, y el CEO proyecta que los populares consigan entre 3 y 6 mientras que la ultra derecha perdería uno o solo lograría un representantes más. Ciudadanos, por su lado, no obtendría representación o se quedaría en dos escaños.
El 'no' a la independencia, en máximos
Respecto al debate soberanista, el 'no' a la independencia continúa creciendo hasta alcanzar su máximo de la serie histórica del CEO. El 52% de los catalanes rechaza que Catalunya se convierta en un estado independiente, porcentaje que en anteriores sondeos, aunque por encima del 'sí', se había mantenido bordeando por debajo el 50%.
En cambio el 'sí' a la secesión cosecha su cota más baja, un 41% de apoyos, igual que en la encuesta de junio de 2017. Los once puntos son la diferencia más amplia entre partidarios y contrarios de la independencia de los últimos sondeos. En el último Barómetro de Opinión Pública del CEO de abril de este año el rechazo a la independencia obtenía un 48% y los favorables también representaban el 44%.
Además el 64% de los encuestados es partidario de la vía pactada para resolver el conflicto soberanista, una cifra que incluye un 28% que desea la independencia y otro 34% que quiere la unidad de España. Por contra, solo el 11% de los catalanes es partidario de la independencia unilateral y un 8% quiere unidad de España sin negociación entre gobiernos.