David Summers abre las Fiestas de San Isidro: “Madrid es algo que genera emoción con solo pronunciar su nombre”

Diego Casado

Madrid —
9 de mayo de 2024 19:17 h

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Madrid está oficialmente de fiesta. El pregón de David Summers da comienzo a una semana de celebraciones hasta el día de San Isidro, el próximo 15 de mayo. Lo celebraban bailando un grupo de castizos que este jueves cambiaron el chotis por las canciones de los Hombres G, el grupo homenajeado a través de su cantante, que tomaba la palabra a las seis y media ante una Plaza de la Villa con media entrada.

“Me lo he escrito porque es importante y quiero estar seguro de que voy a decir”, advertía al inicio un Summers visiblemente nervioso pese a estar acostumbrado a grandes masas de espectadores escuchándolo. Luego arrancaba su pregón a “la mejor y más hermosa ciudad del mundo, que es la mía”. Un lugar que definifió como una “especie de estación de tren de la que somos la última parada, donde empieza mi camino y que es siempre mi último destino”.

Además de presumir de las victorias de su equipo de fútbol, el Real Madrid, que provocó una broma del alcalde -“cortadle el micro”, dijo- el cantante de los Hombres G alabó el carácter de punto de encuentro de su ciudad y también reconoció que la echaba de menos cuando se alejaba de ella. “Es un orgullo cuando salimos de gira por todo el mundo y nos preguntan si somos de Madrid. Porque se les llena de magia la cara, te miran distinto, te envidian y te cuentan enseguida que vinieron o que se mueren por venir. Porque Madrid es como una seña noble, algo que genera emoción con tan solo pronunciar su nombre”, decía.

El pregón (puedes leer el texto completo bajo estas líneas) se compuso por momentos de frases que parecían sacadas de una canción: “Madrid es mi tierra, mi bosque frondoso donde soy un árbol más, pero fuerte seguro y orgulloso. Este es el cielo donde mis sueños se echaron a volar, el croma de la película de mi vida, el escenario de mi concierto”, declamaba. “Pero es que además soy de Chamberí, así que no puedo ser más de Madrid”, añadía socarrón ante las risas del público.

A su alrededor, los ediles del Ayuntamiento también reían las gracias y aplaudían los aciertos. Antes algunas concejalas -de diferentes grupos políticos- habían estado cantando las canciones de su grupo, a la espera del pregonero. No hubo reclamaciones ideológicas en las palabras de Summers y tan solo la presencia de unos vecinos que protestaban contra el “pelotazo” de la Ermita del Santo puso la nota reivindicativa -pero silenciosa- en el acto de apertura de fiestas.

El chamberilero Summer, nacido hace 60 años en este castizo barrio del centro de Madrid, es además de pregonero uno de los que recibirá el miércoles que viene -lo recogerá su grupo- una de las 14 medallas de la Ciudad de Madrid junto a la chocolatería San Ginés o las tres Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que operan en la capital: Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Municipal, entre otros.

Con el pregón se inicia una semana de fiestas que comienzan en el centro con el tradicional desfile de gigantes y cabezudos (este viernes, desde las 18.30) y con los más de 50 conciertos que son la seña de identidad de San Isidro. Este año los grupos elegidos son de corte bastante clásico, con Los del Río, Azúcar Moreno o Ella Baila Sola como figuras destacadas.

Pregón completo de David Summers por San Isidro 2024

Buenas tardes a todos, alcalde, resto de autoridades, madrileños, forasteros aquí presentes.

Bienvenidos todos y muchísimas gracias por concederme este honor y dejarme participar con este pregón a la mejor y más hermosa ciudad del mundo que es la mía. Yo soy de Madrid y ser de esta ciudad ya sabéis que es como ser un poco de todas partes. Esta especie de estación de tren de la que somos la última parada, donde empieza mi camino y que es siempre mi último destino. Porque después de Madrid, como del Bernabéu, la tierra se vuelve plana.

Esto decía esto lo decía mi amigo Ray Loriga, gran tipo y escritor. Tan, gato como este que os habla y del mejor equipo del mundo, todos sabéis cuál es. ¡Flamante finalista de la Champions! Lo siento alcalde.

A mí esta ciudad me ha visto nacer hace 60 años y más de 40 los he pasado cantando enamorado de ella y de todos sus rincones, de punta a punta: desde el paseo de Extremadura hasta la avenida de Baviera, desde la sala Astoria al Roland, pasando por el Rockola, el Jardín, la Imperio, la Autopista, la sala Riviera, la plaza de Las Ventas y el Palacio de los Deportes. Y me lo ha dado todo.

Madrid ha dado forma y sentido a mi vida. En ella nos juntamos hace muchos años cuatro hermanos que me regaló la vida en esta ciudad y aquí robe todos sus los besos, encontré la risa, las lágrimas, los amores y colores que me han permitido hacer lo que probablemente sea lo único que sé hacer, que es canciones.

