La portada de mañana
Acceder
El PSOE llega a su Congreso con un ojo en la continuidad y otro en los tribunales
ERC elige a su líder en un congreso convertido en un plebiscito sobre Junqueras
Opinión - España: una democracia atascada. Por Rosa María Artal

“La policía nos amenazó: si no salían los migrantes de nuestro campo, entraría a sacarles”

El campo de refugiados 'Better Days for Moria' nació a iniciativa de un grupo de voluntarios junto al centro oficial de registro de la isla griega de Lesbos. Si surgió tan cerca de un campo gubernamental, dice Raül Torras, es porque hacía falta: “Por los vacíos institucionales”. Su presencia, apunta, incomodaba porque “reflejaba que algo no iba bien”. 

Al principio, ayudaban a los recién llegados mientras intentaban registrarse en el saturado centro de Moria. Después, cuando el campo oficial comenzó a impedir el registro a determinadas nacionalidades, comenzaron a acogerles de forma más prolongada. Se convirtió en el refugio de las personas tachadas de “migrantes económicos”: paquistaníes, marroquíes, argelinos, tunecinos...

Los problemas ya habían empezado para ellos mucho antes. Ahora, todos los refugiados y migrantes serán devueltos en base al acuerdo UE-Turquía. Y, según denuncian muchos voluntarios y ONG, ellos corren el riesgo de ser los primeros en retornar. Hablamos con el coordinador de 'Better Days for Moria' cuando el campo ya ha quedado prácticamente vacío. Nos explica cómo se ha producido el proceso de evacuación de las personas que acogía, y por qué ellos mismos decidieron finalmente irse a un centro de detención por su propio pie. 

Son días tristes en Lesbos.

Desde el domingo, las autoridades griegas están evacuando Lesbos de los refugiados que ya estaban en las islas con anterioridad a la entrada en vigor en acuerdo. En vuestro caso, al ser un centro extraoficial, ¿también los han evacuado? ¿Cómo lo están haciendo?

Hace dos días, nos llamó la Policía para advertirnos de que unas 150 personas que se alojaban en 'Betters Days for Moria' debían abandonar el centro. Nos dijeron que, si no salían voluntariamente, intervendrían en el campo. Muy cerca de Moria (el centro oficial ahora convertido en centro de detención) tenían tres furgonetas de antidisturbios...

Entonces, explicamos a la gente que estaba alojada en el campo que tenían dos opciones. La primera, acceder a ir al campo oficial voluntariamente. Sobre esta posibilidad les explicamos que no sabemos qué iban a hacer con ellos. Si van a Kavala, como parece que están trasladando a todos, no sabemos si les internarían en centros o serían deportados directamente a Turquía.

La otra opción que les planteamos era no ir, que se quedasen en el centro. Les dejamos claro que nosotros no les estábamos echando, pero desgraciadamente no les podíamos proteger de la policía, no teníamos capacidad de hacer nada. La mayoría ha elegido salir voluntariamente.

¿Por qué eligieron irse?

Son conscientes de que no tienen otra opción. Nos decían que, si al final van a ser deportados igualmente, mejor hacerlo voluntariamente.

Además, cuando les explicamos que la policía amenazó con intervenir, la mayoría dijo que se iba porque no quería ver a la policía en este campo. Nos decían que nos querían mucho y no querían poner a nuestro campo y a nuestra gente en peligro. Se han portado de forma excelente. Me imagino la frustración que deben sentir por estar encerrados y lo difícil que debe de ser mantener una posición pacífica. Esta gente lo ha hecho. 

¿Saben qué ha sido de ellos?

Llegan muchas informaciones pero sin contrastar. Hace dos días se fue un ferry a Kavala, tenía gente de Irán. Finalmente, según nos contaron algunos de los iraníes que viajaban en él, el ferry no se fue a Kavala sino a Atenas. Les metieron en autobuses y se quedaron parados sin información. No tenemos garantía de que estén llevándoselos a Kavala, como dicen las autoridades.  

También tenemos dudas de que los centros de protección creados en Atenas cumplan garantías. 

¿Cómo están las personas que decidieron quedarse en vuestro centro? ¿Qué planean hacer?

Es muy complicado, han visto que la gran mayoría ha decidido irse. Sienten que lo tendrán que hacer. Es muy duro... llevamos dos días despidiendo a gente, el panorama es muy desolador. Hemos llegado a un punto en el que no tenemos solución. Aquí no están las autoridades griegas ni la policía, tampoco hay nadie de Acnur. Aquí somos nosotros los que tenemos que explicar y decir adiós con lágrimas en los ojos. 

La gente está triste, está perdiendo la poca esperanza que tenía. Son más o menos conscientes de las dificultades legales. Nos agradecen mucho este tiempo pero son conscientes de que a partir de ahora no vendrán buenas noticias. Sienten tanta frustración...  Piensan que lo han dejado todo atrás por nada, no han conseguido llegar a donde querían, se han olvidado de ellos, se sienten abandonados por Europa.

¿En qué condiciones viven los refugiados en el centro cerrado de Moria (Lesbos)?

Ahora mismo Moria -antiguo centro de registro- ya es un campo cerrado. Todos están en Moria, también solicitantes de asilo. Pero estos primeros días están siendo muy confusos. Antes había muchos voluntarios que hacían cosas tan básicas y necesarias como buscar a las familias, darles ropa, o información... Pero la mayoría ahora mismo no tiene acceso a los refugiados. Es un trato distinto y según lo que nos cuentan es mucho peor, ahora gestiona el centro la policía. 

Cuando todo el personal es oficial, te aseguras de que se explica y se deja ver al mundo solo lo que tú quieres. Este es un elemento muy importante: no habrá personal humanitario, por lo que me preocupa qué es lo que se va a explicar al mundo sobre lo que ocurre en Lesbos. Ahora los voluntarios contaban día a día la realidad. Ahora encierran a los refugiados y la transparencia será menor. 

Antes del acuerdo UE-Turquía, ¿les habían presionado para cerrar vuestro campo?

Directamente no, pero desde el principio, el hecho de que haya un campo no oficial al lado del oficial significa que el oficial no funciona. Nunca hemos sido bienvenidos porque no interesa. Porque demuestra que hay vacíos en su campo, por eso siempre nos han puesto las cosas difíciles. Nos cortaron el agua de un día para otro. Pero siempre hemos estado muy valorados por todos los refugiados.

Parece que la labor de Betters Days for Moria en Lesbos termina. ¿Es así? ¿Qué piensan hacer y cómo lo llevan los voluntarios?

Jodidos, estamos jodidos. Los que estábamos aquí desde hace tiempo sabíamos que en algún momento pasaría. Veíamos cómo evolucionaba la lógica europea y cómo iban limitando sus opciones. Primero impidieron salir de Grecia a la gente de Túnez, Marruecos y Argelia; luego a los paquistaníes... Pero aunque eres consciente, nunca estás preparado para afrontarlo. Los voluntarios no estábamos preparados para hacerlo tan rapido, así que imagínate ellos...  Que después de atender a 160.000 personas desde noviembre por el vacío institucional, la policía te amenace con intervenir tu campo es duro.

Podíamos ayudar, nos habíamos organizado y teníamos capacidad. Pero la voluntad política es de no ayudar. Tenemos que ver cómo evoluciona, probablemente empezaremos el proyecto en otro sitio, tenemos muchos contactos para empezar de nuevo. Podría ser Turquía o Líbano...