La ruta migratoria de Argelia hacia Balears se intensifica entre las denuncias por falta de medios y protocolos

Esther Ballesteros

Mallorca —
6 de enero de 2023 06:01 h

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Permanecen durante varios días en alta mar y llegan a las islas sabedores de que pasarán en ellas un corto periodo de tiempo. Después partirán hacia la península, generalmente a València, para poner rumbo definitivo a Francia, Alemania o Bélgica con el objetivo de reunirse con familiares y amigos. Es la dinámica mayoritaria que siguen los migrantes de origen argelino que arriban a Balears, cuya llegada a las islas ha ido in crescendo en los últimos años. El actual cierre de fronteras del país magrebí impide, además, formalizar los expedientes de devolución al no existir en estos momentos posibilidades de retorno, al contrario de lo que sucede con quienes provienen de Marruecos.

Balears continúa registrando una tendencia al alza en las llegadas de migrantes desde los puertos argelinos, un aumento que se ha visto acentuado en 2022 y que fuentes policiales conocedoras de los flujos migratorios hacia el archipiélago atribuyen, en declaraciones a elDiario.es, a la crisis por el respaldo del Gobierno central a la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, que llevó a Argelia a romper el tratado de amistad con España, firmado en octubre de 2002. A lo largo de 2022, hasta un total de 176 pateras con 2.637 migrantes a bordo (la mayor parte de origen argelino y entre ellos, puntualmente, alguna familia con su bebé) recalaron en las costas del archipiélago. Sobre todo, en Mallorca y Formentera, principales focos de avistamientos de estas embarcaciones.

A lo largo de 2022, hasta un total de 176 pateras con 2.637 migrantes a bordo recalaron en las costas de Balears, sobre todo en Mallorca y Formentera, principales focos de avistamientos de estas embarcaciones

Desde el Govern balear reiteraron el pasado mes de mayo su petición al Ejecutivo central para que éste envíe más recursos a las islas para hacer frente al fenómeno migratorio. Por su parte, los sindicatos policiales alertaban en junio de un “verano caliente” ante la posibilidad de que aumentase la presión migratoria desde Argelia en represalia por el abandono del Gobierno a su posición neutral sobre el futuro del Sáhara Occidental.

Por ello, desde el Sindicato Unificado de la Policía insisten en denunciar la falta de protocolos, personal, medios materiales e instalaciones para hacer frente a la nueva oleada, especialmente en Balears y puntos de la costa este de Andalucía, Murcia y Alicante, que, a juicio de la entidad, se están revelando como nuevas vías de entrada a Europa.

Aumento de migrantes de otras nacionalidades

“Los números y las pruebas son los que son. Son aplastantes”, comentaba hace unos meses, en declaraciones a elDiario.es, el jefe de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional, Chema Alonso, quien alude al aumento de migrantes que llegan por vía argelina, incluso de otras nacionalidades, que “antes no venían o si venían era de forma excepcional”. Se refiere, en concreto, de personas procedentes de Guinea Conakry, Malí y Costa de Marfil, además de marroquíes y tunecinos, una situación que, señala, se ha potenciado a raíz del cierre de fronteras con Argelia: “No hay devoluciones. Por tanto, vienen y se van a otros países o vienen y se quedan”.

Las cifras de llegadas han ido en aumento en los últimos años, si bien en 2022 se han estabilizado. Si en 2018 arribaron 17 embarcaciones con 199 migrantes a bordo y en 2019, 40 pateras con 507 ocupantes, en 2020 los números se dispararon de forma exponencial: hasta 1.464 personas alcanzaron las costas de las islas en 112 pateras, mientras que en 2021 fueron 2.402 migrantes los rescatados de un total de 164 embarcaciones, lo que implica un incremento aproximado de unas mil personas cada año.

Uno de los momentos más dramáticos se vivió el pasado 9 de junio, cuando la Guardia Civil y Salvamento Marítimo interceptaron dos pateras en alta mar, al sur de Formentera, una de ellas con una persona fallecida a bordo.

La delegada del Gobierno: “Son números elevados”

La delegada del Gobierno en Balears, Aina Calvo, destaca a elDiario.es que, aunque se trata de cifras elevadas, estas son similares a las de 2021 y ponen freno a la tendencia al alza de los dos años anteriores. “Son cifras que además desmienten las previsiones intencionadamente catastrofistas de algunas voces agoreras que anunciaban desde determinados espacios políticos un balance muy superior”, subraya.

Con todo, Calvo asevera que se trata de “números elevados” que “nos obligan a seguir trabajando y colaborando en el espacio internacional y con los países de salida de esta migración para tratar de impedir que estas personas se lancen al mar, arriesgando su vida, para buscar en otro país la oportunidad que no encuentran en su propia tierra”. “Este Gobierno está trabajando intensamente para gestionar el desafío de la migración de la mejor manera posible, desde un enfoque global e integral y con el objetivo de que la migración sea regulada, ordenada y segura”, abunda la representante del Ejecutivo central en las islas.

Este Gobierno está trabajando intensamente para gestionar el desafío de la migración de la mejor manera posible, desde un enfoque global e integral y con el objetivo de que la migración sea regulada, ordenada y segura

Entre otras medidas adoptadas por el Gobierno, Calvo alude a la modificación del reglamento de Extranjería para facilitar la inclusión de los jóvenes extranjeros que residen en España sin acompañamiento de sus familias, cuando cumplen la mayoría de edad, y para facilitar la incorporación al mercado laboral de los trabajadores extranjeros y su permanencia con garantías, además de la aprobación de una nueva la ley de Cooperación para reforzar la ayuda al desarrollo y el proyecto de ley contra la Trata de personas, que prevé intensificar la lucha contra las mafias de explotación. “Todo esto sin dejar de gestionar la llegada irregular de personas migrantes a nuestras costas”, recalca.

