La acampada en apoyo al pueblo palestino cumplía ayer sus primeras 24 horas en el campus de la Universidad de La Rioja con la celebración de una asamblea para organizarse. Con las tiendas desplegadas y una infraestructura muy organizada, los participantes mantienen los objetivos claros: sumarse a las movilizaciones iniciadas por otras universidades, reclamar el alto al fuego y frenar el envío de armas a Israel.
La recién elegida presidenta del Consejo de Estudiantes, Aroa Villoslada, es una de las alrededor de 20 personas que llevan dos noches en el campus y esta muy satisfecha con la acogida de la protesta. A pesar de la dificultad de los estudiantes para organizarse en este momento de exámenes, la acampada de Logroño va a continuar y no tiene fecha de fin. Aroa Villoslada anima a toda la comunidad universitaria a acercarse “porque se puede ayudar de muchas formas”.
Además de las personas que están pasando las noches en las tiendas de campaña, son muchas más las que este jueves se reunieron en la asamblea y están apoyando a lo largo del día. Estudiantado y profesorado de la universidad, pero también personas del barrio o de la ciudadanía de Logroño en general, se unen a esta movilización en solidaridad del pueblo palestino.
Allí estaba Fares Khader, un gazatí afincado en Logroño, que agradece la implicación de la juventud y que está apoyando la acampada todo lo que puede y asegura que le ha dado fuerzas para seguir luchando. “Estoy con el cuerpo aquí pero con la cabeza allí, pendiente de las noticias y de las novedades de casa”, dice este palestino que ha perdido a la mitad de su familia en los bombardeos mientras el resto ha vivido en los últimos días su quinto desplazamiento forzoso. “En casa cada día es muy doloroso, cada día más catastrofe. Hay una ofensa grande en todo el territorio, las fronteras cerradas y no hay ayuda humanitaria”, denuncia un palestino que lleva meses luchando sin éxito por sacar a su familia.
“Veo que está saliendo la rabia de los estudiantes, que muchas personas de Logroño están aquí manifestándose contra el genocidio y la injusticia”, agradece Fares Khader. “A mí me sale la rabia de estar a 5.000 kilómetros de mi tierra, asediada por completo por los bombardeos”, dice antes de denunciar que “ya son más de siete meses de genocidio y no vemos ningún acto para pararlo”. “Estas manifestaciones nos dan esperanza y fuerza”, subraya.
En la acampada en la tarde-noche del jueves todo el mundo ayudaba en lo que podía. Mientras hay personas reunidas en asamblea para organizarse, otros preparan la mesa para la acampada o pintan pancartas. Es el caso de tres jóvenes estudiantes de 2º de Magisterio, que creen que ha sido importante para visibilizar entre las personas de la universidad lo que está ocurriendo en Gaza: “si ves este jaleo entiendes que es un problema serio y están matando a gente”
Estas estudiantes van a seguir apoyando la acampada: “en todo lo que podamos, aquí estamos”. Este jueves escribían con los colores de la bandera “No vivimos en Palestina pero vive en nosotros”. Una declaración de intenciones de la acampada de la comunidad universitaria de Logroño, que piensa seguir con fuerza para pedir un alto al fuego definitivo.
Y la acampada riojana ya suma los primeros apoyos entre personalidades de la cultura y la comunicación. Y es que el actor riojano Pepe Viyuela ya se ha posicionado. A través de sus redes sociales, Viyuela ha mostrado su “respeto y apoyo a los estudiantes de la Universidad de La Rioja que han iniciado estas protestas contra la masacre en Gaza”. Es esperanzador, prosigue, “que tantos universitarios hayan dado un paso adelante y planten cara a un gobierno criminal como el que está ahora en Israel”. Además, a lo largo de su exposición, el actor riojano deja claro que está en contra de “cualquier manifestación violenta, tanto por parte de Hamás como por parte de Israel” y celebra estas manifestaciones pacíficas porque “son un soplo de esperanza. El mundo puede ser mejor, gracias estudiantes de La Rioja por formar parte de esta ola pacífica”, concluye.