El Gobierno considera “ilegal e ilegítimo” el tribunal que condenó a Rafael de Vega, asesinado por el franquismo en Lugo

de Política Territorial y Rafael de Vega, médico republicano, fue fusilado por las fuerzas franquistas, junto a otras cuatro personas, el 21 de octubre de 1936 en Lugo. Casi 90 años después de aquello, el Gobierno acaba de emitir un acta de reconocimiento y reparación personal en la que considera que el tribunal que lo condenó era “ilegal e ilegítimo” y que la sentencia es “nula”. La decisión, comunicada a los descendientes del doctor, la adelanta el diario lucense El Progreso.

El documento, firmado el 22 de julio por el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, reconoce el derecho a la reparación moral y la recuperación de su memoria personal, familiar y colectiva y declara “ilegítimas y nulas” las condenas, sanciones o resoluciones dictadas contra don Rafael de Vega Barrera, tanto judiciales como administrativas, “producidas por razones políticas, ideológicas, de conciencia o creencia religiosa durante la Guerra de España o durante la dictadura posterior”.

La resolución les ha llegado a los herederos del médico tras un proceso que, según el diario, se ha prolongado casi tres años y ha estado impulsado por sus descendientes, entre ellos Rafael Pérez de Vega, su nieto, hijo de una de las hijas del doctor, Teresa.

Esta posibilidad de reparación está recogida en la ley de Memoria Histórica. El médico ya tiene en la ciudad de Lugo un busto y una calle en su honor y ha sido homenajeado por el gobierno local. Él había nacido en 1889 en Zazuar, en Burgos. Estudió Medicina en Valladolid pero terminó ocupando una plaza de director cirujano en el hospital de Lugo. Allí se implicó en actividades políticas: presidió el Comité Republicano y llegó a ser elegido diputado en la II República, un régimen que él mismo se había encargado de anunciar en la ciudad.

Fue detenido poco después del golpe liderado por Franco en julio de 1936 y enviado a la cárcel de Lugo. En octubre fue asesinado por un pelotón de fusilamiento dentro de una represión que en Galicia, sin un frente de guerra, se concretó en detenciones, persecuciones, 'paseos' y asesinatos.