Las nuevas banderolas y carteles que anuncian el próximo Orgullo ya cuelgan de las farolas de Madrid, aunque este año su diseño viene cargado de críticas. El Ayuntamiento de la capital ha decidido dejar fuera siglas del colectivo LGTBIQ+, sus reivindicaciones y hasta su bandera multicolor: en su lugar han colocado una fiesta de confeti con fondo azul y salpicado de dibujos de tacones rojos, flores, copas de cocktail y preservativos.
“Para el Ayuntamiento de Madrid el Orgullo LGTBIQ+ es solo una fiesta, un evento que les deja dinero y cuya esencia (la reivindicación) quieren borrar”, escribe un usuario en X, antes Twitter, acompañando su tuit de una imagen de los carteles:
También la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, en la Asamblea ha entrado a criticar los nuevos diseños en redes sociales. “Almeida reduce el Orgullo LGTBI a sexo, tacones y alcohol. Una descripción burda y burlona de una reivindicación histórica por el derecho a existir. La vergüenza que provoca el Ayuntamiento de Madrid se multiplica cada año”, lamenta. Eduardo Rubiño, portavoz adjunto del partido en la ciudad de Madrid, carga contra la “ausencia total de mensaje”:
A las críticas se ha sumado además la senadora Carla Antonelli, que ha criticado la ausencia de cualquier signo identificativo del movimiento LGTBI: “sin rastro”, y ha aprovechado para promover la manifestación del Orgullo de este año.
Tras compartirse la foto en redes sociales, también se ha pronunciado la ministra de Igualdad Ana Redondo, señalando que “el Orgullo no es una simple fiesta de confetis, tacones y preservativos. Es la reivindicación pacífica y respetuosa de los derechos de las personas LGTBI”. Opina que los carteles son “un nuevo intento del PP de invisibilizar y denostar al movimiento LGTBI”.
Esta no es la primera vez que el consistorio de José Luis Martínez-Almeida decide encargar una cartelería similar, alejada de los históricos símbolos del colectivo. Precisamente el año pasado, en 2023, recibieron comentarios muy similares por haber sustituido la carga combativa por abanicos.
Para muchos y muchas se trata de “iconos manidos” y “los estereotipos rancios de siempre”, que vinculan al colectivo con la fiesta, el alcohol o el sexo. “Puestos a humillarnos podrían haber puesto a los de Cruz y Raya vestidas de mujer haciendo chistes de mariquitas”, critica otro usuario en X.