La actividad económica en el turismo y los servicios se contrae en agosto por primera vez desde octubre de 2022

Daniel Yebra

5 de septiembre de 2023 10:37 h

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La actividad económica en el sector servicios se contrajo en agosto por primera vez desde octubre de 2022. El indicador adelantado PMI avisa de una “desaceleración” de la demanda en pleno 'boom' del turismo y proyecta una ligera caída del PIB (Producto Interior Bruto) del 0,1% en el conjunto del tercer trimestre, en línea con el estancamiento en el que ya se encuentra Alemania y el conjunto de la eurozona.

En cambio, el modelo de predicción en tiempo real de la evolución del PIB de la AIReF (Autoridad independiente de responsabilidad fiscal), que va añadiendo a sus cálculos los datos que se van publicando cada trimestre (los PMI, y también el paro, el consumo o las ventas de las empresas), mantiene un crecimiento del 0,3% entre julio y septiembre, con un tercio de todas las cifras que recoge a lo largo del trimestre. Una cifra acorde con las expectativas de un avande del PIB superior al 2% en 2023.

El índice PMI de servicios conocido este martes, que calculan HCOB (Hamburg Commercial Bank) y S&P Global, se basa en encuestas a unas 400 empresas que se realizaron entre el 10 y el 25 de agosto. Es uno de los indicadores adelantados más seguidos para medir de cerca la evolución de la economía. También se realiza en el resto de países desarrollados y para la industria y la construcción, que llevan meses avisando de debilidad en toda Europa y a nivel global.

En la última recogida de datos “de la encuesta fueron evidentes indicios de un entorno de desaceleración de la demanda, lo que contribuyó a la caída de la actividad [en agosto]. La entrada de nuevos pedidos se contrajo por primera vez en 10 meses, aunque sólo levemente”, detalla el informe sobre el índice PMI.

“Las condiciones fueron especialmente débiles en términos de demanda del mercado exterior. Se observa una caída de los nuevos pedidos de exportación, que fue la más pronunciada en diez meses”, continúa. Ni siquiera el turismo aislado del resto del sector se salvó, y también sufrió un frenazo.

Los expertos vienen advirtiendo de que el crecimiento del sector estaba cerca de tocar techo en cuanto a la llegada y el gasto de los turistas extranjeros, que se prevé que alcancé el récord de 100.000 millones, tras un arranque de año histórico y, eso sí, distorsionado por la inflación. También se ha detectado una desaceleración del mercado nacional precisamente por las subidas de precios.

Se reducen las contrataciones

“Las empresas respondieron a la disminución de los nuevos pedidos recibidos reduciendo el ritmo de crecimiento de sus plantillas. Aunque el nivel de empleo siguió aumentando, la tasa de crecimiento en agosto fue la menos pronunciada desde enero pasad”, añade.

En cuanto a los precios, los costes de los insumos aumentaron por trigésimo noveno mes consecutivo, según la misma encuesta. De hecho, tras acelerarse de nuevo desde julio, la tasa de aumento fue la más fuerte en tres meses.

“Los comentarios sobre crecientes presiones salariales siguieron siendo generalizados entre las empresas encuestadas. El aumento del coste del combustible también atrajo la atención como un factor actual de inflación. Las empresas continuaron repercutiendo estos aumentos de los costes sus clientes, lo que llevó a un aumento sostenido de los precios de venta”, explica el informe de HCOB y S&P Global.

El turismo y el resto del sector exterior (exportaciones de otros servicios relacionados con la tecnología o la consultoría) han sido en los últimos trimestres el principal motor del crecimiento económico en España, y el motivo por el que nuestro país lidera las estimaciones de avance del PIB en 2023 (el Banco de España espera un 2,3%, frente a 2022).