El presidente del Gobierno valenciano, el socialista Ximo Puig, se ha pronunciado este martes antes de su reunión en Bruselas con el vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, sobre el conflicto que se ha desatado con el Gobierno de Pedro Sánchez a cuenta del recorte de agua previsto en el borrador del real decreto que regula el trasvase Tajo Segura elevado al Consejo de Estado, un texto contra el que la Generalitat ya ha presentado alegaciones.
La polémica viene motivada por la elimación del documento por parte de la ministra también socialista, Teresa Ribera, de una disposición pactada en el Consejo Nacional del Agua que en la práctica reduce a la mitad la llegada de agua a los regantes de Alicante en el año 2027.
Al respecto, Puig ha comentado que “si se produce un acuerdo en el Consejo Nacional del Agua se debe de respetar o en todo caso volver a convocar el Consejo Nacional del Agua” y ha pedido que se vuelva “a la redacción original de la disposicón novena y que se haga un planteamiento desde el diálogo”.
El presidente del Consell ha insistido en que “no puede haber una situación de confrontación, sino de búsqueda de soluciones inmediatas en primer lugar, desde el diálogo para la desalación a un precio razonable y competitivo para los agricultores”, y en segundo lugar, desde un punto de vista estructural, “se tenga en cuenta que se está hablando de una transición con unas inversiones que son muy adecuadas pero que se deben acometer con un plazo de determinado y acompasadas con una menor percepción de agua desde el acueducto”.
Puig ha calificado de “irrenunciable” el trasvase Tajo-Segura: “Queremos que el Tajo esté vivo con mejor y mayor agua por la depuración de las aguas de Madrid, lo que puede impedir que tenga que crecer el caudal ecológico en los años siguientes al 2025”.
Puig ha explicado que mediante las alegaciones presentadas al Consejo de Estado piden que se entienda la posición de la Comunitat Valenciana y de Murcia: “Se produjo un acuerdo y por tanto no se ha actuado de una manera correcta. A partir de eso, nosotros estamos permanentemente abiertos al diálogo porque la confrontación y las guerras del agua no sirven para nada. Lo que tenemos que buscar es esos puntos de encuentro, desde la defensa clara de los intereses de los regantes y de la Comunitat Valenciana”.
Sobre la manifestación convocada en Madrid este miércoles 11 de enero por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura (Scrats) de Almería, Murcia y Alicante, Puig ha comentado que tienen “todo el derecho a plantear las protestas que consideren oportunas, la reivindicación está bien, pero debe ir acompañada siempre de la voluntad de acuerdo y de diálogo y yo espero que por todas las partes se tenga esa visión”.
El jefe del ejecutivo valenciano ha lamentado, en elusión a la oposición, que hay quien está “intentando erosionar a los gobiernos y ese es es su único interés”, mientras que desde la Generalitat se trabaja con el único interés de solucionar el problema definitivamente: “Agua para siempre a través de la desalación, de la regeneración, de las aguas subterráneas que se puedan utilizar, también del Tajo-Segura, pero garantizar al agricultor que va a tener agua para siempre, de eso se trata”.