Parecía que en la última reunión del G-20, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de China, Xi Jinping, habían dado una tregua al vaivén que trae en vilo a la economía mundial. Incluso llegaron a un acuerdo para levantar el veto estadounidense a la empresa china Huawei. Sin embargo, un mes después Trump reactivaba la guerra comercial a golpe de tweet.
Mientras los equipos negociadores de ambas superpotencias se encontraban en plenas conversaciones comerciales, el presidente de Estados Unidos anunció un arancel del 10% a partir del 1 de septiembre a los productos chinos que hasta ahora quedaban al margen del conflicto, valorados en 270.600 millones de euros.
Estas nuevas “amenazas” fueron rechazadas por China al día siguiente y anunciaron que habría represalias“ para ”defender sus intereses“. ”Rechazamos esta medida que rompe con el compromiso alcanzado por los líderes de ambos países en la pasada cumbre del G20 celebrada en Osaka. Si EE. UU. pone en marcha estos aranceles, China tendrá que tomar las medidas necesarias para salvaguardar sus intereses legítimos. EE. UU. tendrá que asumir las consecuencias“, dijo este viernes pasado el Ministerio de Comercio en un comunicado.
El miércoles de la semana pasada la Reserva Federal de Estados Unidos anunció que bajaba el precio del dólar (tipo de interés) 25 puntos básicos. La primera rebaja desde el 2008. “Tiene la intención de actuar como seguro contra los riesgos de un crecimiento global débil y la incertidumbre en las políticas comerciales, ayudar a compensar los efectos que estos factores están teniendo sobre la economía, y promover un retorno más rápido de la inflación a nuestro objetivo del 2%”, explicó Jerome Powell, presidente de la Fed, en rueda de prensa.
¿Qué país es más dependiente del otro?
El país asiático es mayoritariamente exportador, y en 2018 registró una balanza comercial (exportaciones menos importaciones) positiva de 306.762 millones de euros. Dicho de otra forma, registró un superávit de 306.762 millones. Y si analizamos los intercambios entre China y Estados Unidos, el país de Xi Jinping registró un superávit récord de 281.816 millones de euros respecto al país americano en 2018. Por el contrario, Estados Unidos es un país ante todo importador, y en 2018 registró una balanza comercial deficitaria de 554.370 millones de euros.
En el mes de junio de 2019, el último de los que se tienen registros y el primero con los aranceles adicionales introducidos, en ambos países bajaron las exportaciones, pero fue mucho más acusado en el país americano. Así, las exportaciones chinas a EE. UU. entre enero y junio de 2019 sumaron 177.214 millones de euros, un 8,4% menos que un año antes, mientras que las compras chinas de productos estadounidenses cayeron un 29,9%, hasta los 52.366 millones de euros. De manera que el superávit comercial de China con EE. UU. se incrementó un 5% en el primer semestre del año, hasta 124.847 millones de euros.
¿Ya se aplican aranceles y cómo afectan a la economía?
Las dos principales economías mundiales mantienen esta disputa arancelaria desde marzo de 2018, y han marcado las previsiones de crecimiento a nivel global: en su última actualización, el FMI rebajó sus proyecciones de subida del PIB mundial al 3,2% -una décima menos que en abril- como consecuencia de las “tensiones comerciales” entre Washington y Pekín.
El pasado 1 de junio, EE. UU. comenzó a aplicar aranceles adicionales sobre productos chinos por valor de unos 200.000 millones de dólares (177.897 millones de euros) a lo que China respondió aplicando mayores tasas a una serie de productos estadounidenses.
¿Por qué China devalúa ahora su moneda?
El Banco Popular de China (PBOC) ha rebajado este martes medio punto la banda comercial de su moneda a 6,9225 dólares, su nivel más débil desde diciembre de 2008, lo que implica la depreciación del yuan en los mercados financieros. Concretamente, la moneda china se desploma un 1,37% frente al dólar, es decir, para comprar un dólar ahora hacen faltan más de siete yuanes. De manera que comprar productos chinos desde Estados Unidos es ahora más barato y adquirir productos estadounidenses desde China es más caro.
Analistas consultados por Efe apuntan que el banco de China ha dejado caer conscientemente el valor de la moneda, mientras que la institución asegura que todo es cosa del mercado, aunque al mismo tiempo reconoce que la bajada tiene relación directa con la subida arancelaria estadounidense. Además, el gobierno chino ha ordenado a las compañías del país que dejen de comprar productos agrícolas a EE. UU., en contra de lo que prometieron a Trump en la última cumbre del G20.
Ante el temor a una guerra de divisas, las principales bolsas mundiales registraron fuertes caídas. La caída del yuan hundió primero los mercados asiáticos, después los europeos y más tarde los norteamericanos. La primera en sufrir bajadas fue la bolsa japonesa con una caída del 1,74%. A las pocas horas, Londres y París se dejaban más del 2%; Fráncfort, el 1,8%, y Madrid y Milán, el 1,3%. Después fue el turno de Wall Street, que sufrió este lunes la peor jornada del año. El Dow Jones cerró con una caída del 2,9% y el S&P 500 de un 2,98%.
¿Por qué Trump acude al Tesoro y al FMI?
El Departamento del Tesoro de EE.UU. calificó este lunes a China como país “manipulador de divisas” y amenazó con tomar represalias para acabar con sus “injustas” ventajas competitivas en el marco del Fondo Monetario Internacional (FMI). A juicio del Tesoro, “el propósito de la devaluación de la moneda de China es obtener una ventaja competitiva injusta en el comercio internacional”.
El Departamento del Tesoro depende de la Administración, mientras que la Reserva Federal (FED), es un órgano independiente. A Trump le supo a poco la rebaja de tipos que acometió la Reserva Federal y dejó un nuevo recado a través de Twitter para que el organismo le ayude a ganar esta guerra vendiendo dólares y comprando divisas.
¿Cómo afecta a Europa?
La eurozona exportó a Estados Unidos 406.400 millones de euros en 2018 y a China 209.900 millones. Mientras que a la hora de comprar productos del exterior, el principal socio es China (394.000 millones de euros), seguido de Estados Unidos (266.700 millones de euros). De manera que una rebaja del yuan provoca que las importaciones procedentes del país asiático sean más baratas y la adquisición de bienes y servicios europeos por parte de los chinos sea más cara.
Lo mismo ocurre con Estados Unidos, una depreciación del dólar fomenta las importaciones y dificulta las exportaciones. Actualmente 1 euro es igual a 1.12 dólares, mientras que un 1 euro es igual a 7,86 yuanes. Una economía tan basada en las exportaciones como la europea se puede ver afectada por tanto por este conflicto.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, ha asegurado que la guerra comercial entre Estados Unidos y China está afectando a España menos que a países de su entorno.