El presidente ruso, Vladímir Putin, ha planteado este jueves a Estados Unidos un “duelo” entre el nuevo armamento hipersónico ruso y los sistemas de defensa antimisiles occidentales, cuyo escenario, ha dicho, sería la capital ucraniana, Kiev.
“Que elijan cualquier instalación para que la ataquemos, digamos, en Kiev. Que concentren allí todas sus sistemas antiaéreos y antimisiles. Y nosotros atacaremos con (un misil) Oréshnik. Y veremos qué es lo que pasa. Nosotros estamos preparados para ese experimento. ¿Está dispuesta la otra parte?”, ha dicho durante su rueda de prensa anual.
Putin ha calificado dicho “experimento tecnológico” como un “duelo de alta tecnología del siglo XXI” entre Rusia y Occidente.
El mandatario ruso ha destacado que el alcance máximo del Oréshnik, lanzado por primera vez el pasado 21 de noviembre contra una fábrica militar en Ucrania, es de 5.500 kilómetros. “En unos pocos segundos comienza la separación de las ojivas. Y ya está, perdieron el tren. Así que no tienen ninguna opción de derribar estos misiles”, ha asegurado.
Ha subrayado que el escudo antimisiles creado por EEUU es “costoso y hace poco a la hora de garantizar la seguridad de su país”. “Nosotros hemos hecho mucho para superar el escudo antimisiles” estadounidense, ha añadido.
El líder ruso, que aprobó recientemente una nueva doctrina nuclear, ha dicho que en Rumanía y Polonia la OTAN ha instalado unas 24 baterías antimisiles, que en el caso del segundo país tienen un alcance de 1.000 kilómetros. “Imagínese que nuestro sistema se encuentra a unos 2.000 kilómetros, pero ni siquiera, entonces, los sistemas antimisiles en territorio polaco podrán alcanzarlo”.
Dispuesto a reunirse con Trump
El jefe del Kremlin también se ha mostrado dispuesto a reunirse “en cualquier momento” con el presidente electo de EEUU, Donald Trump. “Yo estoy dispuesto a hacerlo (conversar) en cualquier momento y a reunirme, también”, ha dicho el líder ruso en su conferencia de prensa.
Putin ha reconocido que aún no sabe cuándo se produciría la eventual reunión, porque Trump “no ha dicho nada” al respecto. En todo caso, se mostró convencido de que ambos tendrán “de qué hablar”. “Si alguna vez nos reunimos con el presidente electo Trump, estoy seguro de que tendremos de qué hablar”, ha insistido.
La semana pasada el Kremlin informó de que el líder ruso no había recibido de Trump ninguna invitación para asistir a su toma de posesión, que tendrá lugar el 20 de enero próximo. La última reunión entre ambos tuvo lugar en junio de 2019 en los márgenes de la cumbre G20 en Japón.
Trump, que se reunió recientemente con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dicho en repetidas ocasiones que una de sus prioridades tras volver a la Casa Blanca será el fin de la guerra en Ucrania.
Putin ha asegurado que desconoce cuánto más durará la guerra en Ucrania provocada por la invasión que ordenó en febrero de 2022, aunque ha afirmado que Moscú está cada vez más cerca de conseguir sus objetivos en el campo de batalla.
“Los combates son complicados por lo que pronosticar el futuro es difícil y falto de sentido”, ha dicho el jefe del Kremlin, quien ha aprovechado los primeros minutos de su intervención para mostrar al público el estandarte que le regaló una de las brigadas aerotransportadas que combate en Ucrania.
Al ser preguntado sobre las tropas ucranianas que ocupan desde agosto pasado una parte de la región rusa de Kursk, ha prometido que el enemigo será “sin duda” expulsado. “No hay duda de ello. No puedo ni quiero dar una fecha específica en la que serán liquidados. Los muchachos están peleando, hay combates en este momento”, ha afirmado.
Según medios occidentales, el Kremlin se ha propuesto recuperar Kursk antes de la investidura de Trump, el 20 de enero próximo.
Con información de EFE.