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Endesa proyecta instalar baterías para almacenar la producción de su central de carbón en Almería

Central eléctrica de Carboneras (Almería). Foto: Endesa

Antonio M. Vélez

Endesa ha iniciado los trámites administrativos para instalar un sistema de baterías que permita almacenar la producción de la central de carbón de la eléctrica en Carboneras (Almería).

El proyecto, “de carácter experimental”, consiste en un “Sistema de Almacenamiento de Energía mediante Baterías (BESS)” de ion litio para la “optimización” de la planta y está todavía en sus primeras fases. Pero es relevante por afrontar uno de los grandes retos del sector, el almacenamiento de energía, en una instalación convencional de gran capacidad que está entre las más contaminantes del país.

Hasta ahora, Endesa había ensayado distintas soluciones de almacenamiento en pequeñas plantas con generación diésel y fotovoltaica en Canarias, un sistema eléctrico aislado. El de Carboneras, localidad ubicada junto al Parque Natural del Cabo de Gata, famosa por ubicar el hotel ilegal de El Algarrobico, es el primero que pondrá en marcha en la Península y estará asociado a una planta de gran tamaño, con una potencia equivalente a la de una central nuclear.

La central de Carboneras, conocida también como central Litoral de Almería, es una de las mayores plantas de carbón de España, con dos grupos térmicos puestos en marcha en 1985 y 1997 con 1.159 megavatios (MW) de potencia. Es también la tercera industria más contaminante del país, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

En 2015, con la producción de electricidad a partir de carbón en máximos (esta fuente aportó casi el 19,9% del total, sólo por detrás de la nuclear), esta planta arrojó a la atmósfera 6.440.967 toneladas de dióxido de carbono, solo por detrás de las centrales de carbón de Aboño (Gijón), de la portuguesa EdP, y As Pontes (A Coruña), de la propia Endesa.

La documentación del proyecto de instalación del sistema de baterías en Carboneras fue entregada por Endesa Generación el 20 de diciembre a la Dirección General de Política Energética y Minas del Ministerio de Energía. En ella, la eléctrica señala que la instalación proyectada permitirá dar “estabilidad a la red y un aumento de la calidad energética para asegurar una calidad del suministro de energía constantemente alta”.

Endesa, que a preguntas sobre este asunto no precisa la inversión estimada, reconoce en el documento que las centrales de carbón no están preparadas para respaldar a las energías renovables, cuya producción es intermitente. El proyecto se justifica en “el aumento en la penetración de tecnologías renovables no gestionables”, que “ha incrementado las necesidades de flexibilidad del sistema y de aportación de capacidad de firmeza de las centrales de combustibles fósiles” para los momentos en los que no hay agua, ni viento, ni sol.

Ello, unido al “bajo funcionamiento de las centrales de ciclo combinado” (que funcionan con gas natural), especialmente en momentos de elevada producción hidráulica y eólica, “obliga a las térmicas de carbón a realizar funciones de seguimiento de la demanda” para las que “no han sido diseñadas”.

“Esto supone un aumento de la velocidad a la que se deterioran componentes críticos de la central como son las turbinas y generadores lo cual implica mayores gastos de inspección y mantenimiento, una pérdida de rendimiento de la caldera con el consiguiente aumento del consumo de carbón y de las emisiones de gases”.

Según Endesa, “el sistema de almacenamiento con capacidad de 30 minutos que se encontrará integrado dentro de los auxiliares de la central, se plantea como un sistema para mejorar la respuesta del grupo térmico” y permitir “una mejora del rendimiento de la planta, un menor consumo de vida de los equipos principales así como un aumento en la flexibilidad”.

En el procedimiento de Evaluación Ambiental iniciado ante el Ministerio de Agricultura, la empresa plantea que la modificación proyectada no se someta “a evaluación ambiental ordinaria ni a evaluación ambiental simplificada”, porque no supone un cambio “significativo” de las características de la planta.

Inversiones de 240 millones

La compañía controlada por la italiana Enel anunció en marzo una inversión de 240 millones de euros en Carboneras para reducir un 60% sus emisiones de dióxido de azufre (SO2) y un 80% las de óxido de nitrógeno (NOx), con el objetivo de cumplir la normativa europea y prolongar dos décadas la vida útil de la planta. La central fue señalada en octubre por la federación de ONG Oficina Europea de Medio Ambiente (EEB, por sus siglas en inglés) como responsable de 177 muertes prematuras en 2013, tal y como denunció Ecologistas en Acción.

El carbón, la fuente de energía más contaminante, es una tecnología en retroceso a escala global por sus elevadas emisiones, aunque el mes pasado fue la que más aportó al mix eléctrico español, con el 24,4% del total. En el conjunto de 2016, fue la tercera fuente con el 14,3%, tras reducirse la producción con carbón un 30,6%. El parque de centrales de carbón todavía representa el 9,5% de la potencia instalada en España, con 10.000 megavatios (MW).

Endesa es el principal operador en esta tecnología, a la que los expertos ven abocada al cierre a largo plazo. En noviembre, al actualizar su plan estratégico, la eléctrica estimó que para 2020 el parque de carbón en la España peninsular habrá reducido su peso a menos del 6%, tras el cierre del 45% de la potencia. De ese proceso de desmantelamiento se salvará Carboneras, que genera electricidad con carbón de importación de bajo contenido en azufre. La planta no utiliza mineral nacional, cuyas ayudas ha vetado la Comisión Europea.

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