En medio del discurso antiinmigración del partido de extrema derecha Vox, que exige a la Junta de Andalucía que denuncie a los inmigrantes sin papeles ante la Policía, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) contrapone con datos un estudio que apuesta por un aumento de la inmigración para el sostenimiento del sistema público de pensiones. El informe sostiene que la llegada de migrantes actuará en los próximos años como “mecanismo de ajuste” dada la escasez de mano de obra nacional en los próximos 30 años, fruto del envejecimiento de la población en España en ese periodo.
El estudio de la Autoridad Fiscal sobre la sostenibilidad de la Seguridad Social expone los retos a los que se enfrente el sistema público de pensiones hasta 2048. Por un lado, el déficit actual en sus cuentas tras el periodo de crisis económica, que los técnicos recomiendan que asuma el Estado en el corto plazo. Por otro lado, las previsiones de envejecimiento de la población española en las próximas décadas, que “supone una presión sobre el gasto en pensiones, impactando decisivamente desde 2030”.
El envejecimiento que contempla la AIReF para los próximos años es menos acusado que el de otros organismos, como el Instituto Nacional de Estadística (INE) y Eurostat. La diferencia entre los cálculos de la Autoridad Fiscal y los del resto de organismos se explican por la estimación de una mayor tasa de fecundidad y, sobre todo, por la previsión de más llegadas de inmigrantes en los próximos años.
Gracias a una investigación propia teniendo en cuenta los flujos migratorios de más de 100 países, la AIReF estima un promedio de entradas netas de unas 270.000 personas al año hasta 2050. El INE, que ha actualizado recientemente sus estimaciones al alza, sitúa este promedio en las 184.000 personas.
Clave para evitar el desplome de trabajadores
La llegada de estas personas a España es la que evitará, según los estudios de la Autoridad Fiscal, el desplome de la población en edad de trabajar en los próximos años. Según sus cálculos, gracias a la inmigración este colectivo fundamental para sostener las pensiones con sus cotizaciones sociales podrá mantenerse en niveles similares a la actualidad, “entre los 28 y 30 millones de personas en 2050”. Las estimaciones del INE de 2015 preveían que esta mermara en unos 6 millones de personas.
Con las previsiones de la AIReF, la población migrante llegaría en 2050 a un porcentaje de entre el 13,2% y el 16,7%, “en línea con el nivel actual en países de nuestro entorno”.
Los analistas fiscales destacan que “evitar un escenario de japonización [como denominan al elevado envejecimiento de la población] requiere un aumento de la inmigración”. El organismo subraya que en la actualidad “España es uno de los países que tiene políticas migratorias más favorables en Europa” y destaca que sus estimaciones de los flujos migratorios a futuro tienen en cuenta que estas políticas no cambien.
“Política abierta, flexible e integradora de acogida”
De hecho, la AIReF expone varias “medidas necesarias para explotar al máximo los beneficios de la llegada de mano de obra extranjera”, entre las que apuesta por “el mantenimiento de una política abierta, flexible e integradora de acogida”, “medidas de adaptación a las necesidades del mercado de trabajo” y “políticas de atracción de trabajadores con alta cualificación”.
Además, la Autoridad Fiscal advierte de que el crecimiento de la inmigración puede llevar a un aumento del “sentimiento de rechazo”, ya existente, por lo que recomienda “políticas públicas que corrijan este sesgo”.
Los técnicos fiscales sostienen que “estos flujos migratorios pueden tener un impacto económico positivo más allá de la sostenibilidad del sistema de pensiones”. Más allá de las ventajas económicas, las ONG destacan la necesidad de abordar las políticas migratorias y de acogida desde un punto de vista humanitario basado en los derechos humanos.
En el mercado de trabajo, apunta la AIReF, la inmigración actuará en las próximas décadas como “mecanismo de ajuste”, dada la escasez de mano de obra nacional como consecuencia del envejecimiento de la población residente.
La llegada de inmigrantes al mercado laboral es la que amortigua la menor contribución del factor trabajo al crecimiento del PIB en los próximos años. El crecimiento del Producto Interior Bruto estimado por la AIReF –de entre un 1,1% y un 2% en el periodo hasta 2048– “se sitúa por debajo de los valores históricos”, subraya el organismo, “reflejando el impacto del envejecimiento, que limita la contribución del factor trabajo”.
Aun así la evolución del factor trabajo, explican los técnicos fiscales, se mantiene positiva ya que el envejecimiento “se ve parcialmente compensado por el crecimiento de los flujos migratorios”.