Un hombre se ha prendido fuego a lo bonzo este martes en el campamento de refugiados de Idomeni (Grecia), ante la desesperación derivada del cierre de la frontera con Macedonia, según ha confirmado a Efe una fuente de la policía de Macedonia Central. Otros refugiados que estaban a su lado lograron extinguir el fuego y ponerle a salvo.
La tensión aumenta en la ciudad de Idomeni, donde las manifestaciones contra el cierre de la frontera con Macedonia no cesan. Desde ayer, varias cerca de 50 refugiados mantienen ocupadas las vías del tren para exigir la apertura de las fronteras. Tras el cierre de Macedonia, iniciado hace un mes, 13.250 solicitantes de asilo y migrantes viven en condiciones de insalubridad, durmiendo en débiles tiendas de campaña y sobre el barro.
La desesperación se ha evidenciado con más rotundidad cuando un hombre se ha prendido fuego en protesta por la situación. Varios vídeos difundidos por las redes sociales se puede ver cómo un grupo de hombres lo transportan envuelto en una manta hasta una ambulancia, en la que ha sido trasladado al hospital.
El suceso ha desatado la indignación de decenas de refugiados y se han unido a la protesta, donde continúan gritando contra el cierre de la frontera. Según los periodistas presentes en el campamento, los refugiados dicen estar determinados a continuar ocupando la línea férrea hasta que logren su objetivo.
En las últimas semanas las protestas de refugiados y migrantes se han multiplicado, no solo en Idomeni, sino también en el puerto del Pireo, donde cerca de 5.000 personas se agolpan en los pabellones habilitados como centros de acogida y en tiendas de campaña.
Hasta que la frontera hacia la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) se cerró definitivamente también para sirios e iraquíes, eran sobre todo afganos los que protagonizaban este tipo de protestas. El número total de migrantes y refugiados repartidos por toda Grecia asciende hoy a 52.207, siendo el campamento fronterizo de Idomeni el que -con 13.250- más personas alberga.