La lenta agonía de una casa de niños pública y gratuita en Madrid

Las diez familias de la casa de niños 'Burbujas', en Leganés, se marcharon de vacaciones de Semana Santa sin saber qué maestra cuidaría de sus niños a la vuelta. Si es que había alguna. Esta escuela infantil municipal y gratuita, enclavada en el humilde barrio de La Fortuna, lleva años desintegrándose lentamente. La plantilla del centro ha adelgazado hasta casi desaparecer en este curso: de tres educadoras y una conserje en 2015 han pasado, tras jubilaciones no cubiertas y aulas cerradas, a una sola profesora a cargo de la única clase que sobrevive, con niños de entre uno y tres años, según las familias. Hasta el curso pasado había dos.

Este caso no es único. Los sindicatos ya han avanzado que el curso que viene otras clases tendrán el mismo destino: la desaparición. Comisiones Obreras ha contabilizado la eliminación de aulas de tres años (primer curso de Infantil) en cuatro colegios públicos de Leganés y en otros cuatro de su municipio vecino, Getafe, por lo que ofertarán menos plazas a las familias cuyos hijos e hijas inician la etapa escolar. En estos ejemplos las decisiones dependen de la Comunidad de Madrid, que en principio volverá a subir las ratios el curso que viene pese a que todavía la región sigue en pandemia tras un curso excepcional con menos alumnos por aula.

La casa de niños 'Burbujas', gestionada directamente por el Ayuntamiento de Leganés (PSOE y Leganemos), sorteó el cierre en septiembre. La directora que coordina las cuatro casas de niños del municipio montó como solución de urgencia su despacho en el centro para evitar que una adulta estuviera sola con los menores en caso de accidente o emergencia. Esa adulta era una sustituta de la educadora titular, de baja por maternidad. Su contrato finalizó el 30 de marzo y el Ayuntamiento ha solucionado la ausencia con una maestra de otra de sus escuelas. Como tiene una reducción de jornada por lactancia, la directora se termina haciendo cargo del cuidado de los niños en la última media hora de la jornada.

El Ayuntamiento de Leganés asegura que es un “hecho incuestionable” su apuesta por la educación pública pero alega una reducción en la demanda en las casas de niños al decretarse la gratuidad de las escuelas infantiles el curso pasado en la región (las madres y padres ya solo asumen los 90 euros de comedor) para explicar el recorte de aulas y “dificultades para cubrir la carencia de personal”. “Hacemos lo indecible para tratar de resolverlo”, señala una portavoz del Consistorio en respuesta a las preguntas de elDiario.es.

Las familias de 'Burbujas' consideran, sin embargo, que el Gobierno municipal “está dejando morir el proyecto” tras esta sucesión de “descontroles”. “No es prescindible porque es esencial para acompañarnos en la crianza, público y gratuito”, se queja Ruth Abramowicz, madre de una bebé de un año y medio que se incorporó a la escuela hace un mes. En el centro también hay dos maestras en prácticas que entraron en las últimas dos semanas con el objetivo de que los bebés pudieran tener alguna persona de referencia ante el cambio de maestra.

“Pero las dos chicas no estaban hoy para recibir a nuestros hijos porque tenían una tutoría. Los niños llamaban a la antigua profe porque no conocían ni tenían nadie de referente”, relata Abramowicz, que asegura que esta situación ha generado no solo estrés en las familias y en las maestras sino también ha provocado que “haya gente que se deje de apuntar”. “Es la manera de hacer algo prescindible”, añade. La escuela estuvo cerrada durante unos días en octubre porque la única maestra había tenido un contacto estrecho con un positivo y no había nadie para sustituirla.

La precariedad se ha instalado en el día a día de este centro, parte de un proyecto innovador nacido en los años 90 en varios ayuntamientos de Madrid. Las casas de niños no son una escuela infantil al uso porque solo comprenden el horario de mañana y permiten ayudar a conciliar a las familias. Siempre han sido gratuitas y eran un recurso importante para los padres y madres con menor poder adquisitivo que no podían entrar a una escuela infantil pública ni pagarse una privada. Ocho de las diez familias de 'Burbujas' tienen un nivel socieconómico bajo.