El dueño de la fábrica Rana Plaza de Bangladesh, acusado de asesinato por la muerte de 1.100 trabajadores
Las autoridades de Bangladesh acusan de asesinato al dueño de la fábrica textil Rana Paza y a otras cuarenta personas por su implicación en el derrumbe de la factoría en 2013 en el que murieron más de 1.100 trabajadores. Según publica el New York Times, los cargos alcanzan no solo al dueño, Sohel Rana, sino también a sus padres y a más de una docena de funcionarios gubernamentales.
En un principio, los investigadores dijeron que a los acusados se les imputaría el delito de homicidio culpable, pero conforme avanzó la investigación y dada la gravedad del suceso -el peor accidente industrial que ha sufrido Bangladesh-, decidieron cambiar los cargos al de asesinato.
Si fueran considerados culpables de este delito, los acusados podrían enfrentarse a la pena de muerte. En el caso del homicidio culpable, la pena máxima es de siete años de prisión. La vista oral tendrá lugar el 28 de junio y en ella se decidirá el futuro del caso.
El cambio se produjo una vez que la investigación descubrió que el dueño del edificio y los cargos de confianza que tenía en las cinco factorías que albergaba obligaron a los trabajadores a entrar en la fábrica en contra de su voluntad el día del accidente. Los trabajadores no querían acceder al edificio porque el día anterior ya había sufrido daños.
En un caso separado, los acusados también tendrán que hacer frente a cargos por violar la normativa de seguridad en la construcción del Rana Plaza, ya que añadieron varios suelos a los originales y, más tarde, construyeron pisos superiores que conviertieron en fábricas.
En el derrumbe murieron 1.137 personas y más de 2.500 resultaron heridas. El accidente, que tuvo lugar a las afueras de Dhaka, la capital del país, supuso una llamada de atención sobre las condiciones de trabajo de la industria textil en Bangladesh.