Balears, lugar de paso

Tras llegar a las costas de Balears y ser interceptados por las autoridades, la Policía Nacional procede a abrirles un expediente de devolución, mientras durante un plazo máximo de 72 horas quedan retenidos en dependencias policiales. Transcurrido ese plazo, en el caso de los migrantes argelinos y con el expediente de devolución abierto, quedan en libertad. La mayoría marcha por su propio pie hasta el puerto, desde donde embarcan para poner rumbo a Francia, Bélgica, o Alemania. Las islas se convierten para ellos en un lugar de paso.

Al respecto, desde el Centro Internacional para la Identificación de Migrantes Desaparecidos (CIPIMD) señalan en su informe relativo a 2020 que “muchas de las personas que llegaron vivas no quieren residir en España, sino en Francia o Bélgica porque conocen el idioma”. Aseveran, además, que otras fueron “directamente encerradas en algunos Centros de Acogida Temporal (CATE) andaluces y en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barcelona”. Después de una estancia en las instalaciones, la mayoría fueron deportadas. “El mar es un protagonista involuntario al convertirse en un inmenso cementerio. Y, a pesar de todo, aún a sabiendas, es el camino que probablemente, en este preciso momento, muchos aspiran a atravesar para llegar a Europa. Un sueño que se desvanece de raíz al tocar la arena de las playas europeas”, abundan.

"El mar es un protagonista involuntario al convertirse en un inmenso cementerio. Y, a pesar de todo, aún a sabiendas, es el camino que probablemente, en este preciso momento, muchos aspiran a atravesar para llegar a Europa

El responsable policial lamenta la falta de medios a la hora de afrontar la situación: “Hay que pensar que que cada vez que llega una embarcación de este tipo, consume muchísimos recursos, no solamente los de la policía que se dedica al tema de extranjería: aquí interviene la práctica totalidad de las unidades, como la policía científica, que se tienen que volcar con ellos para su identificación, o seguridad ciudadana, que tiene que estar pendiente de su custodia mientras se realizan las gestiones en extranjería. Se pone en marcha toda la maquinaria policial”.

Incremento de llegadas tras el verano

Manso apunta al incremento de llegadas que suele producirse pasado el verano, dado que “tradicionalmente suelen ser los meses de mayor actividad”. Atribuye este aumento a cuestiones climatológicas y, sobre todo, al apaciguamiento de las mareas. En cuanto el agua está más calmada y las condiciones naturales son más propicias, se echan al mar rumbo a Balears.

Respecto a los migrantes desplazados desde Marruecos, el procedimiento es completamente distinto a los que siguen la ruta argelina. Dado que se les puede expulsar, tras su paso por sede policial un juez debe decidir si son puestos en libertad o ingresados en un CIE de la península, donde pueden permanecer hasta un máximo de 60 días a la espera de que se ejecute la orden de devolución a su país de origen.

Por su parte, los migrantes en situación de vulnerabilidad, entre los que se encuentran las mujeres, las familias, víctimas de trata o procedentes de un país con el que España no tenga convenio de devolución, pueden entrar en el circuito humanitario de Cruz Roja, que en Balears ha puesto en marcha numerosos proyectos para darles acogida, informarles de sus derechos, mejorar su situación social y laboral y favorecer su inserción. Entre otros, la entidad cuenta con una Oficina de Atención Integral a refugiados, que promueve actividades dirigidas a favorecer la integración de los solicitantes de asilo, refugiados y desplazados y con un servicio de retorno voluntario dirigido a las personas que desean volver a sus países de origen.

Sobre el corredor argelino, fuentes de una de las ONG de ayuda humanitaria volcadas en el apoyo a las personas migrantes que llegan hasta España manifiestan que esta vía “siempre ha existido, pero ahora se ha reforzado a raíz de las malas relaciones del Gobierno con Argelia”. “Argelia ha relajado los controles y hay que tener en cuenta, además, que la situación socioeconómica en el país es muy negativa, hay un bloqueo político y los índices de paro de personas jóvenes son muy altos, lo que provoca que las llegadas se hayan incrementado”, añaden.

Conflicto con la región de Cabilia

Desde la entidad señalan que principalmente son jóvenes argelinos los que precisan de su ayuda, si bien también se está detectando que “otros chicos se están desplazando desde Marruecos hasta Argelia para intentar cruzar desde ahí el Mediterráneo, además de migrantes con estudios universitarios que buscan una mejor salida a su situación laboral”.

Las mismas fuentes llaman la atención sobre otro fenómeno que influye en el incremento de salidas de pateras desde Argelia: el conflicto con la región de Cabilia, próxima a Marruecos y donde reside una minoría bereber que busca la autodeterminación de la zona a través del MAK, al que Argel ha llegado a calificar de “terrorista”. La ONG precisa que, en este sentido, se han interceptado migrantes procedentes de esa región que buscan asilo en España.

“Pero la realidad es que pocos de los argelinos que llegan se quedan. La gran mayoría están de tránsito. Llegan a España para luego irse hasta Francia o Bélgica, donde tienen familia y amigos, por lo que no suelen pedir asilo, al contrario que los procedentes de Marruecos. En su caso, aunque sea simplemente para ganar tiempo o como estrategia jurídica para evitar una expulsión o una deportación rápida”, sentencian.