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El monumento fallero conquista el museo de la mano de Alfredo Ruiz: “Siempre he pensado que mis fallas estarían en el IVAM”
El monumento fallero ya es, literalmente, objeto de museo. El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) programa, hasta el próximo 23 de abril en el Lab2, la exposición 'Alfredo Ruiz: caminos hacia la modernidad en las fallas', un proyecto de investigación sobre la obra del artista, pionero en fallas experimentales.
La muestra plantea un recorrido histórico por sus obras, desde 1968 hasta la actualidad, a través de maquetas y bocetos que constituyen el material de trabajo que se salvó del fuego. Entre este material encontramos maquetas rescatadas del archivo del propio artista, que van desde 1990 hasta su último monumento en 2013. La propuesta también incluye la presentación de la última falla del artista, ‘Bosque geométrico’, un conjunto de coloridas figuras rectangulares creado para la exposición que ocupa el centro de la sala y que, como reconocen los diseñadores y gestores culturales Ricardo Ruiz y Daniel Escobedo, está predestinado a acabar siendo pasto del fuego: “Las llamas llegarán y purificarán, porque las fallas están creadas para ser consumidas por el fuego. Todavía estamos trabajando en el dónde y el cuándo”.
Para Ruiz, este bosque es su bosque, “del cual saco yo todas mis ideas”, dice. “Todos tenemos un bosque en la cabeza y cada uno lo tiene de una manera. Ese bosque es mi cabeza”, apunta el artista, quien reconoce sobre su presencia en el museo que lo tenía claro: “Siempre he pensado que mis fallas estarían en el IVAM y se ha cumplido”. Tal y como explica el artista, nunca ha distinguido su trabajo del arte contemporáneo: “Las fallas me han ido construyendo a mí, me han enriquecido y me han permitido divulgar el arte, la poesía e incluso temas conflictivos”.
La exposición recorre la renovación constructiva y estética de los monumentos falleros creados por Alfredo Ruiz en las últimas décadas“, ha explicado la directora del IVAM, Nuria Enquita, sobre el proyecto que pretende ”trazar un recorrido desde sus inicios en el barroquismo, su interés por explorar nuevos lenguajes y su evolución hacia una depuración progresiva formal, influido por referentes como Nietszche, Malévich, Kandinsky o Albert Camus“.
Para Escobedo, el IVAM es idóneo para acoger esta muestra puesto que permite traspasar esa frontera que diferenciaba al artista fallero de otros creadores, entendiendo que todos son artistas, independientemente de donde muestren su arte. “El IVAM es el lugar idóneo para reivindicar la figura de Alfredo Ruiz porque su producción es moderna. Traer su trabajo al museo es importante. El arte y la cultura son una herramienta básica para lograr un mundo mejor: si en las fallas hay más arte y más cultura, el mundo será un poco mejor”, apunta Ricardo Ruiz.
Un artista autodidacta
De orígenes humildes y formación autodidacta, Alfredo Ruiz heredó el estilo barroco y grotesco de sus mentores, pero pronto comenzó a buscar en las fallas un medio de expresión de sus propias inquietudes e ideas. “A partir de 1982 comienza a tratar temáticas sociales como el ecologismo, la desigualdad, el capitalismo, el racismo, la pena de muerte, la vejez... temáticas innovadoras en un lugar que repetía fórmulas ya quemadas”, en palabras de Ricardo Ruiz.
En palabras del propio artista, “la falla me ha construido a mí”, al tiempo que añade que han sido las propias fallas las que le han “documentado y enriquecido”. “Por eso he querido enriquecer a la gente en la calle”, señala en relación a los temas que elegía para sus monumentos, algunos comprometidos para la época.
Aunque durante un tiempo trabajó en la empresa Lladró, siempre regresó a la calle. “Para Alfredo era fundamental el espacio público, el arte de la calle”, ha señalado Daniel Escobedo. Entre las obras de Alfredo Ruiz que recoge la muestra destacan bocetos y maquetas como ‘Naturaleza muerta’, una falla que ya en 1982 planteaba un cambio en el remate; ‘Elegía II’, de 1998, contra la explotación infantil, o la mítica ‘Poesía horizontal’ para la comisión de Mossén Sorell-Corona: una pieza en el suelo cuadrangular, de varias decenas de metros, sin ningún ninot y representando, exclusivamente, una falca, que rompía la tradicional verticalidad del gremio.
También se muestra material de archivo inédito y una pieza de vídeo realizada por Raquel Cambralla que reúne entrevistas a artistas que en la actualidad realizan fallas experimentales.
El IVAM y las Fallas
La directora comenta que esta línea de acción del IVAM en torno a las fallas se enmarcan en el Proyecto Lab / IVAM – Ciutat, que pretende conectar el museo con la actividad y el estudio cultural de aquello que ocurre en su entono local. “En 2022 presentamos ‘El llibret de falla: una oportunidad cultural’. Este año, de forma complementaria y continuando con esa línea, abordamos las fallas como otro pilar fundamental en el mundo de la cultura festiva”, señala.
Sobre el traslado de las fallas de la calle al museo, el propio Ruiz asegura que nunca ha distinguido su trabajo del arte. “Aquel que considere que esto no es arte para exponer... bueno, ¡pues a mí me hubiera gustado una sala más grande!”, bromea el artista al finalizar la presentación.
El monumento fallero ya es, literalmente, objeto de museo. El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) programa, hasta el próximo 23 de abril en el Lab2, la exposición 'Alfredo Ruiz: caminos hacia la modernidad en las fallas', un proyecto de investigación sobre la obra del artista, pionero en fallas experimentales.
La muestra plantea un recorrido histórico por sus obras, desde 1968 hasta la actualidad, a través de maquetas y bocetos que constituyen el material de trabajo que se salvó del fuego. Entre este material encontramos maquetas rescatadas del archivo del propio artista, que van desde 1990 hasta su último monumento en 2013. La propuesta también incluye la presentación de la última falla del artista, ‘Bosque geométrico’, un conjunto de coloridas figuras rectangulares creado para la exposición que ocupa el centro de la sala y que, como reconocen los diseñadores y gestores culturales Ricardo Ruiz y Daniel Escobedo, está predestinado a acabar siendo pasto del fuego: “Las llamas llegarán y purificarán, porque las fallas están creadas para ser consumidas por el fuego. Todavía estamos trabajando en el dónde y el cuándo”.