Madrid siempre ha vivido abrazada a nuestra música, acurrucada a nuestras canciones. Cada noche, en cada rincón del mundo, le canto. No tengo con quién bailar Descalzos por Madrid, con lo bien que estaba yo en Madrid y con mi zumo de piña y mi casita gris. Me paso la vida marcando un 91, así soy del viejo. Hicimos una canción solo para ella Madrid, Madrid, en el 89, y ahí cantaba es que Madrid sigue siendo diferente y lo mejor que hay aquí es que está lleno de gente. Pues así sigue Madrid con su deliciosa banda sonora, su bullicio permanente, sus barrios y terrazas llenas de luz, abarrotadas de buena gente.

Antes a la ciudad venían a conquistar el cielo los flamencos, desde Andalucía, Cataluña, Castilla o cualquier provincia de este país que en Madrid cabe entero. Era su paso a la gloria o a la derrota, porque no es fácil ser bueno en algo si no hay detrás duende, ilusión y esfuerzo. Pero así venían década tras década a conseguir la fama que les hiciera gigantes: Camarón, Paco (de Lucía), Tomatito, los Carmona… Madrid siempre ha sido el objetivo, la prueba de fuego para ser de verdad o de mentira. Pero también los demás estilos de música: el pop, el rock, la rumba… el arte y oficio de cualquier manera de hacer canciones siempre ha tenido en esta casa la plaza obligada para conquistar. Porque en Madrid es donde pasaba todo. Porque en Madrid es donde pasa todo.

Si cuando empezábamos los Hombres G y los felices 80 Madrid era el destino de todas las partes de España, hoy Madrid es el destino de todos los que hablan español. De gente de todas partes del mundo que han elegido venir aquí para quedarse. Desde que yo la conozco esta ciudad está siempre latiendo, no ha parado quieta ni un momento. Creo que este es uno de sus secretos que la hacen tan especial, que Madrid está hecha de todos y por eso los que somos de aquí como os decía antes somos de todas partes.

La vida son esas fotos que tenemos guardadas en la cabeza, pinchadas en el corazón. Esas vivencias que nos han traído hasta aquí: momentos felices, otros no tanto, pero en los que siempre hemos ido poniendo su banda sonora. Porque los recuerdos sin canciones son como una cerveza caliente, como que no pega.

Y ha sido esta ciudad la caja de zapatos donde guardo los mejores momentos que atesoro, vividos en sus calles frías que tantas veces me han visto pasar. Imágenes que después hemos convertido en canciones para vosotros para compartirlas y que también tuvierais una banda sonora de vuestra vida aquí, en Madrid.

La calle es brillante y mestiza y el ritmo no se detiene nunca, por eso es un orgullo cuando salimos de gira por todo el mundo y nos preguntan si somos de Madrid. Porque se les llena de magia la cara, te miran distinto, te envidian y te cuentan enseguida que vinieron o que se mueren por venir. Porque Madrid es como una seña noble, algo que genera emoción con tan solo pronunciar su nombre.

Guardo en mi memoria y aún lo sigo viviendo esos miles de viajes por carretera cuando después de tocar en cualquier rincón de España volvía de madrugada y veía en la carretera los carteles azules anunciando Madrid. Madrid 248, Madrid 96, Madrid 18 y, de pronto, la ciudad dormida nos recibía en silencio para volver a casa. Siempre que estamos fuera, yo por lo menos, pienso en ella. Es algo que llevo dentro de mí, porque aunque me sienta feliz en otro país maravilloso, estando de gira, viajando, siempre me llevo de Madrid un poquito de pena que no se me quita hasta que vuelvo. Eso se llama arraigo. El arraigo es la acción de echar raíces, eso hacemos en el suelo que pisamos, pero muy especialmente en el que vivimos. Lo hacemos con los nuestros, con nuestra gente, con las personas que elegimos para recorrer nuestra vida, nuestros amigos, nuestra familia.

Madrid es mi tierra, mi bosque frondoso donde soy un árbol más, pero fuerte seguro y orgulloso. Este es el cielo donde mis sueños se echaron a volar, el croma de la película de mi vida, el escenario de mi concierto. Pero es que además soy de Chamberí, así que no puedo ser más de Madrid.

Mi padre, Manolo Summers, nació en Sevilla. Pero hizo a su familia y tuvo sus mejores amigos en Madrid, porque siempre supo que aquí es donde había que estar. Siempre le agradecí que desde niño me enseñara a vivir en libertad y a querer y respetar a todas las personas que me rodean. Eso se respira aquí, en Madrid. Así es esta ciudad, así es su gente, las personas que vivimos aquí llenan esta calle de buen rollo, con ese algo especial que desde el minuto uno hacen que te sientas de aquí. Por eso esta ciudad es tan increíble, porque está sostenida por bellas y valientes personas que trabajan, crean, arriesgan y disfrutan de la vida Y eso se derrama por todas sus calles, sus parques y sus avenidas. Yo solo deseo que esto sea siempre así, que nada ni nadie puede impedirlo jamás. Pero eso es algo en lo que tenemos que trabajar todos juntos, queriéndonos, respetándonos y aceptándonos.

Madrid me ha hecho ser un ser afortunado, esta tarde más que nunca. Por eso siempre que esté donde esté será mi sitio, mi hogar. A donde yo siempre querré llegar. No se puede entender la historia de Hombres G sin Madrid, pero tampoco la mía.

¡Muchas gracias y feliz San Isidro gatos!