Pablo González: “El mundo quiere decidir sobre Ucrania sin importarle a nadie su opinión”

A los pocos días de ser interrogado por las fuerzas de seguridad ucranianas, el periodista vasco Pablo González ha decidido salir del país “para descansar” y ver de qué manera regresar sin verse afectado por la tensión que atraviesa esta ex república soviética. El país vive bajo la amenaza de invasión de Rusia con más de 100.000 soldados desplegados en la frontera, por un lado, y el envío de tropas y armamento por parte de los miembros de la OTAN, Estados Unidos y Europa, por otro, para actuar en caso de que se haga efectiva la amenaza. “Y, mientras tanto, la población de Ucrania observa asombrada cómo todas las potencias mundiales se reúnen para decidir sobre su futuro sin importarles lo más mínimo lo que ellos opinen”, señala González. 

Aprovechamos sus días de descanso en Varsovia (Polonia), tras recorrer la frontera entre Ucrania y Rusia, para hablar con Pablo González en busca de claves con las que comprender este conflicto. “Cuando un país depende tanto del exterior, se encuentra que todos se creen con derecho de decidir por él y de marcar líneas rojas ante cualquier mínima negociación”, relata para explicar la situación que se está viviendo en Ucrania.

Su encuentro con la inteligencia ucraniana fue corto pero intenso. “Sin entregarme nada por escrito, comprendí que me estaban amenazando. Y como mi objetivo es seguir recorriendo este país tanto como por mi trabajo de periodista como por los amigos que aquí tengo, he preferido salir unos días hasta que regrese la calma”, explica González, cansado de su última cobertura por Kieve, Dombás y la localidad de Dnipro, a escasos 200 kilómetros del que puede convertirse en el frente de guerra. 

Ucrania es un gran país multinacional, lleno de pueblos diferentes como los ucranianos rusos, tártaros, húngaros… Su realidad difiere mucho de cómo lo ven las diferentes potencias interesadas en controlarla

La vida sigue ante la amenaza de guerra

Estos días ha comprobado como la población ucraniana se puede dividir en tres grandes grupos: los siempre activos nacionalistas patrióticos que reciben entrenamiento militar para defenderse de las tropas rusas en caso de una invasión, los que no tienen tiempo para seguir la actualidad porque tienen que trabajar y atender a sus familias, y aquellos otros que siguen ajenos a todo y viven con total normalidad. “Así ocurre en su capital Kiev como en Dnipro, a tan sólo 200 kilómetros del frente. Por un lado, la vida y, por otro, en el mismo espacio de tiempo, la posibilidad de una guerra con consecuencias dramáticas”, describe.

Para González existe esa amenaza de guerra, pero “en una probabilidad mucho más baja de la que aparece en todos los medios”. “Sobre el terreno se contempla la misma tensión que hace ocho años, aunque es cierto que con grandes novedades como la presencia del ejército ruso en la frontera, las negociaciones internacionales a máximo nivel y todas esas líneas rojas que cada potencia exige para continuar con la diplomacia”, matiza. 

Rusia jamás toleraría una entrada en la OTAN de Ucrania por una cuestión de seguridad nacional y para evitar así la colocación de nuevos misiles apuntando a Moscú

“Ucrania es un gran país multinacional, lleno pueblos diferentes como ucranianos rusos, tártaros, húngaros… Su realidad difiere mucho de cómo lo ven las diferentes potencias interesadas en controlar el país, con grandes líneas rojas en cada conversación”, enfatiza. 

En el fondo, González ve en toda esta escalada de tensión el interés de dejar a Ucrania “sin otra opción que aprobar los acuerdos de Minsk, lo que le empujaría a sufrir otra revuelta nacional”. A la vez, “Rusia jamás toleraría una entrada de Ucrania en la OTAN por una cuestión de seguridad nacional y para evitar la colocación de nuevos misiles apuntado a Moscú como ocurre en Rumanía o Polonia”. 

Ahora puedes escuchar el podcast y descubrir cómo vivió González su encuentro con la inteligencia ucraniana, así como la posición de las diferentes potencias involucradas en esta escalada de tensión. También puedes escucharlo en Spotify, iVoox, iTunes y Google Podcast:

A los pocos días de ser interrogado por las fuerzas de seguridad ucranianas, el periodista vasco Pablo González ha decidido salir del país “para descansar” y ver de qué manera regresar sin verse afectado por la tensión que atraviesa esta ex república soviética. El país vive bajo la amenaza de invasión de Rusia con más de 100.000 soldados desplegados en la frontera, por un lado, y el envío de tropas y armamento por parte de los miembros de la OTAN, Estados Unidos y Europa, por otro, para actuar en caso de que se haga efectiva la amenaza. “Y, mientras tanto, la población de Ucrania observa asombrada cómo todas las potencias mundiales se reúnen para decidir sobre su futuro sin importarles lo más mínimo lo que ellos opinen”, señala González. 

Aprovechamos sus días de descanso en Varsovia (Polonia), tras recorrer la frontera entre Ucrania y Rusia, para hablar con Pablo González en busca de claves con las que comprender este conflicto. “Cuando un país depende tanto del exterior, se encuentra que todos se creen con derecho de decidir por él y de marcar líneas rojas ante cualquier mínima negociación”, relata para explicar la situación que se está viviendo en Ucrania.