En Marea comenzó a existir cómo tal al mismo tiempo que, con una estructura provisional, articuló la campaña electoral del 25 de septiembre. La integración de última hora de Podemos y la consecuente aceleración del proceso de primarias provocó que el candidato a la Presidencia de la Xunta, Luís Villares, y el resto de miembros de las candidaturas apenas dispusieran de tiempo para presentarse en las diversas localidades, y menos aún para dotar al nuevo partido instrumental de una extensión territorial estable. Este es el reto que En Marea se marca para los próximos meses y que, según ha avanzado Villares, comenzará a abordar justo después de la investidura del nuevo Gobierno del PP en la Xunta.
Este lunes la Coordinadora Nacional de En Marea se reunió por primera vez tras los comicios. “Hemos venido para quedarnos”, reiteró Villares, como en campaña, a las puertas de la reunión. El equipo, dice, se dispone ahora a “asentar el trabajo que llevamos haciendo todos estos meses” y a hacerlo partiendo de la base de que es necesario “aceptar” que una parte importante del electorado “ha ratificado las políticas” del PP. La victoria de los de Feijóo fue “clara, sin paliativos” -Villares se expresó en este sentido en conversación telefónica con el presidente en funciones tras los comicios- y por eso la “insatisfacción es evidente”. Pero el horizonte de En Marea, mantiene, es crecer.
Frente a la instisfacción por el resultado existen también puntos positivos, dice Villares. “Estamos muy satisfechos de todo el trabajo realizado para integrar a todo el espacio político de En Marea”, ensanchado, dice, “con todos los movimientos municipalistas y ciudadanos, con los que ahora trabajaremos para llegar a toda la ciudadanía”. Una de los defectos de la carrera electoral, mantiene, fue la “falta de tiempo” para expandir el proyecto en el conjunto de Galicia. “Si lo hubiésemos tenido -cree- la mayoría del PP no habría sucedido”, y por eso la asamblea que la formación celebrará tras el inicio formal de la legislatura “marcará el despliegue como organización, que será de aquí a final de año”, indica el partido instrumental en un comunicado.
En este intervalo de tiempo, no obstante, En Marea ya tendrá que tomar decisiones que serán también las primeras señales de su funcionamiento. No en vano, en las próximas semanas tendrán que abordar la distribución de responsabilidades en el grupo parlamentario y en la Mesa de la Cámara. En este sentido, Villares garantiza el “compromiso del grupo de 14 diputados y diputadas para ocupar la segunda fuerza en el Parlamento” y “liderar, claramente, la oposición desde la que se defenderá a las mayorías del país en clave de defensa de los derechos sociales, de la dignidad nacional de Galicia y del autogobierno”. “Se abre un tiempo en el que trasladaremos nuestro proyecto para la sociedad y esperamos, de aquí en adelante, tener el apoyo de la mayoría”, mantiene.
El candidato y previsible portavoz en la Cámara gallega traza estas primeras líneas en un contexto en el que, a la obvia “falta de tiempo”, Villares añade otro factor. “Los problemas de la campaña -asegura- vinieron, entre otras cosas, por la poca capacidad que tuvimos de colocar nuestro mensaje en los medios de comunicación”. Esto sucedió, señala, “entre otras, cosas, porque no se nos dio la cobertura propia de AGE” en los medios públicos, “que era la que nos correspondería, pero fue mucho menor”. En cualquier caso, reitera, “ahora trabajaremos para llegar a toda la ciudadanía”.