Guardiola avisa de que no “acatará el sectarismo medioambiental” ante el cierre de la central nuclear de Almaraz

La presidenta de la Junta, María Guardiola, ha asegurado este martes que la central nuclear de Almaraz “no se cierra” y ha advertido de que Extremadura “ni a callar ni aceptar el sectarismo medioambiental” de la vicepresidenta europea Teresa Ribera.

“¡Almaraz no se cierra! Ni vamos a callar ni vamos a acatar el sectarismo medioambiental de la señora Ribera. Si en Europa defiende la nuclear, aquí también”, ha escrito la presidenta en la red social X. Además, ha añadido que “de ello dependen miles de familias extremeñas y la soberanía energética de todo un país”.

Según el programa de operación y clausura de las instalaciones nucleares en España, recogido en el VII Plan General de Residuos Radiactivos, las fecha de cese de explotación de las Unidades I y II de Almaraz están fijadas para noviembre de 2027 y octubre de 2028, respectivamente. 

A partir de ambas fechas se abriría un periodo de tres años para acometer la transferencia de titularidad de la central -actualmente en manos de Iberdrola, Endesa y Naturgy- a Enresa para abordar aspectos del desmantelamiento, el cual se prolongaría durante los diez años siguientes, aproximadamente, es decir entre 2030 y 2041.

La continuidad de la central nuclear cacereña ha sido uno de los asuntos de confrontación política de María Guardiola con el Gobierno central. De hecho, la Junta apoya desde hace meses, económicamente como con presencia institucional, jornadas, actos y charlas a favor de la energía nuclear y la prróroga de la vida de Almaraz.

La presidenta extremeña viajó a Bruselas el pasado abril para, entre otras cosas, según trasladó a los medios de comunicación de la comunidad, la “gran preocupación” por el cierre y sus efectos negativos en el empleo de la comarca de Campo Arañuelo. Además, dijo que se trataba de una decisión que iba en dirección contraria a la política energética del resto de Europa.

En la reunión del pasado octubre con el presidenta del Gobierno, Pedro Sánchez, también reclamó la revocación del cierre de la central nuclear y acusó a la entonces ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, de haber aplicado “todo su sectarismo con Extremadura para colgarse medalla del falso ecologismo” al haber promovido esa decisión. Sin embargo, Sánche recordó que su apuesta son las energías renovables.

La clausura de Almaraz es el primero de los cierres de centrales nucleares programados en España y que culminarán en 2'35 la paralización de los siete reactores aún operativos.